Cierre de la base de Ryanair en Santiago: "Estamos así porque durante años se le permitió campar a su anchas"

Ni el hecho de ser la capital de Galicia y la meta del Camino de Santiago ha librado al aeropuerto Rosalía de Castro de la quema en la particular guerra que mantiene el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, con el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy. Amparada en unas "tasas aeroportuarias excesivas y poco competitivas" impuestas por Aena, la aerolínea ha tomado la decisión de abandonar las rutas que tenía en Vigo y cerrar su base en Lavacolla, dejando a SCQ bajo mínimos al anunciar el cierre de su base y dejando rodeados de incertidumbre a sus casi 100 trabajadores compostelanos. 

TRASLADOS FORZOSOS A ALICANTE Y MÁLAGA

La situación comenzará a clarificarse en las próximas semanas a partir del encuentro fechado para este jueves 11 de septiembre, pero en estos momentos la perspectiva es que se cancelarán los vuelos a Alicante, Palma, Málaga, Gran Canaria, Barcelona y Zaragoza desde el 26 de octubre, cuanto también se reducirán las frecuencias a Tenerife Sur, Lanzarote, Londres y Valencia. Eso en el caso de Santiago, pues en Vigo se cierra la conexión con Londres, dejando a la ciudad olívica sin operaciones.

Los primeros pasos de cara a la reunión del próximo 11 de septiembre ya se han iniciado y el comité de empresa, compuesto tanto por pilotos como por tripulantes, parece caminar en la misma dirección en lo que a demandas se refiere. Así lo confirma Laura Caballero, delegada de USO en Ryanair en el aeropuerto de Santiago de Compostela, que después de esa primera toma de contacto ya tienen tomado el pulso a la situación antes de la apertura de la mesa negociadora. 

“En Santiago tenemos la ventaja de que, tanto los que somos de aquí como los que no, todos queremos lo mismo: estar aquí”, refrenda Caballero, aunque admite que el escenario es complicado ante la intención de Ryanair de iniciar un proceso de traslado colectivo a Málaga y Alicante a las cerca de 100 personas de la base compostelana. Esto podría hacerse extensible a las operaciones en el aeropuerto de Vigo, ya que si bien la decisión afecta solo al personal de tierra, existe incertidumbre sobre qué pasará con estos trabajadores. 

"NOS PILLÓ POR SORPRESA"

Aunque la respuesta de Ryanair a las sanciones del Gobierno de España se venía rumiando desde hacía meses y se esperaba para el final de la temporada alta, desde USO recalcan que el anuncio pilló a la plantilla con base en Santiago “totalmente por sorpresa”. 

“Lo supimos de un día para otro. Nos anunciaron una reunión con la empresa, pero ni nos dijeron para qué. No se dieron amagos o intentos, simplemente nos reunieron un día y ya sospechábamos lo peor por estar en su apogeo el berrinche entre Aena y la empresa. Como reacción a esas tensiones cierran la base”, resumen desde el sindicato. 

Tras conocer las intenciones de la empresa, la primera reacción de los trabajadores de Santiago fue inmediata, pues el grueso de los pilotos y tripulantes se opone a los cambios a Málaga y Alicante. “Cuando se cerraron bases en Canarias en 2020 se aplicó un ERE, la gente pudo escoger entre indemnización o traslado… Se dieron otras condiciones. Pero este no es un ERE, es un traslado forzoso de plantilla. No se puede hacer mucho más que aceptar un despido ordinario o marcharte a estos dos destinos”, indica Caballero, que espera poder ampliar el abanico de opciones durante las negociaciones. 

Pero, ¿y si un trabajador se niega? ¿Existe el derecho a paro e indemnización en este supuesto? “Si se niega a ser trasladado se trataría de un despido ordinario, no una baja voluntaria. Pero un despido ordinario por el cierre de una base que daba beneficios no nos parece normal”, puntualiza Caballero, que considerando todos los escenarios posibles indica que, en el caso de que reabriese la base, “esos trabajadores despedidos no van a volver, por lo que hay que sopesar todas las opciones porque, de otra forma, puede ser catastrófico”.

