La huelga en Avincis indica una campaña antiincendios a medio gas: "No saldrán todos los helicópteros"

David Vicente, presidente del comité de empresa y miembro de Asetma, explica para Galiciapress las dificultades que encuentran los trabajadores para negociar el convenio colectivo ante una empresa que se niega a dialogar y que trata de subcontratar a otras firmas para que se encarguen del mantenimiento. 

A base de sentencias de la Audiencia Nacional favorables al comité, los empleados denuncian la precariedad que sufren y los "servicios mínimos abusivos" decretados durante las jornadas de huelga convocadas para este verano. La situación lastra las labores de mantenimiento y ya avisan que muchas aeronaves no estarán listas para el inicio de la campaña.

El mantenimiento de los seis helicópteros que prestan servicios aéreos de emergencia en Galicia (dos dedicados al salvamento marítimo, dos a la guardacostas y otros dos a la lucha contra incendios forestales) lo lleva esta compañía.

Queda menos de un mes para el inicio del verano. La época estival es sinónimo de calorcito, de tiempo seco…de riesgo de incendios. La temporada de alto riesgo de incendios está a la vuelta de la esquina y las comunidades preparan el operativo para una temporada que, después de la experiencia del año pasado, puede ser terrorífica si se repiten las condiciones extremas. Sin embargo, este 2023 puede ser más desastroso si cabe porque no están garantizados todos los medios disponibles para luchar contra el fuego: los trabajadores de Avincis, empresa encargada del mantenimiento de los helicópteros de extinción, están en huelga, y el operativo puede verse condicionado este verano por los paros. 

Se trata de un servicio fundamental y que también opera en guardacostas y salvamento. La situación para los trabajadores es crítica porque, denuncian, llevan “más de siete años” con las tablas salariales congeladas, lo que los ha llevado a convocar varias jornadas de huelga durante el verano. 

En un contexto de inestabilidad económica como el actual, David Vicente, presidente del comité de empresa de Avincis Technics, recuerda que la plantilla buscó “negociar un convenio de empresa tras siete años sin actualizarse y caducado desde 2018”, pero no la disposición de entablar conversaciones no ha fructificado. 

“Sufrimos una pérdida del poder adquisitivo de casi el 20%. Veníamos intentando negociar un nuevo convenio y primero exigimos una subida de ese 20% en una serie de años, luego lo bajamos al 15%, al 14%...pero la empresa se niega a sentarse a negociar y trató de descolgarse del convenio de empresas y pasarnos al sectorial”, critica Vicente.

Esta maniobra fue denunciada por el comité de empresa y la Audiencia Nacional le dio esta misma semana la razón, enfatizando en su resolución que “no puede pasarnos al sectorial, que es un convenio de mínimos, y que tiene que seguir en vigor el convenio de la empresa”. 
 

DE SENTENCIA EN SENTENCIA

La sentencia fue muy bien acogida por los trabajadores, ya acostumbrados a tener que recurrir ante la Justicia para la defensa de sus derechos. Son ya varios los fallos de la Audiencia Nacional dando la razón al comité de empresa en aspectos como los alojamientos -los trabajadores tienen derecho a hotel “y la empresa nos pone casas compartidas”- o con los ascensos de categoría, congelados durante años. “Tenemos que ir a base de sentencias de la Audiencia Nacional y conflictos colectivos”, censura el presidente.
 

Así las cosas, en la actualidad el diálogo entre las partes “está roto”, y aunque las convocatorias del comité de empresa son constantes para mantener una reunión cada viernes desde hace dos meses, “la empresa no quiere negociar nada, no acercan posturas”. Ahora que se conoce la sentencia, Vicente espera que por fin vean que no les queda más remedio que asumir que hay que alcanzar un nuevo pacto. 

No es el primer conflicto que vienen en los últimos años. En 2019, cuando la empresa todavía operaba bajo el nombre de Babcock, el intento de la firma de rebajar los salarios se encontró con una oposición frontal de todos los gremios que componen la compañía. Sin embargo, en la de este 2023 la huelga solo está respaldada por los operarios de mantenimiento. 

