#Claves de la semana

Un posible pacto entre Vox y PPdeG y otras claves de la inminente campaña electoral en Galicia

Rueda en Land Rover, la Xunta presentando nuevos bonos, el PSOE anunciando que está listo para convocar su congreso … Cada vez huele más a precampaña. Analizamos las fortalezas y debilidades de los competidores de cara a unos comicios autonómicos para los que quedan pocos meses.


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Alfonso Rueda en el vu00eddeo de promociu00f3n de su presencia en el Land Rover de la CRTVG
Alfonso Rueda en el vídeo de promoción de su presencia en el Land Rover de la CRTVG

 

 

Pese a que el posible adelanto electoral centra el debate político en Galicia, no importa demasiado si Alfonso Rueda escoge enero, primavera o agota la legislatura hasta el principio del verano. Las elecciones a la Xunta de Galicia están a la vuelta de la esquina. Por lo tanto, las estrategias de los competidores y sus cabezas de cartel deberían estar ya definidas. Sin embargo, uno de los principales contendientes no ha terminado sus deberes.



PP: SUBVENCIONES Y PROMOCIÓN DE RUEDA

La Xunta ha lanzado en las últimas semanas varios anuncios de nuevos programas de subvenciones masivas. Vuelven los bonos activa comercio, se crean los bonos para niños que practican deporte federado y se lanza la segunda edición este año de los bonos turísticos.

 

Aunque el presidente Alfonso Rueda negó el jueves que estas ayudas tengan que ver con un inminente adelanto electoral -dice que simplemente es porque ahora toca presentar presupuestos-, es evidente que la cúpula del Partido Popular está exprimiendo los recursos de la Xunta para llegar a las elecciones con la mejor imagen posible. Jamás hubo dos convocatorias anuales de bonos turísticos, por ejemplo. 

 

Además, los conservadores han enviado este jueves a su líder al Land Rover de Televisión de Galicia. Es uno de los espacios más populares y sin duda mejorará el conocimiento del pontevedrés entre el público que no sigue a menudo la política y que por tanto ignora la trayectoria vital del que fuera tanto tiempo escudero de Alberto Núñez Feijóo.

 

En la línea de batalla conservadora, el desconocimiento de Rueda entre el gran público es su flanco débil más evidente, debido a las  décadas de presidencialismo de Feijóo. En parte por eso Rueda fue ahora al Land Rover y también por eso  el Partido Popular de Galicia estrena una campaña -Galicia non para!-  en la que Alfonso Rueda se pasea en autobús por localidades del rural.  El partido promete que se podrá debatir con el candidato mientras se toma una caña, sin alcohol.

 

ADELANTAR COMICIOS SERÍA CONTARIO AL "ESTILO RUEDA"

¿Adelantará Rueda las elecciones si no hay nuevo gobierno en España y se convocan comicios generales, en principio para enero? Muchos lo dan por seguro, invocando los buenos resultados que tuvo el PP en las votaciones de verano. Sin embargo hay que recordar que Rueda ya tuvo ocasión de adelantar las elecciones para hacerlas coincidir con las generales pero renunció a aprovecharse del previsible ‘efecto Feijóo’ entre el electorado gallego.

 

 

 

 

 

El actual líder de los conservadores gallegos prefirió esperar y así silenciar las voces que lo acusan de ser un político segundón, incapaz de liderar por sí solo un proyecto cuando no está a la vera de su compañero ourensano. Si en el verano Rueda apostó por mantener un perfil propio -cumpliendo su  compromiso de que habría continuidad con el feijoosimo pero también "estilo Rueda-, en teoría ahora tampoco debería dejarse seducir por aquellos asesores que le reclaman jugar sobre seguro y convocar los comicios autonómicos al mismo tiempo que unos hipotéticos comicios estatales, facilitando así que quien quiera investir a Feijóo conceda su apoyo también a quien fue su mano derecha.


BNG: MARCAR DISTANCIAS CON LAS IZQUIERDAS ESPAÑOLAS, PERO NO DEMASIADO

Sean ahora o sean en verano, el PP no es el único competidor que llega a las elecciones con los deberes hechos. Hace tiempo - desde que le lanzara un órdago a su partido- que nadie discute en el Bloque el liderato absoluto de Ana Pontón. Esto ha contribuido a que la percepción de que la popularidad de la nacionalista entre determinados sectores del electorado -como las mujeres y los jóvenes- sea ahora mismo el principal escollo para que el PP repita en San Caetano.

