Colectivos de Ourense denuncian "agresiones" de las patrullas vecinales y "paracaidistas" que incitan al odio

Este martes hubo en el barrio da Ponte, Ourense, una asamblea de colectivos ciudadanos para organizar "respostas conxuntas e solidarias" a las patrullas de vigilantes que llevan varias semanas recorriendo la ciudad ante el supuesto auge de la delincuencia. Para el sábado está convocada una concentración en la Praza Maior en sentido contrario, en apoyo a las patrullas. Toda una muestra de la polarización que vive la ciudad.

La Asamblea denuncia que las patrullas vecinales han cometido agresiones físicas contra personas vulnerables: "Efectivamente producíronse agresións por parte das ‘patrullas veciñais’ a persoas que viven ou piden axuda económica na rúa". Algunos casos se reportaron a la Policía, pero subrayan que la violencia va más allá: "A violencia comeza na propia situación de pobreza [...] medra cando se partillan en redes sociais imaxes [...] e acentúase cando son criminalizadas e obrigadas a fuxir".

La presencia de militantes de la fuerza "patriótica" Frente Obrero ha sido foco de la polémica. Algunos vecinos agradecen la presencia de estos hombres llegados de fuera para organizar las patrullas. La recepción de los colectivos sociales es diferente. En su opinión, estamos ante "paracaidistas que veñen aproveitar un conflito e crear tensións para tentar hexemonizar o malestar" que "aproveitan o medo da veciñanza para colar o seu discurso de odio".

Sobre los rumores de que Covadonga atrae heroinómanos de fuera de la ciudad por su calidad-precio, la asamblea reconoce que "o narcotráfico é un elemento explicativo fundamental para comprender a situación dos barrios obreiros", pero matiza que las causas profundas radican en un sistema que no garantiza condiciones mínimas de vida. La gentrificación y la especulación urbanística alimentan, a su juicio, "estratexias estigmatizadoras" que perjudican al barrio.

Las instituciones también son señaladas como coresponsables. "Institucións como a Xunta de Galicia e o Concello de Ourense, teñen abandoadas as súas obrigas asistenciais en servizos sociais e sanidade", denuncian, destacando la reducción de recursos como la Unidad de Condutas Adictivas (UCA) y fondos para ONG, lo que ha llevado al cierre de servicios clave. Esta falta de alternativas residenciales agrava la situación de personas sin hogar.

El Sindicato Unificado de Policía ha apuntado que el problema requiere una solución social más que policial, dado que los heroinómanos delinquen por su adicción. La asamblea coincide en parte, rechazando la represión: "O reforzamento policial, a represión, o fustrigación e a violencia sobre estes sectores [...] nunca serviron para resolver, nin sequera paliar, o problema". Insisten en que se necesitan soluciones para sacar a estas personas de la marginalidad, no más recursos para cuerpos represivos.
 

Las patrullas, calificadas de "á marxe da legalidade" por la asamblea, ya han generado denuncias ante la Fiscalía por mensajes de odio en redes. Sin embargo, "as posibilidades legais contra estas actividades aínda están en estudo", y consideran que el verdadero freno debe venir de "a veciñanza organizada, a solidariedade de clase e a intervención na raíz do empobrecemento".

Para combatir el odio, la asamblea propone un contradiscurso basado en "organizarse e debatendo para establecer unha análise que confronte ós discursos de odio e aporofobia", enfocándose en las causas reales: desigualdad, desmantelamiento de servicios públicos y exclusión social. Respecto a la "verdadeira inseguridade", identificada como la pobreza, argumentan que "a ameaza máis presente na nosa vida é chegar a fin de mes, a mesma ameaza que sofren de maneira extrema aqueles que dormen nos portais", descartando las patrullas como solución y abogando por políticas sociales.

Por último, invitan a la ciudadanía a colaborar mediante asambleas abiertas y un grupo de coordinación con asociaciones locales. "Estamos a convocar asambleas abertas en diferentes espazos ás que están convidadas a asistir e participar toda a veciñanza", concluyen.