Las altas temperaturas del verano pueden hacer mella en usuarios y personal de residencias. Muchas de estas residencias son privadas y los cuadros de personal están bajo mínimos, lo que repercute en la calidad de la atención a usuarios. A esto se suman los problemas de salud que pueden enfrentar trabajadores y trabajadoras: además de problemas músculo-esqueléticos están las bajadas de tensión por el calor y el esfuerzo