Néstor Rego: "El Gobierno no cumplió todo el acuerdo de investidura. Ahora tenemos que ser más exigentes y cautos"

Ayer tuvo lugar la primera toma de contacto con el PSOE para iniciar el proceso de negociar el apoyo del BNG en la investidura. ¿Con qué sensaciones salió de ese encuentro?

La sensación fue positiva en el sentido de percibir que hay interés en llegar a un acuerdo con el BNG y con el conjunto de fuerzas políticas que pueden facilitar la investidura. Siempre dejamos claro que el voto del BNG es un voto solo posible si existen compromisos claros con nuestro país. Si hay una voluntad del PSOE de acordarlos, significa que también hay voluntad de que el futuro gobierno asuma esos compromisos que impliquen el avance de nuestro país y la mejora de condiciones de vida de los gallegos y gallegas, que es lo que nos mueve y nos interesa. 
 

En la anterior legislatura el BNG comprometió su apoyo con la condición de desarrollar la Axenga Galega. ¿Qué valoración hace del trato que recibió Galicia en los últimos cuatro años? 

Tenemos una sensación agridulce. Fue un buen acuerdo de investidura, que generaba grandes espectativas al desbloquear asuntos que llevaban décadas esperando y significaba compromisos en muchos aspectos con nuestro país. Pero agridulce porque una parte fue cumplido o se está cumpliendo, lo cual está bien, y ahí tenemos los descuentos en la AP-9, la regeneración de la ría do Burgo, que llevaba décadas esperando y que está finalizando, mejoras en materia de infraestructuras ferroviarias, como la línea Ourense-Lugo o la conexión con el puerto exterior de A Coruña, por poner ejemplos.

Pero otra parte del acuerdo no se cumplió por parte del PSOE y el Gobierno de Coalición. Ahora tenemos que ser más exigentes y cautos. En un nuevo acuerdo queremos que se incorporen medidas con una definición clara, con un calendario preciso y con mecanismos de verificación. 

Pero sabemos que el mejor mecanismo de verificación es que el voto del BNG pueda ser determinante en muchos casos, algo sobre lo que tenemos certeza porque hablamos de unos números tan ajustados que con independencia de lo que ocurra en la votación de investidura, donde al PSOE le pueden sobrar algunos votos pero no muchos, a lo largo de la investidura las circunstancias pueden cambiar. Para nosotros lo importante es que quien llegue a acuerdos los cumpla. Nosotros cumplimos nuestra parte y lamentamos que el Gobierno no cumpliese con todo lo que figuraba en ese acuerdo. 

"Pero otra parte del acuerdo no se cumplió por parte del PSOE y el Gobierno de Coalición. Ahora tenemos que ser más exigentes y cautos"

"NOS GUSTARÍA VOTAR A FAVOR DE LOS PRESUPUESTOS PORQUE ENTONCES SERÍAN POSITIVOS PARA GALICIA"

Y de cara a una hipotética legislatura, ¿cuáles serían los ejes o líneas rojas del BNG para dar su voto favorable? 

Hay ejes que son claros. Aumentar las inversiones en Galicia. Acarreamos un déficit histórico que luego se refleja en infraestructuras, servicios y otros ámbitos. La segunda parte es que se materialice en más y mejores infraestructuras, especialmente ferroviarias, y más y mejores servicios. Y estoy pensado por ejemplo en que pueda haber un servicio de cercanías en Galicia y que pueda haber mejores servicios de media distancia con más frecuencias y precios más bajos.
 

En tercer lugar, existe una crisis industrial en nuestro país por la que necesitamos impulsar la actividad económica. Llevamos un periodo muy prolongado de crisis que supone el cierre de empresas, la pérdida de puestos de trabajo… Hay que frenar y revertir esa situación vinculada a lo que debe ser una transición justa, con una propuesta de actividad económica una vez que cerraron las dos térmicas que había en Galicia. El cuarto punto son las políticas ambientales para atender situaciones como la de la ría do Burgo, pero lo cierto es que es necesario el saneamiento de la práctica totalidad de nuestras rías para recuperar su calidad ambiental y su capacidad productiva, o frenar el expolio eólico del país.
 

