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El conselleiro dijo la semana pasada que daba por superado el pico de esta ola. No hay ninguna duda, a pesar de la bajada de pruebas. Seguimos por debajo de 800 hospitalizados este lunes y podemos estar seguros que los 910 hospitalizados en planta del miércoles pasado fue el máximo de la presente crisis.
La incidencia acumulada semanal lleva bajando ya doce días seguidos y de hecho está en uno de sus niveles más bajos de los últimos meses, inferior a 200 diagnósticos por 100.000 habitantes. La incidencia acumulada a 14 días también decrece desde hace unos siete días, confirmando que el elevadísmo pico de contagios de esta ola ya quedó atrás.
El doble de la incidencia a 7 días es mucho menor la incidencia a 14 días. La razón de tasas es de 0,75 , por lo tanto en la última semana hubo un 25% de positivos menos que en la penúltima. Es una velocidad de bajada muy considerable. De hecho, la actual bajada es de las más vertiginosas en lo que llevamos de pandemia, algo sorprendente porque no hay restricciones.
La tasa de positividad ayer fue del 26%, lo que es un dato excelente teniendo en cuenta la evolución previa. Además, lo que verdaderamente importa, que es la la media semanal sigue a la baja y se pone por vez primera en un mes por debajo del 40%. Esto nos permite concluir que el desplome de la transmisión no se debe solo a un menor ritmo de PCRs. Aunque efectivamente se están haciendo muchos menos, por ejemplo ayer solo 110. La media está en unos 600, cuando en el pico de esta ola andábamos por los 1.000.
Hay que recordar que con el sistema implantado, solo se hacen pruebas a personas mayores de 60 y colectivos especialmente vulnerables, enfermos de cáncer o asmáticos, por ejemplo. También ha profesionales sanitarios y trabajadores de residencias.
Ahora tampoco se suman los positivos de autotest caseros, que eran mayoría en el anterior sistema. Esto provoca que los índices de sean muchísimo más bajos de lo que es la transmisión real.
El cambio de método de seguimiento de la transmisión se produjo a finales de marzo. Hubo otro cambio de forma de contar posterior, en hospitalización. El SERGAS redujo el número de días que un hospitalizado cuenta como enfermo de covid. Esto redujo artificialmente la cifra de hospitalizados se ejecutó en la penúltima semana de abril.
En los últimos meses hubo un tercer cambio estadístico producto de la polémica estrategia de 'gripalización', en fallecimientos. A finales de mayo la Xunta dejó de contar todos los muertos con covid. El SERGAS ahora solo informa de los decesos en los que considera que el coronavirus jugó un papel clave, algo que no deja de ser muy subjetivo. Esto también provocó la rebaja artificial de la curva de fallecimientos.
El total de infectados desciende hoy un -13 %, el mejor porcentaje desde primavera. Así las cosas lo más relevante, la media semanal, sigue bajando y se sitúa en un excelente -5%.
Cada día que pasa hay menos y menos casos activos. De hecho, estamos a punto de bajar de los 10.000. Además, por ahora, a cada día que pasa la velocidad de mejoría es mayor.
En la curva de casos activos por distritos sanitarios se aprecia que A Coruña es la única área por encima de los 2.000 casos activos cuando hace una semana casi todas superaban esta barrera y A Coruña llegaba a los 3.000.
Por vez primera este verano no hay ningún distrito que llegue a los 100 nuevos casos abiertos. El que más tiene es el más poblado, A Coruña, y son solo 65. La mejoría también se nota en el frente hospitalario, porque no que quedan distritos con más de 10 enfermos críticos. Eso sí, la presión sobre las plantas asistenciales es muy notable aún, por ejemplo en A Coruña hay más de 170 encamados.
Con estas estadísticas, la inferencia que se puede realizar es:
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