 

Las expectativas nacionalistas, eso sí, se han enfriado bastante después de los mediocres resultados en los comicios de junio. El Bloque Nacionalista Galego solo logró un diputado y además vio como lo adelantaban las fuerzas de la izquierda estatal, tanto socialistas como Sumar.

 

 

 

 

 

El resultado es que la estrategia de Pontón de cara a unas elecciones gallegas no es fácil. Por un lado tiene que marcar distancias con PSOE y con Sumar, para evitar que muchos votos de los gallegos de izquierda vayan otra vez a opciones estatales. Al mismo tiempo que marca eas distancias, tiene que dejar claro que no habría problema pactar con ellos si el Partido Popular pierde la mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia. 

 

Todo el mundo sabe que la única alternativa a otra mayoría conservadora en Galicia  es que se unan los votos de los diputados socialistas, nacionalistas y, en su caso, rupturistas. Esto explica en parte porqué el Bloque no se está mostrando muy duro, al menos en público, a la hora de negociar la investidura de Pedro Sánchez. Nadie se plantea en serio que  el Bloque vote en contra del candidato socialista en el Congreso, porque esto desmovilizaría a un parte de los votantes de izquierda en las autonómicas.


OTRA VEZ LÍO INTERNO EN LA IZQUIERDA RUPTURISTA EN GALICIA

Decimos diputados, en su caso, rupturistas ,porque no está nada claro que este espacio político -a la izquierda del PSOE y no nacionalista- logre representación en el Parlamento de Galicia, teniendo en cuenta la debacle de En Marea y sus escisiones hace cuatro años. Por no estar claro, ni siquiera está claro que Sumar pueda presentarse con los mismos componentes que en las generales, cuando sorprendentemente consiguió un escaño por A Coruña y otro por Pontevedra, adelantando así al Bloque.

 

 

 

 

 

Las fortísimas tensiones entre el aparato estatal Podemos -a las que son afines parte de las bases de Podemos Galicia- y las personas próximas a la gallega Yolanda Díaz hace posible que no haya acuerdo entre Podemos y los yolandistas para formar una candidatura común al Parlamento de Galicia, pese a que la actual cúpula de Podemos Galicia es proclive a la integración. Otro punto débil de la izquierda rupturista es que ahora mismo no está claro quién podría ser el cabeza de cartel. ¿El ex-diputado Antón Gómez Reino?  ¿La mano derecha de Yolanda Díaz Marta Lois, que dice que ese debate no hay que abrirlo ahora? ¿Intentarán repescar a alguno de los llamados alcaldes del cambio como Xulio Ferreiro? 


¿ALGUIEN QUIERE SER REALMENTE EL CANDIDATO DEL PSdeG?

Tampoco está nada claro quién va a ser el cabeza de cartel del Partido Socialista de Galicia. Ferraz mandó aplazar este debate hasta la conformación de un gobierno en España. Conscientes de lo perjudicial que es carecer de candidato a estas alturas, los socialistas gallegos ansían un pacto que permita a Pedro Sánchez y a su equipo seguir en la Moncloa.

 

¿Le conviene al PSdeG una reedición del gobierno de coalición entre las izquierdas y los nacionalistas gallegos en el Estado? Si y no. Sí, porque permitirá sacar pecho de los avances en política social impulsados desde Moncloa. No, porque este pacto les puede dejar sin la persona que muchos dirigentes socialistas del país creen que sería su mejor cabeza de cartel, José Ramón Gómez Besteiro. 

 

 

 

 

 

Sánchez acaba de escoger a Besteiro para formar parte del equipo de negociación con los nacionalistas catalanes. Otra prueba más de que lucense cuenta con la máxima confianza del presidente en funciones. Si esas negociaciones tienen éxito, los socialistas necesitarán cuadros para pilotar la administración estatal. Es evidente que Besteiro tiene muchas papeletas para jugar un papel importante en Mardid, incluso como ministro. Si así lo desea, claro.

 

¿Lo queire Besteiro o prefiere jugársela en unas elecciones gallegas? Casi todos los grandes referentes del Partido Socialista de Galicia llevan meses animando públicamente al diputado a dar ese paso adelante y postularse como candidato a la Xunta. Besteiro no les ha hecho caso y sigue aplazando la decisión. 