En quinto lugar las políticas sociales, algunas de carácter general y van a favorecer a las mayorías sociales, pero especialmente en Galicia, donde tenemos los indicadores socioeconómicos más bajos. Pienso por ejemplo subir el salario mínimo hasta el 60% del salario mínimo, en subir las pensiones mínimas al mismo nivel que el salario mínimo u otras más específicas como crear juzgados de violencia de género en nuestro país. Y por último está todo aquello que tiene que ver con el autogobierno y la financiación. Tiene que haber un nuevo modelo de financiamiento que deje de castigar a Galicia, que permita que tengamos más recursos y, al tiempo, tiene que haber voluntad por parte del Gobierno de España de completar todo lo previsto en el Estatuto y aquellas competencias reclamadas por unanimidad en el Parlamento de Galicia. Pero también aquí tiene que haber voluntad por parte del Gobierno de Galicia de reclamarlas, y hasta ahora faltó esa voluntad por parte del PP, por lo que la conclusión tiene que ser que debe existir otro gobierno en la Xunta que reclame y ejerza como Gobierno de Galicia para que reclame esas competencias. 

El PSOE, además del voto para la investidura, persigue también la confianza de las fuerzas progresistas para los próximos presupuestos. El BNG ya demostró en el pasado que el suyo era un voto caro y siempre se opuso a las cuentas presentadas por el Gobierno. ¿Se trató este asunto en el encuentro con Sánchez?

Sí, de manera genérica, y estamos en disposición de hablar de los primeros presupuestos, y aseguro con rotundidad que nos gustaría votar a favor de los PGE, porque significaría que son buenos para Galicia. Ese es el problema que nos encontramos en años anteriores. No es de recibo que los primeros presupuestos del Gobierno de Coalición en 2021 bajasen la partida destinada a Galicia en 104 millones de euros en relación con los últimos del PP, cuando el PSOE entonces los había calificado como un bofetón a Galicia. Eran inaceptables y el BNG se opuso a esos presupuestos que discriminaban a Galicia en un contexto en el que subían las inversiones en otras comunidades, en algunas por encima del 50%.
 

Mejoró un poco el siguiente ejercicio, donde se superaron los 1.000 millones de euros, pero muy ligeramente, y ahí lo que hicimos fue abstenernos, donde también figuraban aspectos con los que no concordamos, como ese incremento brutal en el gasto militar, que fue el que más subió. Insisto: nos gustaría hablar de los presupuestos y votar a favor de unos presupuestos que tratarían con justicia a Galicia. Pero tenemos claro que el voto del BNG está para defender los intereses de nuestro país. Si se presentan propuestas en esa dirección van a encontrarse el apoyo del BNG. En caso contrario, lo que van a encontrarse es al BNG enfrente. 
 

LENGUAS COOFICIALES, AMNISTÍA E INVESTIDURA FALLIDA

Hasta ahora, lo que sí se vio fue la predisposición para una cierta unidad entre las fuerzas progresistas, y se vio en la composición de la Mesa del Parlamento y en la aprobación del uso de las lenguas cooficiales. Este último aspecto, ¿no llega tal vez muy tarde?

Es evidente. Podemos decir que tendría que haberse dado hace 45 años. Pero bien está que llegue, aunque sea como consecuencia de la capacidad que tenemos el conjunto de las fuerzas soberanistas de condicionar las políticas del Estado. 

Incluso encontrando oposición en el Congreso.

Es algo sorprendente. Que el expresidente de la Xunta vote en el Congreso en contra de que el gallego, que tenía la obligación de defender como presidente de la Xunta, pueda ser una lengua de uso normal en la Cámara, resulta esperpéntico y sintomático de las políticas contrarias a la lengua del PP. Pero es cierto que el PSOE, que hizo hace dos meses de la necesidad virtud, también se oponía a su uso. Recuerdo que en la pasada legislatura, como diputado del BNG, se me retiró en varias ocasiones el uso de la palabra por utilizar el gallego, incluso en la defensa de una proposición de ley que hicimos de forma conjunta nueve fuerzas políticas para modificar el reglamento.
 

