Así se puede salvar el sistema público de salud en Galicia

La primera medida debe ser la de mejorar las condiciones económicas y laborales de todos los Profesionales sanitarios (Atención Primaria y Atención Hospitalaria) que trabajan en el SERGAS, con esto, habría menos dificultades para la captación de profesionales

Las secuelas de la COVID-19 han demostrado que pueden ser variadas afectando a distintos sistemas de nuestro organismo. Pero, en casi todos los políticos y gestores sanitarios de este país parece que estas secuelas han afectado seriamente su acción de gobierno con una incompetencia manifiesta para la toma de decisiones adecuadas, una percepción equivocada de la realidad, una falta de visión estratégica y de predicción de futuro y, lo que es más grave, un desprecio absoluto para el personal sanitario y para toda la ciudadanía.
 

Cuanta más falta ha habido de estar los mejores liderando la crisis, más mediocres e incompetentes han ocupado y siguen ocupando estos puestos directivos.
 

Si esta percepción es general en todo el territorio nacional, en nuestra Galicia, la situación es mucho más grave porque, a nuestro entender, es provocada e intencionada y, hubiese podido, en gran parte, ser minimizada.
 

Cuando, en 2009, el Sr. Núñez Feijóo accedió por primera vez a la Presidencia de la Xunta de Galicia, heredó una Sanidad pública que podríamos afirmar que era de las mejores de España. Equipos gestores profesionales para la Atención Primaria y para la Atención Hospitalaria, dimensionamiento adecuado, planes anuales de equipamientos y de recursos, planes de humanización, criterios técnicos y no políticos y, sobre todo, unos recursos humanos de primer nivel. Profesionales formados en otros centros que pusieron en marcha programas y servicios en los hospitales de nuestra comunidad que fueron referencia nacional. 
 

Hoy, transcurridos más de 13 años con el mismo gobierno (aunque cambiase recientemente de presidente) y con mayorías otorgadas por los ciudadanos gallegos, podemos afirmar que la Sanidad gallega, nada tiene que ver con la herencia recibida.

Ha habido un enorme desarrollo de la Sanidad privada y un menoscabo galopante de la Pública. Todos los Hospitales privados gallegos familiares, y con una cuota asistencial casi insignificante, hoy son grandes grupos empresariales de la salud con ánimo de lucro que han apostado por una Galicia cada vez con mayor asistencia privada y discriminatoria.
 

Se empezó por la politización absoluta de los cargos directivos y de todos los mandos intermedios, incluidos todos los asistenciales.  Se eliminaros los equipos directivos y la autonomía y presupuestos de la Atención Primaria y de los Hospitales comarcales. Se implantó un modelo hospital centrista y se supeditó toda la asistencia sanitaria de Galicia en siete áreas sanitarias bajo el poder absoluto de un único gerente político en cada área y con un presupuesto único.
 

Se priorizó la inversión propagandística de recursos estructurales (edificios) y de equipamiento frente a la de recursos humanos que es la básica en un sistema sanitario. Se ha producido una descapitalización absoluta y continuada del capital humano, provocando la crisis actual cuantitativa y la que será más importante y de difícil solución, que es la cualitativa y que por el tema Covid aún no se ha hecho tan visible.
 

Se heredó una Sanidad con un estado de salud envidiable y que solo necesitaba medidas preventivas. Hoy, 13 años después, está en la UCI con necesidades de RCP. Y nuestros políticos-gestores no saben hacerla o no quieren, solo saben aplicar cuidados paliativos. Y nuestro Conselleiro es un claro ejemplo de esta incapacidad y que es paradigmática en todos sus aspectos.

No hay que gestionar la crisis provocada por el Covid que solo saben achacar al Gobierno de la nación por no convocar más plazas MIR. Hay que gestionar el Sistema Sanitario en su conjunto.
 

Tiene que haber un rediseño absoluto del Sistema Sanitario y una visión estratégica de futuro pensando en recuperar los principios básicos de eficiencia, eficacia, equidad y satisfacción de todos los gallegos. Se debe recuperar la autonomía de los niveles y centros asistenciales y despolitizar los equipos gestores y mandos intermedios, dando valor a las decisiones técnicas y no políticas.
 

Aunque, sin ninguna duda, la primera medida debe ser la de mejorar las condiciones económicas y laborales de todos los Profesionales sanitarios (Atención Primaria y Atención Hospitalaria) que trabajan en el SERGAS, con esto, habría menos dificultades para la captación de profesionales y, por supuesto, aumentar la inversión en Sanidad que es de los más bajos de todas las CCAA.

Hace pocos días, una Paciente que lleva 22 meses esperando una cita, ante la declaración que realizó el presidente de la Xunta de Galicia sobre la ampliación del programa de cribado del cáncer de mama, publicó una carta de impotencia y de rabia: “Dejen de vendernos cuentos de hadas y salven el barco sanitario”.