Vox aparta a su ex-candidato en Pontevedra, Antonio Budiño, por denunciar la "tiranía" de Abascal
El ex-militar firmó un documento reclamando refundar el partido ultra y acusando a la actual directiva de haber montando un chiringuito del que se beneficiaría el líder de la formación. Budiño es General de Divisióndel Ejército de Tierra en la reserva.
Vox ha suspendido de militancia durante cuatro años al general retirado Antonio Budiño, quien fue cabeza de lista por Pontevedra en las elecciones generales de 2019, tras manifestar su desacuerdo con la dirección del partido y exigir una rendición de cuentas al líder Santiago Abascal. Budiño, que acusó a Vox de convertirse en un "chiringuito" y de traicionar sus principios fundacionales, fue uno de más de un centenar de cargos y excargos que firmaron una carta crítica para pedir una "refundación" del partido, demandando transparencia y la convocatoria de un congreso extraordinario para retomar los valores originales de la formación.
El general Budiño, muy activo en redes sociales, expresó en su cuenta de X (antes Twitter) una despedida cargada de críticas contundentes, en la que desea que Vox "reciba de los ciudadanos lo que se merecen por falsarios y traidores a sus propios principios fundacionales". Además, afirmó que su sanción es consecuencia de "ser libre y decir la verdad" en un entorno donde, según su opinión, la libertad de expresión dentro del partido es inexistente y se sanciona cualquier disidencia interna.
Esta decisión se produjo después de que en febrero varios miembros críticos de Vox, entre ellos Budiño, firmaran la llamada Declaración de Barajas, documento en el que denominaban a Vox como un "chiringuito" y reivindicaban ser los auténticos "patriotas" frente a la "tiranía de Abascal". La dirección del partido respondió abriendo expedientes a los firmantes por deslealtad y por, supuestamente, haber dañado la imagen pública de la formación política. En particular, Budiño fue inhabilitado para ejercer cargos en el partido durante cuatro años, alejándolo así de la actividad interna.
Antonio Budiño había sido una figura relevante dentro del partido en la provincia de Pontevedra, llegando incluso a encabezar la candidatura para el Congreso en las generales de 2019. En aquellos momentos, el partido buscaba vincularse con valores asociados al Ejército, donde Budiño, como general retirado, representaba autoridad y disciplina. Sin embargo, con el paso del tiempo, y tras las elecciones de noviembre de 2019, el exmilitar empieza a observar un viraje en Vox, que según él se alejaba de sus principios originales y adoptaba prácticas que calificaba de clientelistas y poco meritocráticas, favoreciendo a amigos y afines en detrimento de los que él considera "leales" y capacitados.
Asimismo, Budiño denuncia que ha intentado sin éxito comunicarse en dos ocasiones mediante cartas manuscritas con Santiago Abascal para exponer sus discrepancias, recibiendo únicamente acuses de recibo sin respuesta ni diálogo. Siente que el partido ha abandonado a sus bases y que se ha convertido en una estructura cerrada, más preocupada por el control interno que por la regeneración política que decía defender.
La expulsión y sanción de Budiño se enmarca en un contexto de tensiones internas crecientes dentro de Vox, donde varios cargos fundadores y militantes críticos han abandonado o han sido apartados en los últimos años. Entre ellos se mencionan figuras como el general Agustín Rosety o Rubén Manso, así como diputados emblemáticos que han expresado su malestar por la falta de democracia interna o por decisiones de la cúpula que consideran arbitrarias o alejadas de los principios fundacionales.
En sus declaraciones públicas, Budiño acusa a Vox y a su dirección de priorizar la fidelidad incondicional y el servilismo, marginando a quienes no se ajustan a ese perfil, lo que ha provocado una crisis interna que afecta a la cohesión y la imagen de la formación. A pesar de sus críticas, mantiene que Vox es un partido necesario para España, pero reclama que vuealva a sus valores originales y gane en transparencia y apertura interna.
¿Qué es la Declaración de Barajas?
Es un documento aprobado el 22 de febrero de 2025 en una reunión celebrada en Madrid, en el Hotel Meliá Barajas. Participaron unos 95 afiliados, exmilitantes y cargos autonómicos y municipales de Vox de 31 provincias, entre ellos Antonio Budiño, Idoia Ribas, Sonia Lalanda, Ana Rosa Hernando y Javier Teira.
- Denuncian la falta de democracia interna y transparencia financiera dentro de Vox, así como una cultura de obediencia y miedo a represalias.
- Consideran que Vox ha abandonado sus principios fundacionales y se ha transformado en un "chiringuito" al servicio de unas élites que han secuestrado el partido.
- Piden un congreso extraordinario para refundar el partido, aprobar nuevos estatutos democráticos y volver a celebrar primarias internas.
- Exigen que Santiago Abascal y el Comité Ejecutivo Nacional rindan cuentas por decisiones como la ruptura de coaliciones con el PP, la integración en el grupo patriota en el Parlamento Europeo o la falta de control en el manejo de fondos.
La declaración fue remitida a la sede nacional del partido y se concedió un plazo de 10 días para una respuesta explícita, advirtiendo que la ausencia de respuesta sería interpretada como negativa.
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