La CIG ya no está sola en su huelga de profesores: STEG se suma a las protestas y llama al resto de sindicatos

Antes de arrancar las clases, la vuelta al cole de este curso 25/26 ya había saltado por los aires con el anuncio de CIG-Ensino de convocar una jornada de hulega entre los docentes para el jueves 25 de septiembre. Una convocatoria que llegó de manera unilateral y, a diferencia de los paros del curso 23/24, sin el respaldo del Sindicato de Traballadoras e Traballadores do Ensino de Galiza (STEG) y de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que no participaron en las movilizaciones de este sábado 13 de septiembre, antesala de la jornada de huelga. Hoy lunes, y tras dos semanas de silencio, desde STEG han hecho pública su adhesión a la huelga, aunque con asteriscos ante la misma.

A LA HUELGA, PERO CON MATICES

STEG fue uno de los sindicatos que más se movió durante el verano, buscando tender puentes con las demás fuerzas ante la perspectiva de que solo la unidad sindical podría provocar un cambio en la educación gallega, donde, reiteran en su comunicado, "un año más, se agudiza la situación de precariedad que padece el
profesorado de la enseñanza pública de Galicia". 

A final del pasado curso, y en conversación con este diario, desde el sindicato insistían en la necesidad de iniciar un diálogo de cara a lograr un frente amplio, especialmente después de conocer los resultados de una encuesta en la que una amplísima mayoría del profesorado era favorable a secundar una huelga indefinida, opción por la que votaron el 73% de los consultados. 

Más del 90% de los encuestados era favorable a arrancar el curso con movilizaciones. "Una medida así debe contar con un respaldo plural, algo que de demostró en otros territorios como Asturias", desgranaba a la sombra de los resultados Miguel Paz, secretario de organización, puesto que el 86% de las respuestas dejaban clara su postura al apostar por la unidad de acción en una hipotética huelga.  

Una burocracia desmesurada, la masificación de las aulas o el exceso de horas lectivas son algunos de los puntos que STEG comparte con otros sindicatos, recalcando un aspecto fundamental como es el de la atención a la diversidad y la falta de recursos para atender a los alumnos con más necesidades, lo que ha llevado a muchos centros a protagonizar sonadas protestas contra la Consellería en los primeros días de clase. 

"Desde los órganos asembleares del Sindicato de Trabajadoras de la Enseñanza de Galicia se considera necesario articular un espacio común de coordinación sindical real, con participación horizontal y capacidad de decisión compartida", invitan desde STEG, que dice sumarse a la huelga del día 25 "por responsabilidad con el profesorado gallego".

No obstante, el sindicato mantiene su postura clara: hay que movilizar al cuerpo docente "para poner freno a la política de recortes y de privatización encubierta que está llevando a cabo la actual Consellería de Educación", un objetivo que solo se puede alcanzar si todos los sindicatos, incluidos los firmantes del "acuerdo de la misería", acuden unidos en sus reivindicaciones. 

Compartiendo todas las propuestas para mejorar la enseñanza, entre las que podemos destacar la "eliminación del control ideológico" o mejoras retributivas, desde STEG siguen firmes en su intento de reunir a distintos sindicatos bajo un mismo paraguas. Al tiempo, creen que, si no se atiende a sus demandas, "el siguiente paso deberá ser la huelga idefinida", mientras que en los próximos días se constituirán "comités de huelga" en distintos centros de toda Galicia. 

DISTANCIA

Con todo, hoy parece muy dificil sentar en la misma mesa a CC.OO., UGT y Anpe con CIG, STEG y CSIF (este último sigue sin decantarse por ir a la huelga). La semana pasada, en conversación Ero Sante, secretario de Comunicación de la Federación de Ensino de Comisiones Obreras, Galiciapress pudo constatar las distancias todavía existentes entre CIG-Ensino y CC.OO. Ensino, los sindicatos con más delegados en la educación pública en Galicia.

La CIG exige a los firmantes romper el acuerdo alcanzado a finales de 2023 con la Xunta, un extremo al que no están dispuestos a llegar los sindicatos, que consideran que el pacto ha tenido un repercusión positiva en el sector y que el sindicato nacionalista permanece desde hace más de tres lustros anclado en el "no a todo". 

"¿Hay problemas? Por supuesto. ¿Son suficientes para convocar una huelga a día 1 de septiembre sin haber hablado con nadie?", cuestionaba Sante, partidario de un "frente amplio", sobre la posibilidad de acudir a la huelga, de la que dijo que no era "ni el momento ni la forma".