Histórico: los bomberos forestales consiguen la jubilación anticipada tras años de lucha sindical
El Gobierno ha aprobado y publicado el decreto de coeficientes reductores que permitirá a los bomberos y bomberas forestales jubilarse anticipadamente, una reclamación histórica del sector que llevaba años demandando un reconocimiento específico de sus condiciones laborales y de riesgo. La medida entra en vigor tras un largo proceso de negociación y presión sindical en el que participaron de forma decisiva CSIF, CCOO y UGT, que celebran ahora que se haya hecho justicia con un colectivo clave en la prevención y extinción de incendios.
La aprobación de este decreto tiene su origen en la Ley Básica de Bomberos Forestales aprobada en 2024, norma que sentó las bases para la homogeneización de funciones, condiciones y derechos del personal dedicado a la lucha contra el fuego. Los sindicatos recuerdan que el objetivo siempre fue doble: asegurar un marco regulador común en todo el Estado e incorporar medidas específicas como los coeficientes reductores en la edad de jubilación, siguiendo el modelo aplicado a otros colectivos con riesgos laborales elevados.
Para los representantes sindicales, este paso supone “un reconocimiento al fin” de la dureza y peligrosidad del trabajo de los bomberos y bomberas forestales, un sector que este mismo verano volvió a estar en primera línea durante una de las peores olas de incendios de los últimos años.
El decreto contempla la aplicación de un coeficiente reductor del 0,20 para quienes acrediten al menos 15 años de cotización como bombero forestal. En la práctica, esto significa que un trabajador con esa carrera laboral verá reducida su edad de jubilación en tres años, que al mismo tiempo serán computados como años cotizados para calcular la pensión.
La norma establece que, con carácter general, la jubilación podrá anticiparse hasta un máximo de cinco años respecto a la edad ordinaria. Así, un bombero forestal que pudiera jubilarse a los 65 tendrá derecho a retirarse a los 60. De forma excepcional, quienes acrediten 35 años de actividad en el servicio podrán hacerlo hasta con seis años de adelanto.
Para garantizar la sostenibilidad del sistema, la medida viene acompañada de una cotización adicional del 10,60%: un 8,84% correrá a cargo de la empresa y el 1,76% será abonado por el propio trabajador.
El Instituto Nacional de la Seguridad Social aplicará automáticamente estos coeficientes en el momento de tramitar la pensión, siempre que el trabajador presente la certificación de la empresa en la que se acredita el tiempo de servicio en tareas de prevención o extinción de incendios.
Exigencias a la Xunta de Galicia
Desde las centrales sindicales se demanda ahora a la Xunta de Galicia que active “de inmediato” las medidas de adaptación necesarias para que la normativa pueda aplicarse sin trabas administrativas. Reclaman la actualización de los códigos de ocupación (CNO) y la implantación de las nuevas cotizaciones adicionales para que los profesionales gallegos puedan beneficiarse cuanto antes.
Los sindicatos sostienen que la comunidad autónoma, una de las más castigadas por los incendios forestales, debe ser especialmente ágil en la ejecución de esta norma. En palabras de las organizaciones, se trata de “un deber de justicia y de reconocimiento” hacia quienes desempeñan una labor esencial cada verano salvaguardando vidas, viviendas y espacios naturales.
Para CCOO, CSIF y UGT, la aprobación del decreto supone equiparar las condiciones de jubilación de los bomberos forestales con el resto de bomberos, que ya contaban con coeficientes reductores. Resaltan que el texto entra en vigor en un momento de máxima visibilidad del trabajo del colectivo, tras un verano marcado por grandes incendios que pusieron de relieve la dureza y los riesgos inherentes a la profesión.
Los sindicatos califican el decreto como “un paso histórico que culmina años de lucha”, subrayando que es fruto de mesas de negociación, propuestas técnicas y encuentros parlamentarios mantenidos a lo largo de los últimos años. Recuerdan también que la medida llega tras innumerables movilizaciones y campañas en las que reclamaron no solo la jubilación anticipada sino la creación de un marco estatal homogéneo que pusiera fin a la disparidad de condiciones que existía entre comunidades autónomas.
Próximo paso: agentes forestales y medioambientales
Además del decreto ya publicado, en las próximas semanas verá la luz la regulación específica para el colectivo de agentes forestales y medioambientales, que se regirá por parámetros similares. Al igual que en el caso de los bomberos forestales, se reconocerá la penosidad y peligrosidad de la profesión, adaptando la edad de jubilación mediante coeficientes reductores.
Los sindicatos apuntan que esta normativa vendrá a completar un ciclo de reformas que consideran imprescindible para dignificar la labor de los profesionales del monte y reforzar la estrategia nacional frente a incendios.
Para el movimiento sindical, el decreto no solo asegura la jubilación anticipada sino que fortalece la política de prevención de incendios al reconocer que se trata de un trabajo que exige condiciones físicas muy exigentes y que no puede prolongarse hasta la edad ordinaria sin riesgo tanto para los profesionales como para la propia eficacia del servicio.
La medida coloca sobre la mesa la necesidad de reforzar plantillas, estabilizar contratos y mejorar la formación continua con el fin de garantizar que, incluso cuando una parte de la fuerza laboral pueda retirarse antes, se garantice la renovación generacional y la continuidad de un servicio esencial.
Escribe tu comentario