AFESTEL tuerce el brazo de Stellantis por los motores Puretech con más de 17.000 euros en acuerdos extrajudiciales

La crisis abierta por el fiasco de los motores Puretech sigue dejando al Grupo Stellantis entre la espada y la pared por este fracaso heredado de la antigua PSA. La casa automovilística, pese a las muchas evidencias demostradas a lo largo de los últimos años, sigue reticente a reconocer que existe un defecto de fábrica crítico que liquida los Puretech -coloquialmente conocidos como "Pudretech"- por el fallo de la correa de transmisión, que se degrada al ir empapada en aceite y que se mezcla con la gasolina, dañando partes del motor que van desde la chupona hasta el sistema de frenado. Los más de 8.500 afectados organizados en la Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL) han llevado el caso ante la Justicia y ahora están consiguiendo una serie de acuerdos que, por ahora, ya le han costado a Stellantis el desembolso de más de 170.000 euros. 

ACUERDOS EXTRAJUDICIALES

Pese al goteo de demandas de los últimos meses, la firma detrás de marcas como Peugeot, Opel o Citroën está tratando de evitar las sentencias condenatorias -donde podría probarse que se trata de un defecto de fábrica- y, desde marzo, han comenzado a reembolsar a los afectados con negociaciones extrajudiciales. Desde AFESTEL indican que la previsión es que en las próximas semanas ese valor podría multiplicarse hasta los 2,5 millones de euros en indemnizaciones. 

En cualquier caso, desde el colectivo aventuran que estas cantidades "representan solo el inicio de lo que puede llegar a ser un elevadísimo montante en indemnizaciones, teniendo en cuenta los cientos de miles de perjudicados". Solo en Europa se calcula que hay cerca de 4 millones de afectados. A rengló seguido, censuran que Stellantis "se empecina en no reconocer que el problema de los Puretech es un defecto de fabricación", aunque eso los haya empujado a "asumir importantes costes de reparación ante el abandono de responsabilidades". 

Yerba Luca de Tena, presidente de AFESTEL, va más allá solicitando que "se obligue a Stellantis a dejar de vender coches con estos motores". Mientras, en los juzgados de Vigo hay unas 250 demandas contra Stellantis en estos momentos y la expectativa es que la cifra siga creciendo pues "los representantes de los afectados y sus abogados son optimistas y confían en llegar a un acuerdo satisfactorio, a pesar de que la empresa ignora las comunicaciones judiciales y no se presenta a las conciliaciones".

MÁS Y MÁS AFECTADOS

Mientras esto sucede, los motores Puretech -que los talleres advierten que "hay de dos tipos: los que se han roto y los que van a romperse"- siguen siendo un quebradero de cabeza para usuarios como Marimar, una de las integrantes de AFESTEL que se ha visto, como muchos, envuelta en un lío entre talleres por los fallos de su coche. "El 4 de enero, en plena autopista y lloviendo a cántaros el coche empieza a hacer cosas raras, a trompicones pude meterme en un área de servicio, hubiese podido tener un accidente muy gordo", relata, un episodio muy similar al narrado por otros afectados. 

Ya en el concesionario le dieron un presupuesto de 10.000 euros por la rotura del motor, que debía ser cambiado por completo en un coche con menos de 70.000 kilómetros. "Llamé a atención al cliente explicando el problema, me contestaron que lo iban a estudiar y que hablarían con el taller", indica, si bien ese estudio solo le cubriría el 60% de la reparación. 

"No aceptaba que sólo pagasen ese porcentaje. En un coche de 16.000 euros, no te puedes gastar 10.000", critica, obligada a dejar el coche parado en el taller y constantando que, como ella, eran miles los afectados por estos motores. Después de tramitar la demanda, Stellantis terminó por hacerse cargo de la totalidad de los gastos de la avería. "Llevo 500 km de prueba (con el nuevo motor), estoy feliz, es como si me hubiese tocado la lotería, así lo siento, me habéis solucionado el problema", festeja.