Temor entre trabajadores de DIGI: “Buscan echar a los que tenemos antigüedad y salarios por el convenio anterior”

DIGI Spain Telecom, filial española de la multinacional rumana Digi Communications, vive estos días una creciente tensión laboral. La compañía, presente en España desde 2008 y conocida por sus tarifas competitivas de fibra óptica y telefonía móvil sin permanencia, ha cerrado este verano su primer convenio colectivo a nivel estatal, firmado en Madrid por UGT y CCOO, sin contar —según denuncian— con gran parte de la plantilla ni con todos los sindicatos representativos.

La Central Intersindical Galega (CIG), fuerza mayoritaria en el centro de trabajo de A Coruña y con notable presencia en Galicia, denuncia que este acuerdo supone un “grave retroceso” en las condiciones laborales y un procedimiento “a espaldas” de la plantilla, especialmente en territorios como Galicia, Asturias, País Vasco o Cataluña, donde delegados y comités no participaron en el proceso negociador para el nuevo convenio.

Un convenio polémico: menos derechos y recortes encubiertos

El convenio, que aún no ha sido publicado en el BOE pero que ha pasado la fase de validación legal, establece la unificación de condiciones laborales para los más de 8.000 trabajadores en España (unos 300 en Galicia). El calendario laboral único con 23 días laborables de vacaciones.
 

El incremento salarial del 2% anual durante los próximos cuatro años, habrá un seguro médico y de vida pagados por la empresa. A esto se le suman bonificaciones de permanencia según la antigüedad. También se recoge un complemento para compensar las diferencias con convenios anteriores.
 

Para UGT y CCOO es “un paso importante” que homogeneiza criterios y abre camino a futuras mejoras. Reconocen que la negociación fue dura, pero defienden que con este acuerdo se consolida la interlocución sindical y se simplifica la gestión laboral dentro de una compañía en rápido crecimiento —DIGI rebasa ya los 9 millones de clientes en España—.

Sin embargo, desde la CIG el análisis es muy diferente. Según denuncian, este convenio rebaja las condiciones del actual Convenio del Metal que regía a buena parte del personal técnico en Galicia y otras zonas. Así se reducen las compensaciones por desplazamiento, que en ciudades como Vigo se habían ganado en los tribunales. Habrá recorte en días y derechos vinculados a la conciliación familiar. Denuncian la pérdida de pluses y congelación salarial para quienes superen ciertos salarios.
 

Y lo más llamativo, implantación de un “requisito de producción” (metros de cableados instalados diarios) que, de no cumplirse, puede acarrear faltas graves, suspensiones de empleo y sueldo, o incluso despido. La CIG advierte que este sistema de productividad ya fue declarado ilegal en procedimientos judiciales anteriores, pero que la empresa pretende reinstaurarlo.

“Convenio a espaldas de la plantilla”

Distintas fuentes de la CIG en A Coruña denuncian que la negociación se llevó a cabo sin informar a sus representantes ni permitirles participar. Según relatan, en otras regiones, como Cantabria, incluso hubo expulsiones de afiliados dentro de UGT que se oponían al convenio, y que algunos de los firmantes pasaron a ser liberados sindicales tras el acuerdo.
 

En Vigo, donde CCOO tenía mayoría y votó en contra, se están produciendo salidas masivas del sindicato para integrarse en otras organizaciones y promover nuevas elecciones sindicales.

Los críticos con el convenio subrayan además que la medida perjudicará sobre todo a las nuevas contrataciones. Aunque a los actuales trabajadores no se les puede reducir el salario base, sí se aplicarían los nuevos criterios en dietas, vacaciones y productividad al personal de entrada, lo que supondría, según la CIG, “una degradación progresiva de las condiciones laborales”.

Movilizaciones y posible impugnación

El comité de empresa de A Coruña ha fijado un calendario de protestas del 19 de agosto al 4 de septiembre, aunque han decidido no realizar huelgas hasta que el convenio esté plenamente en vigor. Los servicios jurídicos de la CIG preparan una impugnación basándose en posibles irregularidades en la negociación, la imposición de sistemas de productividad ya anulados judicialmente y la merma de derechos previamente protegidos.

En la provincia de Lugo, por ejemplo, la empresa ha inscrito a los técnicos en el Convenio del Metal de Madrid con el argumento de que no existe delegación física en Galicia, lo que podría constituir otra irregularidad.

DIGI Spain: expansión y tensiones internas

DIGI opera en España alquilando la red móvil a Telefónica y utilizando infraestructuras de fibra óptica mediante acuerdos mayoristas. Con su política de precios agresivos —que según la CIG “se compensa con recortes a la plantilla”— la compañía ha logrado un crecimiento meteórico, y ha llegado incluso a patrocinar equipos de fútbol.

Pero para muchos de sus trabajadores, especialmente en el área técnica, ese crecimiento parece estar acompañado de una estrategia de reducción de costes laborales, en la que el nuevo convenio estatal es una pieza clave.

En palabras de un representante de la CIG en A Coruña: “Este convenio no mejora las condiciones, las rebaja. Está por debajo del Convenio del Metal y se ha negociado al margen de quienes vamos a sufrirlo. No lo vamos a aceptar sin luchar”.