Es justamente lo que acaba de hacerse ahora ya lo defendimos en junio del año pasado. En ese momento no pude acabar la intervención, pese a que como quedó demostrado no había ningún artículo en el reglamento que estableciese una lengua de uso, no decía nada en ese respecto, pero ahora lo dice. En la primera sesión en la que se aprobó la modificación del reglamento, antes de su aprobación, pudimos hacer intervenciones en nuestra lengua. Era solo una cuestión de voluntad política. Nos alegramos de que llegue ahora, pero sí llega muchos años tarde algo que debería ser normal como es reconocer la pluralidad lingüística del Estado español. 

En cualquiera caso el BNG es solo una de las muchas piezas que el PSOE tiene que encajar para alcanzar los apoyos necesarios. Apoyos que pasan por la tan comentada amnistía a los encausados del procés. ¿Cuál es la postura del BNG al respecto? ¿Considera necesaria esa Ley de Amnistía que proponen algunas fuerzas políticas?

Siempre defendimos que los conflictos políticos deben resolverse por la vía política y no judicial. No lo decimos ahora, lo dijimos siempre y precisamente en el momento en el que esos hechos estaban ocurriendo y cuando tuvo lugar el proceso judicial a los líderes independentistas catalanes. Actuamos con coherencia: hay que desjudicializar la vida política, hay que resolver los conflictos políticos por la vía política y nunca por la vía judicial. Somos favorables a que ahora se pueda dar un paso en esa dirección. 

"Siempre defendimos que los conflictos políticos deben resolverse por la vía política y no judicial. Actuamos con coherencia"

Hay que esperar a conocer el texto concreto, pero esto supondría un avance en la democratización del Estado, de un régimen como el del 78 con muchas lagunas desde el punto de vista democrático, la de las lenguas cooficiales era una de ellas. Ese es un avance democratizador, y esa propuesta debe ir dirigida en la misma dirección y esperamos que salga adelante. La amnistía no es solo una cuestión por Cataluña, es por todos nosotros, porque es un paso en una línea democratizadora. 
 

Venimos de una sesión de investidura fallida cuando ya desde el primer momento era evidente que Feijóo iba a tener muy complicado reunir los apoyos necesarios para salir investido. Los tiempos en política son los que son, pero muchos ciudadanos pueden preguntarse si era realmente necesario, si no fue una pérdida de tiempo si ahora podríamos tener un Gobierno que no fuese provisional. ¿Qué opina?

Estoy convencido de que fue una pérdida de tiempo para la ciudadanía. Era evidente de que esa era una investidura fallida y que el único objetivo de Feijóo era intentar con ella afianzarse como dirigente del Partido Popular frente al fuego amigo, a las críticas internas y aquellos sectores descontentos que quieren moverle la silla. Esa fue la razón por la que el BNG no quiso participar en ese paripé. Siempre dijimos que somos una fuerza en disposición de hablar con todo el mundo siempre que sea para que nuestro país avance, pero no vamos a perder el tiempo ni colaborar en un paripé partidista, con un objetivo interno, porque eso se evidenció en la intervención de Feijóo en el Congreso, donde mencionó expresamente necesidades con las que se compromete de cada una de las comunidades autónomas excepto de Galicia es sintomático del papel que le correspondería a nuestro país en un hipotético gobierno de Feijóo. 
 

Esto es lo que ocurrió. Luego no puede decir que las necesidades de Galicia las conoce. Si las conoce debe asumir compromisos claros como asumió por dos veces compromisos con la industria vasca. Yo le recordé que en Galicia llevamos muchos años viviendo una crisis industrial que supuso el cierre de muchas empresas. No tiene nada que decir al respecto. Esa fue la evidencia palpable de que el Gobierno de Feijóo sería letal para nuestro país, como así lo fueron sus gobiernos de la Xunta.