¿Una bombona como explosivo contra un Abanca? Inusual intento de atraco en O Porriño
La rápida alerta de unos vecinos de madrugada pone en fuga a los asaltantes, que abandonaron una bombona de butano preparada para reventar un cajero. Los TEDAX de la Guardia Civil se desplazaron al lugar para neutralizar el artefacto en este municipio pontevedrés.
La jornada de este jueves ha comenzado con una gran alarma en la localidad pontevedresa de Crecente. Un posible intento de robo en una sucursal de Abanca, empleando un artefacto explosivo de fabricación casera, movilizó a un amplio dispositivo de las fuerzas de seguridad, alterando por completo la habitual tranquilidad del municipio. La intervención de unos vecinos, que se percataron de la situación sobre las seis de la mañana, fue crucial para abortar el asalto y evitar una posible detonación.
El aviso se produjo en torno a las seis y cuarto de la mañana. Varios residentes de la calle Mon y Landa alertaron a la Guardia Civil tras observar la extraña presencia de una bombona de butano junto al cajero automático de la oficina bancaria. Del cilindro salía una manguera que se dirigía hacia la puerta de la sucursal, una imagen que activó de inmediato el protocolo de seguridad. Los asaltantes, al verse sorprendidos, emprendieron la huida a toda prisa, abandonando en el lugar tanto el dispositivo como sus intenciones de robo.
Una vez en la zona, agentes de la Guardia Civil procedieron a acordonar el perímetro para garantizar la protección de los ciudadanos. Dada la naturaleza de la amenaza, se requirió la presencia de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX). Estos efectivos especializados se desplazaron desde Pontevedra para analizar la composición del artefacto y proceder a su neutralización, una operación delicada que se prolongó durante varias horas de la mañana ante la atenta mirada de los vecinos, preocupados también por el fuerte olor a gas que se percibía en el ambiente.
El operativo contó además con la colaboración de los bomberos de Ponteareas, que realizaron mediciones de gas y ayudaron en las tareas de ventilación, y de la Policía Judicial, que ya ha iniciado la recogida de vestigios y huellas en el lugar de los hechos. La investigación se centra ahora en identificar y localizar a los autores del intento de atraco. En un primer momento, fuentes del instituto armado definieron el objeto con cautela como un "artilugio extraño", manteniendo abiertas todas las líneas de trabajo.
Aunque en las primeras horas se barajaron diversas hipótesis, incluida la de una gamberrada o una "chiquillada", el protocolo activado y la elaboración del artefacto sugieren una intencionalidad delictiva seria. El suceso ha puesto sobre la mesa la posible reaparición de un tipo de delito que ya ha golpeado a Galicia en el pasado, aunque no se ha confirmado por ahora ninguna vinculación con bandas organizadas.
De hecho, el modus operandi de reventar cajeros automáticos mediante la introducción de gas a presión y una posterior deflagración ha sido utilizado en numerosas ocasiones en la comunidad gallega y en el norte de Portugal por grupos criminales para hacerse con el efectivo almacenado en las máquinas.
La Guardia Civil mantiene la investigación en curso para esclarecer por completo los hechos. El análisis detallado del artefacto explosivo desactivado por los TEDAX y la revisión de las cámaras de seguridad de la zona serán claves para poder identificar a los autores de un suceso que ha traído a la memoria de los gallegos una peligrosa modalidad delictiva. Por el momento, ninguna de las partes implicadas, incluida la entidad bancaria Abanca, ha realizado declaraciones oficiales al respecto.
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