El País Vasco logró las competencias de meteorología en todo salvo el nombre, Galicia no pide tanto

El complejo administrativo de San Caetano fue testigo de un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre la Xunta de Galicia y el Gobierno central. Sobre la mesa, el avance en la transferencia de competencias. .

Aunque los focos de muchos titulares se centran en los aeródromos y los permisos de trabajo para extranjeros -que son los aspectos en los que la Xunta tiene fácil arrancarle las competencias al Estado- un asunto de mayor calado para la ciudadanía está pasando casi desapercibido: la coordinación en las alertas meteorológicas.

El Ejecutivo gallego ha puesto de manifiesto la necesidad de unificar criterios para evitar el desconcierto que se produce cuando MeteoGalicia y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emiten avisos de distinto nivel, una situación que se ha repetido en varios temporales recientes.  

No es infrecuente que AEMET emita una alerta narjanja que para Meteogalicia es amarilla, o al revés. A veces, en una comarca el servicio estatal lanza una alerta y el autonómico ninguno. 

Por ejemplo, durante la borrasca Ciarán, a finales de 2023, mientras MeteoGalicia elevaba la alerta a nivel rojo en el mar para la costa noroeste, la AEMET mantenía el aviso naranja en un primer momento. Estas diferencias de criterio, que también se han observado en otros fenómenos meteorológicos adversos, generan confusión no solo entre la población, sino también en la activación de protocolos de emergencia por parte de los ayuntamientos y otros organismos.

Vistos los precedentes de la DANA en Valencia, es lógico que las administraciones no quieran pillarse los dedos e intenten aunar criterios.

La propuesta de la Xunta parece centrarse en reforzar la colaboración en lugar de reclamar la competencia total en la materia. Una competencia total que el Estado no parece dispuesto a ceder nominalmente aunque, como demuestra el caso del País Vasco, sí está preparado a transmitir casi en su práctica totalidad, salvo en el nombre.

Lo que está por ver es si la Xunta presiona tanto como el Gobierno Vasco. Por lo de ahora, parece que el Gobierno Gallego es menos ambiciosa.

Así el conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, explicó tras su encuentro con el secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, que el objetivo es profundizar en la cooperación. La meta es que no se repitan situaciones en las que las alertas emitidas por MeteoGalicia, que según la Xunta cuenta con una red de estaciones más densa y, por tanto, más precisa en el territorio, sean contradecidas por las de AEMET.

Un convenio como solución frente a la exigencia de traspaso

La respuesta del Gobierno central a esta problemática ha sido proponer una vía ya explorada con éxito en otras comunidades autónomas. Arcadi España señaló que la solución podría materializarse en "un buen convenio de colaboración" entre el organismo autonómico y la AEMET. 

De hecho, anunció que el próximo mes de octubre se celebrará una reunión técnica para empezar a diseñar este marco de cooperación. El objetivo, según el secretario de Estado, es "reforzar, clarificar y mejorar" el servicio partiendo siempre de criterios técnicos y científicos.

La postura del Gobierno gallego, al menos de momento, parece acoger con buenos ojos esta fórmula. Al ser preguntado directamente sobre si la Xunta se conformaba con un convenio o si aspiraba a obtener la competencia íntegra, Diego Calvo subrayó que lo que satisface a su gobierno es la capacidad de "sentarse y llegar a acuerdos".

La prioridad, insistió, es terminar con las alertas dispares, aprovechando las capacidades que, a su juicio, tiene MeteoGalicia para ofrecer un pronóstico más detallado y preciso en la comunidad. El "cómo se escriba" ese acuerdo final queda, por tanto, supeditado al resultado de las negociaciones que ahora comienzan.

Esta aproximación pragmática de la Xunta en el ámbito meteorológico contrasta notablemente con la histórica reivindicación del País Vasco. El gobierno vasco, a través de su propia agencia, Euskalmet, ha demandado durante años la transferencia completa de esta competencia, considerándola un pilar de su autogobierno.

 Aunque el traspaso total sigue siendo un asunto legalmente complejo, pues como la meteorología como tal no está contemplada ni en el Estatuto de Gernika ni en el de Galicia, la presión política del PNV ha conseguido que Euskalmet sea la referencia principal en su territorio, coordinándose con AEMET pero desde una posición de fortaleza negociadora que Galicia, por ahora, no parece buscar con la misma intensidad.

