Un Niño Jesús mutilado junto a sus padres, a los que le faltan varios dedos, son la estampa ¿navideña? que se encuentran los curiosos que se acercan al Belén de Ourense, convertida de forma involuntaria en la ciudad de moda en Galicia.
El mandatario ourensano afirmó en sus redes sociales y en la televisión nacional que el polémico Belén municipal, que costó 18.000 euros, va a mantenerse "como atracción todas las navidades".
La paja que cubría el pesebre y los aledaños se la ha llevado, como no es extraño, uno de los temporales que suele azotar Galicia en invierno."Hay gente que no le gusta, pero yo no lo veo tan mal", se justifica en la prensa local Mario González, concejal de Cultura, en respuesta a críticas como la de Paco Sarria, informador de Onda Cero y decano del Colexio de Xornalistas de Galicia, que se pregunta si "puede ser considerado contaminación visual e incluso maltrato ao paisaxe".Lo cierto es que una petición para la retirada del "horripilante" belén ya ha sumado más de 100 firmas en change.org en apenas unas horas.
La figura del belén municipal ferrolano fue sustraida la durante la madrugada del martes al miercoles.
El pionero casamiento entre Elisa y Marcela se remonta a principios del siglo pasado