Delegados de la CIG paralizan una hora la obra de la intermodal reclamando un convenio para el sector de la Construcción

Representantes de las cuatro provincias anunciaron una huelga después del verano "si no se atienden sus demandas"

Las obras de la estación intermodal de Lugo se vieron interrumpidas durante una hora este jueves al mediodía por una acción simbólica protagonizada por delegados y delegadas de la CIG-Construción e Madeira (FCM-CIG).

El sindicato quería denunciar con esta acción "la negativa de la patronal a sentarse a negociar un convenio autonómico para el sector de la construcción en Galicia, que permita establecer unas condiciones laborales dignas y frenar la fuga continua de mano de obra".

La protesta, que forma parte de un calendario de movilizaciones que la central sindical lleva meses desarrollando en todo el territorio gallego, pretende visibilizar una situación que consideran "insostenible": la imposición de condiciones desde el marco estatal que impide mejorar los convenios provinciales.

La CIG, sindicato mayoritario del sector en Galicia, reclama abrir una vía gallega de negociación al amparo del cambio legislativo que otorga prioridad a los convenios autonómicos frente a los estatales.

Antes de ocupar las obras, los representantes sindicales de las cuatro provincias celebraron una asamblea en la sede local de la CIG en Lugo, donde analizaron el estancamiento de la situación y acordaron endurecer las protestas.

El secretario nacional de la FCM-CIG, Plácido Valencia, advirtió que si la patronal gallega continúa sin atender a sus demandas, el sindicato convocará una huelga general en el sector tras el verano.

Durante la acción reivindicativa en la intermodal se detuvieron temporalmente los trabajos en las dos obras y se realizó una asamblea abierta con los operarios presentes en la obra, en la que se explicó la necesidad de un marco gallego de negociación y se resolvieron dudas en materia laboral.

La protesta concluyó de forma pacífica con presencia de la policía local y nacional, y sirvió para trasladar un mensaje claro a la patronal: de no haber avances, el conflicto irá a más.

Valencia recalcó el derecho "a negociar aquí y no en Madrid nuestras condiciones laborales", y subrayó que un convenio gallego "evitaría lo que pasó con el convenio de la construcción de Pontevedra o el de pintura de A Coruña, impugnados por la patronal estatal por recoger mejoras por encima del marco estatal".