Patronal protesta porque somos líderes de producción energética pero con una red que lastra nuevas grandes industrias, tipo Altri
La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) alerta de que la falta de capacidad en las redes eléctricas está frenando la llegada de inversiones clave a la comunidad. Entre los proyectos más condicionados por esta saturación se encuentra la polémica celulosa y fábrica de fibras textiles sostenibles que la compañía Altri planea levantar en Palas de Rei (Lugo) pero la Xunta estima que son hasta diez los proyectos industriales que están en el aire por falta de potencia en la red, pero a que Galicia es una de las autonomías líderes en generación, sobre todo de renovables.
La patronal gallega ha denunciado hoy que, pese a que Galicia genera más electricidad de la que necesita, las infraestructuras de transporte y distribución resultan insuficientes para soportar nuevos desarrollos industriales. Según la CEG, este desequilibrio “compromete la competitividad y el empleo” y puede dejar a Galicia fuera del proceso de reindustrialización ligado a la transición energética.
Los empresarios subrayan que la Comunidad cuenta con una industria “preparada para avanzar en la descarbonización”, pero advierten de que la falta de una red eléctrica moderna y bien dimensionada impide la instalación de nuevas plantas industriales, especialmente las intensivas en consumo energético.
La Xunta, por su parte, ha reconocido que existe un problema serio tanto en la red de transporte para consumo como en la de evacuación de energías renovables, con parques eólicos parados que no pueden verter su producción por falta de capacidad en la red. La conselleira de Economía ha avisado de que, aunque la nueva planificación eléctrica refuerza Galicia, las nuevas subestaciones y líneas no serán operativas hasta dentro de varios años, lo que mantiene en vilo a varios proyectos ya anunciados.
Altri y otros proyectos, en el aire
La advertencia de la CEG coincide con las dificultades que atraviesan diversos proyectos industriales estratégicos, particularmente el de Altri, que prometió invertir más de 800 millones de euros en una celulosa y bioplanta de fibras textiles en Lugo. El proyecto, con mucha contestación social por su impacto ecológico, recibió un torpedo en su línea de flotación al denegarle el Estado la conexión a la red eléctrica, lo que lo hace inviable técnicamente, y el acceso a las subvenciones europeas, lo que lo hace inviable financieramente, como han reconocido sus promotores.
El debate sobre la infraestructura energética para Altri se suma al de la viabilidad ambiental y económica de la factoría, actualmente pendiente del visto bueno definitivo de la Xunta, quien ya le otorgó eso sí el primer visto bueno al aprobarle, con mucha polémica, la Declaración de Impacto Ambiental.
La empresa portuguesa ha reclamado claridad en el suministro y transporte eléctrico para garantizar la sostenibilidad del proyecto. Desde la CEG se insiste en la necesidad de acelerar inversiones públicas para modernizar las redes, algo que va en línea con lo que reclama la multinacional pastera.
Más allá de este macroproyecto, la Xunta ha explicado que hay alrededor de una decena de iniciativas industriales que podrían no llegar a ejecutarse en Galicia si no se refuerza la red, pero no ha detallado públicamente cuáles son ni su localización exacta.
Se supone que uno de ellos es el de modernización de Alcoa San Cibrao, pendiente, entre otros factores, de que nuevos parques eólicos y nuevas líneas de alta tensión suministren energía barata a largo plazo.
La CEG coincide en este diagnóstico y alerta de que la saturación en muchos nudos de la red está reorientando inversiones hacia zonas con más capacidad disponible, lo que puede dejar a Galicia en desventaja competitiva.
El cuello de botella no es exclusivo de Galicia: un estudio del Foro Industria y Energía calcula que unas 4.960 subestaciones, el 82,4% de las analizadas en España, ya no tienen capacidad de acceso disponible para nueva demanda. Esto implica que nuevos proyectos industriales, ampliaciones de fábricas, plantas renovables, puntos de recarga o promociones de vivienda se retrasan o quedan directamente descartados ante la imposibilidad de asegurar el suministro.
Las organizaciones empresariales subrayan que esta saturación puede “redibujar el mapa industrial”, favoreciendo solo aquellos enclaves cercanos a nodos aún infrautilizados y expulsando inversiones de zonas saturadas, incluso aunque exista interés empresarial y apoyo institucional. En Cataluña, por ejemplo, representantes industriales se quejan de que la red mantiene subestaciones dimensionadas y ubicadas para industrias del siglo XX que ya no existen, mientras nuevos proyectos no logran el acceso necesario.
Vieites: “Sin una red eléctrica suficiente y bien dimensionada será imposible atraer nuevos proyectos industriales, retener inversiones y generar empleo”
El presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, ha reitearado que “sin una red eléctrica suficiente y bien dimensionada será imposible atraer nuevos proyectos industriales, retener inversiones y generar empleo”. La patronal teme que la situación actual ponga en peligro la llegada de empresas vinculadas a la economía verde, un sector llamado a liderar la recuperación industrial gallega.
Vieites ha calificado de “incoherente” la falta de homogeneidad en los criterios de retribución de las redes eléctricas respecto a otros países europeos y ha reclamado una revisión del marco regulatorio estatal, al considerar que no incentiva las inversiones necesarias.
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