AVE A Gudiña: La "puerta de Galicia" que se va cerrando al poco de abrirse aislando más al rural

La estación de A Gudiña, concebida como eje vertebrador del ferrocarril en el interior gallego y financiada con fondos públicos, queda ahora prácticamente fuera de la red operativa tras la eliminación de servicios regulares. Esta medida supone, según el partido político Interior Galego Vivo, una ruptura de los compromisos adquiridos con la ciudadanía y un desprecio a la realidad rural.

La formación considera que la supresión de paradas incrementa el aislamiento del oriente de Ourense, dificultando el acceso a servicios básicos y oportunidades laborales para la población local. Además, advierte que la decisión contradice los discursos institucionales sobre la lucha contra la despoblación y el reequilibrio territorial, y supone un uso ineficiente de recursos públicos al mantener infraestructuras sin servicio real.

En cuanto a las posturas institucionales, ADIF y Renfe justifican la medida en criterios de eficiencia y reducción de tiempos de viaje entre grandes ciudades, aunque reconocen el impacto en la movilidad local. 

La inauguración de la estación de alta velocidad de A Gudiña-Porta de Galicia en 2021 fue presentada como un hito para la vertebración ferroviaria del interior gallego y el desarrollo de la zona. Tanto Adif como Renfe destacaron entonces que la nueva infraestructura permitiría mejorar notablemente la conectividad de Galicia con el centro peninsular, facilitando los desplazamientos entre Madrid y la comunidad gallega en tiempos significativamente reducidos.

En el acto de apertura, se subrayó que la estación de A Gudiña era la primera terminal gallega del nuevo trazado de alta velocidad, simbolizando la entrada del AVE en Galicia tras décadas de reivindicaciones y obras. Se remarcó el papel estratégico de la estación como “Porta de Galicia”, destinada a ser un punto de conexión clave para el norte de Portugal, el Bierzo y varias comarcas del sureste gallego.

Ambas entidades insistieron en que la estación de A Gudiña suponía una apuesta por la modernización del transporte ferroviario, la mejora de la movilidad y la igualdad de oportunidades para el interior gallego.

El Partido Popular ha exigido en el Parlamento gallego el mantenimiento de los servicios y horarios en A Gudiña, calificando el recorte de “intolerable” y señalando que afecta a comarcas enteras que dependen de esta conexión para trabajar, estudiar o acceder a servicios en Madrid. El BNG ha reclamado al Ministerio de Transportes que rectifique, subrayando que la eliminación de las paradas más demandadas imposibilita realizar gestiones en la capital en el mismo día y aísla aún más la comarca.

Por su parte, el PSOE ha mostrado también su rechazo a la reducción de frecuencias, alertando de las consecuencias negativas para la zona y defendiendo la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades para frenar el despoblamiento y lograr un desarrollo equilibrado