¿Qué competencias de meteorología ha arrancado Euskadi al Estado Español?

El Estado y el Gobierno Vasco han cerrado recientemente un acuerdo que supone un paso relevante en el autogobierno de Euskadi en materia de meteorología. La Comisión Mixta de Transferencias ha materializado el traspaso de esta competencia, lo que permitirá al Ejecutivo vasco ejercer un mayor control sobre la gestión y previsión del tiempo en su territorio.

El pacto incluye la delimitación de responsabilidades entre ambas administraciones y el establecimiento de mecanismos de cooperación. Euskalmet, la agencia vasca de meteorología, dispondrá de acceso en tiempo real a las infraestructuras y datos de la red estatal, además de contar con toda la información meteorológica nacional e internacional. Con esta transferencia, Euskadi podrá emitir sus propios avisos y alertas de impacto meteorológico, reforzando su capacidad de respuesta frente a fenómenos adversos.

El acuerdo contempla también la participación directa del País Vasco en organismos internacionales del sector, como la Organización Meteorológica Mundial o el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, donde tendrá voz propia en ámbitos técnicos y científicos. Asimismo, se han definido fórmulas de colaboración para garantizar la coherencia entre el sistema vasco y el estatal, de modo que se mantenga la coordinación en la recogida y difusión de datos.

Como parte del traspaso, el Estado ha cedido gratuitamente al Gobierno Vasco la antigua sede de la Agencia Estatal de Meteorología en San Sebastián, reforzando así los recursos materiales destinados al servicio. En conjunto, la transferencia convierte a Euskadi en una de las pocas comunidades con un marco propio en este ámbito y marca un nuevo hito en el desarrollo de su autogobierno.

Aeródromos y extranjería, las transferencias que sí avanzan con firmeza

Mientras la meteorología se encauza por la vía del pacto, la Xunta sí muestra una mayor determinación en otras áreas. La reunión sirvió para confirmar que en octubre se iniciarán las mesas de trabajo para negociar el traspaso de la gestión de cerca de 40 aeródromos y helipuertos gallegos. Estas instalaciones, cruciales para servicios como la lucha contra incendios, el transporte sanitario o las emergencias medicalizadas, son una prioridad para el ejecutivo autonómico, que ve fundamental avanzar en su control directo.

En paralelo, se abordará la transferencia de las autorizaciones iniciales de trabajo para personas extranjeras. Diego Calvo defendió la necesidad de dotar de mayor agilidad a estas solicitudes para facilitar una "inmigración ordenada", que reconoció como "necesaria" para el mercado laboral gallego. Desde el Gobierno central, Arcadi España recogió el guante, confirmando la voluntad compartida de que se puede alcanzar un acuerdo "muy pronto" en ambos campos, posiblemente en los próximos meses.

El ambiente de la reunión fue calificado de "normalidad institucional" por ambas partes, enmarcado en el espíritu del reciente traspaso de la gestión del litoral, que el secretario de Estado calificó como "un ejemplo de cooperación institucional leal y útil". Tanto Calvo como España evitaron fijar una fecha límite para culminar estas nuevas transferencias, pero coincidieron en que la voluntad es que sea "lo más pronto posible". La materialización definitiva se producirá en una comisión mixta que, previsiblemente, estaría presidida por el ministro Ángel Víctor Torres y el presidente Alfonso Rueda, sellando así el incremento del autogobierno gallego.

Diálogo a pesar de las tensiones por la ley eólica

Esta sintonía se produce en un contexto de fondo complejo, tras una "semana dura", en palabras de Diego Calvo, marcada por el anuncio del Gobierno de recurrir ante el Tribunal Constitucional dos preceptos de una ley gallega que afecta a la regulación eólica y a la homologación de grados de discapacidad. A pesar de esta fricción, el diálogo parece imponerse en la agenda bilateral.

Arcadi España matizó que, aunque el acuerdo no fue total en ese conflicto competencial, la negociación previa evitó que el recurso afectase a otros cinco preceptos de la misma norma, lo que demuestra, a su juicio, que el diálogo "ha existido y ha sido fructífero". Se abre así un otoño de negociaciones técnicas en el que Galicia aspira a ganar peso en la gestión de infraestructuras y políticas de empleo, mientras confía la resolución de las borrascas informativas sobre el tiempo a un futuro pacto de colaboración.