“El comité de empresa de los pilotos todavía no ha decidido si sumarse o no a la huelga. Ellos siguen negociando el convenio pero no avanzan. Los hemos invitado a unirse a nuestras reivindicaciones, porque nos ocurre exactamente igual a todos”, explica Vicente, al tiempo en que confía que en los próximos días haya una mayor unidad porque “los movimientos de la compañía son cero”. 

SERVICIOS MÍNIMOS “ABUSIVOS” EN GALICIA

El tiempo apremia, porque Avincis es el mayor y más importante operador de servicios aéreos de emergencia en España. En Galicia presta servicio no solo en las labores contra incendios, sino también en salvamento y guardacostas. En la comunidad operan seis aeronaves: dos de salvamento marítimo, dos de guardacostas y otras dos contra incendios forestales. Así, tanto la Consellería de Medio Rural como la Consellería do Mar han decretado unos servicios mínimos del 100% que prácticamente anulan la huelga.
 

“Los servicios mínimos en las bases operativas son del 100%, pero en los centros de mantenimiento de Albacete o Alicante no se han nombrado servicios mínimos del 100%, aunque está cerca y se denunciará ante la Audiencia Nacional”, expone Vicente, que también indica que esta situación está “provocando un retraso enorme en la salida de helicópteros para la campaña de incendios”. Toda la puesta a punto de las aeronaves se realiza en el sur de España antes de desplazarse a otros puntos del territorio. 

“Se prevé que no vayan a poder salir todos los helicópteros contratados porque el mantenimiento no está saliendo. La previsión es que puede afectar a siete u ocho helicópteros menos”, señala el presidente del comité de empresa. Según su relato, Avincis trata de “trampear la huelga” subcontratando los servicios de mantenimiento a otras compañías, lo que motiva una nueva denuncia ante la Justicia y ante Inspección de Trabajo. 

Aún con los servicios mínimos del 100%, “abusivos en el mantenimiento en los talleres”, Vicente subraya que “el apoyo de los compañeros de Galicia es enorme” y que antes de que se decretasen los servicios mínimos en la compañía durante la primera jornada de paros de marzo “el seguimiento fue del 100%”. “Una semana después decretaron servicios mínimos del 95%, por lo que el 5% que podemos estamos en la calle, ejerciendo nuestro derecho a huelga”. 

¿OTRA VENTA?

La preocupación en la plantilla es mayor si tenemos en cuenta que el baile de nombres y propiedades ha sido una constante en los últimos años. La antigua Inaer pasó a ser Babcock, y desde 2022 pertenece al fondo británico Ancala Partners, que la renombró recientemente como Avincis. Muchos tachan a Ancala Partners de ser “un fondo buitre” y Vicente no esconde su temor a que la situación no mejore con la nueva propiedad. 

“Mandamos una carta al CEO de la nueva dirección, pero no nos ha atendido. Nos encontramos con un intento de cambiarnos al convenio sectorial, que por suerte hemos recuperado ante la Justicia. Nuestros derechos van mermando día a día, porque no nos atiende nadie. Parece que jugarán con la empresa tres o cuatro años y luego nos volverán a vender”, lamenta Vicente. 
 

Con este panorama tan poco halagüeño, tanto el comité de empresa como la Asociación Sindical Española de Técnicos de Mantenimiento Aeronáutico (ASETMA), a la que pertenece Vicente, reclaman a las administraciones públicas una mayor implicación en este conflicto y que no los dejen solos. 
 

“Intentamos contactar con las administraciones públicas porque en los pliegos de los nuevos contratos que salen cada año sube la cuantía económica en cada licitación. Pedimos que si ello suben esa cuantía que medien entre nosotros y la empresa, que nos ayuden, porque nosotros lo único que estamos es perdiendo poder adquisitivo mientras la empresa se lleva todo”, reclama Vicente. La suya es una labor fundamental, y en verano pueden ser la diferencia de cara a salvar más de una vida. La marcará si hay suficientes medios o no para socorrernos en los momentos de crisis. Mientras, ellos siguen al pie del cañón.