 

Esto no hace más que alimentar los rumores que apuntan a que su futuro está más en Madrid que en Santiago. Al fin y al cabo, la historia electoral reciente indica que los socialistas parten con pocas posibilidades de llegar a la presidencia de la Xunta. Los nacionalistas le superaron en las pasadas autonómicas y, además, los conservadores parten como favoritos claros en las encuestas para revalidar la mayoría absoluta. 

 

 

 

En este sentido, es entendible que Besteiro pueda sentirse más seguro con un cargo en Madrid que como candidato autonómico. Lo mismo puede decirse de otros de los nombres que suenan como cabeza de cartel. El ex delegado del Gobierno José Miñones ya lleva un tiempo como Ministro de Sanidad y en principio tiene posibilidades de repetir en el cargo. 

 

Ni Miñones ni Besteiro están desarrollando estas semanas una actividad especialmente intensa en Galicia que permita intuir que están abonando el terreno para una candidatura a la Xunta. 

 

Siguen dejando el protagonismo de la política gallega al tercer nombre que más suena en las quinielas, el del actual líder del partido en la comunidad, Valentín González Formoso. Con todo, la insistencia de Formoso en recordar que su amigo Besteiro puede ser el candidato si él así lo decide -aún lo repitió ayer- deja claro que el alcalde de As Pontes parece remiso a abandonar la presidencia de la Diputación de A Coruña para enfrentarse a Rueda y a Pontón en un combate que se presenta cuesta arriba para los socialistas.

 

Así las cosas, el único referente socialista que ha lanzado claras señales de querer ser cabeza de cuartel es Gonzalo Caballero. El problema es que Caballero perdió el Congreso del año pasado del partido y sería sorprendente que su sector crítico, en teoría minoritario, fuera capaz de vencer a un candidato oficialista -sea éste Formoso, Miñones o Besteiro- en unas primarias. 

 

En definitiva, el PSdeG está enredado en un nudo que no podrá desatar hasta que Pedro Sánchez sea elegido presidente o se convoquen nuevas elecciones. Inmediatamente después de ese momento, los socialistas convocarán su Congreso autonómico y se sabrá si es posible un acuerdo entre los oficialistas y los críticos de Gonzalo Caballero para evitar unas primarias tan cerca de las elecciones.


¿QUÉ PASA EN GALICIA SI HAY UN PACTO PP +VOX PARA OTRAS GENERALES?

Otra incógnita en esta precampaña electoral en Galicia es una posible alianza entre el Partido Popular y Vox. Tras la victoria pírrica de Feijóo en las elecciones generales, son numerosas las voces en la derecha española que animan a las derechas a pactar en las circunscripciones electorales donde uno de ellos no parta con claras opciones de lograr representación. En Galicia, esto se traduciría en que Vox renunciase a presentarse a las autonómicas. Lo lógico es que a cambio pidiese al menos algún puesto de salida en las listas comunes. 

 

Esta hipótesis suena descabellada en principio, teniendo en cuenta que el PPdeG es en principio tan fuerte y Vox en Galicia tan débil que los de Rueda no tienen necesidades imperante de pactar con los de Santiago Abascal. Pueden ganar los comicios ellos solo y lo saben. Al fin y al cabo, Vox solo sacó 26.000 votos hace cuatro años, un discreto 2%.

 

Ahora bien, si a nivel estatal el Partido Popular sigue apostando en su estrategia de normalizar pactos con  la formación ultranacionalista española, se convocan de nuevo comicios estatales para enero y Rueda adelanta para hacer coincidir las gallegas en esa fecha, es posible que surjan voces en el Partido Popular a nivel que pidan un pacto con Vox también a nivel autonómico. Si hay coaliciones en algunas provincias para los comicios estatales esos pactos deberían aplicarse en provincias donde Vox es residual, como Lugo o Ourense. En esa circunstancia, lo lógico es que también haya pactos electorales para los comicios gallegos si son en la misma fecha, más cuando la alternativa a una mayoría de las derechas en Galicia es -dende el punto de vista del centralismo- aún peor que la alternativa en España, una Xunta liderada por una independentista.

 

El PP de Galicia ya tiene experiencia en pactos similares, pues ha logrado que el localista Democracia Ourensana de Gonzalo Pérez Jácome renuncie a competir en las elecciones gallegas. Fue parte del por el cual se han repartido otra vez la Diputación y el Ayuntamiento de Ourense.

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