Patrullas de vigilantes en Ourense: concentración el sábado y cruce de denuncias

Roberto Vaquero, líder de la fuerza ultranacionalista española Frente Obrero, es uno de los que está promocionando la convocatoria. El anuncio se ha realizado a través de redes sociales y no hay ningún colectivo que firme los carteles que se están difundiendo. 

La llegada de varios militantes de este partido político “patriota” a la ciudad para ayudar a organizar patrullas ciudadanas ha desatado la polémica.
 

De hecho, ayer estaba prevista una reunión de vecinos y colectivos sociales en el barrio de A Ponte para organizar respuestas a lo que algunos tildan de  “de grupos fascistizados reforzados por achegas doutros territorios”. 

Los propios militantes del Frente Obrero han reconocido su polémico desembarco en la ciudad tras, dicen, ser reclamados por vecinos para organizar patrullas. 

Las noticias del surgimiento de patrullas nocturnas han sido seguidas de varias operaciones policiales. La semana pasada la Policía Naciona detuvo a una docena de presuntos narcotraficantes de mediana escala, todos de nacionalidad española,  a los que se les intervino la mayor cantidad de heroína decomisada en España este año. Esa operación se realizó en Covadonga, el barrio que históricamente es el epicentro del trapicheo de heroína en Ourense. Los barrios afectados por la supuesta ola de inseguridad, A Ponte y O Vinteún, son linderos con Covadonga. Están próximos también a la estación de tren y de autobús.

Estos factores y la supuesta buena relación calidad-precio de la heroína vendida en Covadonga son algunos de los factores que podrían explicar la afluencia de personas con adicción a la zona, incluso provenientes de otros lugares.
 

Ayer la Policía Nacional montaba otra redada contra el narcotráfico a más pequeña escala en el centro de la urbe, con cinco detenidos, tras actuaciones en la Calle Progreso y en la zona de la antigua cárcel. Los datos oficiales de criminalidad muestran un aumento de los hurtos en la ciudad, pero no de los delitos violentos.

Según informó el medio local “Oui-ches?”,  la semana pasada una patrulla ciudadana formada por cinco individuos le dio una paliza a una mujer gitana que suele pedir limosna en un supermercado de A Ponte. El colectivo “Acción Ciudadana Ourense”, uno de los implicados en la promoción de las patrullas ciudadanas, replicó que “todo lo publicado son calumnias” y anunció medidas judiciales.

Denuncias en el juzgado también hay contra los grupos en redes sociales en los que se organizan las vigilancias por un supuesto delito de odio. Son perfiles en los que se pueden leer mensajes como “no cazo pokemon, cazo yonkis” o “quiero matar gente”. 

Algunos de los participantes en las polémicas patrullas han defendido su carácter pacífico. Entre otras, “informar a vecinos de cómo extremar precauciones”, “acompañar a vecin@s en horas más peligrosas a sus casas o puestos de trabajo”.
 

Vecinos de los barrios de A Ponte y O Vinteún se han reunido con el subdelegado del Gobierno. El responsable de la Policía Nacional ha pedido calma y que dejen actuar a las fuerzas del orden.

Desde el principal sindicato policial del país, el SUP, se ha argumentado que el problema -más allá de la falta de agentes que llevan denunciando hace años- requiere medidas sociales y no estrictamente una solución policial, pues en muchos casos se trata de personas con problemas de adicción que delinquen para conseguir dinero con el que pagar su dósis de droga.

Desde el bando crítico con las patrullas, se ha criticado al Ayuntamiento que presidente Gonzalo Pérez Jácome (DO) por recortar los programas de atención social a las personas con problemas de drogadicción.