BASE CERRADA, PERO BENEFICIOS MILLONARIOS

El hecho de que los motivos de Ryanair para tomar esta decisión no respondan a causa de pérdidas económicas evidencia todavía más el hecho de que se trata de un pulso entre la compañía y las autoridades españolas. Una vez entrada en esta fase, parece difícil pensar en una marcha atrás de la aerolínea, pese a que como dicen desde Santiago “los vuelos van siempre llenos, absolutamente siempre”. 

“Se trata de algo que no tiene nada que ver con razones económicas, sino con una motivación que podemos considerar política. A lo mejor los aviones que había en Santiago dan más beneficios en otra base. Nos parece, cuanto menos, una decisión arbitraria, por lo que no sabemos si se puede solucionar. De momento tenemos que ponernos en el peor de los escenarios y prepararnos para la negociación”, lamenta Caballero.

Precisamente, los motivos detrás de este cierre en una compañía con beneficios millonarios y que ha ingresado millones de euros en ayudas públicas, pueden estar motivados por el interés de seguir ampliando su margen de beneficios a costa de los trabajadores, además de para asestar un golpe al Gobierno de España después de sus multas por lo que Consumo consideró “prácticas abusivas”, en referencia al cobro de importes adicionales por el equipaje de mano o la selección de asientos en algunos caso. “No es un interés oculto. Lo han dicho abiertamente. No sé si es un chantaje, pero el cierre de la base se debe al aumento de las tasas aeroportuarias y así nos lo han dicho. Esa es su razón”, sostienen desde USO. 

Los otros perjudicados son los viajeros, que en el caso de Santiago de Compostela se quedan sin muchas rutas en un aeropuerto como el compostelano que en los últimos años ha visto como mermaba la oferta del Rosalía de Castro. El aeródromo de Lavacolla resulta una opción cada vez menos atractiva sobre otras como puede ser Sá Carneiro, con muchas más conexiones internacionales. 

No obstante, Caballero sí tranquiliza a los consumidores, aventurando que esas rutas que deja libres Ryanair podrán ser ocupadas por otras compañías, por lo que puede ser “un problema pasajero” ya que se trata de destinos atractivos en el sector. De igual manera, ellos también sufren las consecuencias de esa decisión desde el otro lado. “Ahora que vemos que nos pueden mover forzosamente, nos preguntamos cómo vamos a volver a casa si nos trasladamos. Se aislaría bastante Galicia”, cuestiona.

"QUE A RYANAIR NO LE GUSTA ACATAR LAS NORMAS YA SE SABE"

Pese a todo, desde USO recalcan que a nadie puede resultarle extraña la actitud de una compañía como Ryanair que tantos titulares ha protagonizado en los últimos años y no siempre por el mejor de los motivos. 

“Que a Ryanair no le gusta acatar las normas ni para con los trabajadores ni con los pasajeros es algo que ya se sabe. Me gustaría que en este tira y afloja entre la empresa y el Gobierno también el Gobierno fuese más firme en torno a todas las decisiones de dudosa legalidad que toma la empresa en España. Porque parece que en muchos aspectos la empresa puede hacer lo que le da la gana en este país”, censura Caballero, que recuerda las muchas huelgas que se han sucedido en Ryanair en los últimos años y que han sido “recurrentes” y “abusivas” con servicios mínimos del 100%, algo sobre lo que ya se ha pronunciado la Justicia a favor de los empleados.

“Se han vulnerado los derechos de los trabajadores durante las huelgas. Hay sentencias firmes. Pero aquí no ha ocurrido nada. Uno de los problemas por los que estamos aquí es precisamente que durante mucho tiempo se ha dejado campar a Ryanair a sus anchas. Y siempre van a pedir más, pero en el momento en el que no quieren ceder y no les conceden lo que piden ocurre esto”, razona Caballero en una estrategia que podría calificarse de ‘Ahora me enfado y no respiro’ por parte de la aerolínea en “un patrón que lleva años cumpliendo, no se trata de algo que nos llegue de nuevas”.

La situación en estos momentos es delicada y en la base de Santiago, por parte de USO, no contemplan de momento la convocatoria de movilizaciones o una huelga, pues creen que hoy no beneficiaría en nada a sus intereses. “Es momento de que los trabajadores miremos un poco por nosotros mismos. Lo que nos importa es saber qué va a ser de nosotros. Ahora mismo no es una opción”, sentencian.