Los empresarios del sector están hartos de las sentencias que traban la instalación de docenas de nuevos parques eólicos y señalan que en un año no se instaló ni un molino nuevo. La situación es tal que su manifiesto de hoy, día del viento, concluye diciendo que "están en juego la seguridad nacional, la salud pública y la equidad energética".
El avance de las energías renovables en el país todavía no basta, ni de lejos, para satisfacer nuestra demanda de energía primaria. Galicia sigue dependiendo sobre todo de las importaciones de gas natural y petróleo, no tan contaminantes como las centrales térmicas de carbón recién desmanteladas hace poco pero mucho más nocivas que la eólica. La clave para dejar de ser una fábrica de cambio climático pasa, según Greenpeace, por consumir menos y producir más electricidad de fuentes renovables. Por lo tanto, ¿qué hay de cierto en el mito de que en Galicia hay demasiados parques eólicos?
El bloque llega en un momento especialmente delicado en la relación entre ambientalista y administración. Los activistas han logrado tumbar docenas de parques eólicos aprobados por la Xunta que además tiene ahora entre manos la patata caliente de Altri.
El Tribunal Superior de Xustiza sigue tumbando la mayoría de las autorizaciones ambientales que otorgó la Xunta de Galicia. Por ahora solo han pasado el filtro judicial 3 de 43, entre las críticas de la patronal y el regocijo de ecologistas y algunos vecinos. Las seis empresas afectadas por las suspensiones cautelares de hoy son Neiva Directorship, Wind Grower, Aldesa, Greenalia, Tiraventos y Green Capital Power.
En la parroquia de Friolfe ya hay diez molinos desde 2008 con una potencia de 20.000 kilowatios. Las placas solares, aprobadas inicialmente hoy por la Xunta pero que deben superar otros trámites, sumarían otros 3.000, aunque la pontencia conjunta no deberá superar los 20.000 iniciales. Las líneas de evacuación de la energía serían las mismas.
El ex líder de En Marea fue uno de los magistrados que falló en contra de los permisos concedidos por la Xunta a este parque eólico, una sentencia que después ratificó el Supremo, a pesar de que Villares participó, cuando era diputado de la oposición, en la presentación de Salvemos Oribio, el colectivo que recurrió. Ahora la empresa perjudicada le pide cuentas a la Xunta.
El magistrado -consultado por Galiciapress tras apartarse de la ejecución de una sentencia contra otro parque- argumenta que en Oribio no falló sobre la fase de ejecución, aunque reconoce que si lo hizo en otras fases. La asociación que ganó el pleito, en parte gracias al una sentencia de Villares, es la misma en cuya presentación participó el entonces político y hoy juez.
Greenalia (Rodicio II y Gato), José Luís Suárez (dueño de COPASA y Airosa, promotor del parque Serra do Farelo), Adelanta Corporación (Alto de Montouto), Naturgy (Meirama), Green Capital Power (Cunca) y Renovalia (Monte da Croa) son los promotores perjudicados por estas decisiones del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Para deleite de ecologistas y vecinos críticos, los magistrados siguen firmes en su criterio de trabar la mayoría de las centrales pese a las presiones que están recibiendo de la patronal y de algunos sindicatos. Por ahora, desde la polémica sentencia del Supremo, van 27 aprobados y 3 rechazados.
ADEGA y Amil Sen Eólicos presentan una demandan para que el TSXG anule la declaración de impacto ambiental del parque eólico que Norvento pretende alzar Ben arro, Campo Lameiro y Moraña. Advierten que parte del yacimiento ya ha sido dinamitado.
El alto tribunal gallego suspende, de forma cautelar, las autorizaciones de dos parques eólicos tras la suspensión de más de una docena esta misma semana.
Las dudas sobre la rigurosidad de las evaluaciones de la administración a los proyectos de las empresas crecen. Inicialmente, la justicia gallega paralizó numerosos parques en base a tres criterios, pero posteriormente el Supremo consideró no aplicables dos. Aún así, con un arsenal jurídico menor, el Triibunal Superior de Xutiza de Galicia paraliza cautelarmente la mayoría de otra tanda de proyectos que en su día aprobó la Xunta de Galicia. Una circunstancia que sin duda provocará polémica política y también entre los agentes económicos, preocupados por la supuesta huida de inversores ante la inseguridad jurídica en el país.
La empresa alega que cerró los caminos durante las tareas para el parque eólico y que no ha realizado labores allí desde septiembre.
Las obras del Parque Eólico de Acibal que promueve Norevento arrastran, además, polémica, pues es uno de los que el TSXG paralizó cautelarmente. Una de las piedras de las voladuras, de grandes dimensiones, rodó cuesta abajo atravesando varios caminos, denuncian los vecinos.
La administración responde que simplemente se arrastraron metadatos desde documentos aportados por las empresas y que son obligatorios en el procedimiento pero que esto no implica, como argumenta el denunciante SLG, que los funcionarios no hayan elaborado ellos mismos las evaluaciones.
La empresa energética abre sus puertas a en las plantas de energías renovables de todo el país para que los estudiantes puedan ver el proceso y los resultados.
Galiciapress consulta con expertos jurídicos y eólicos las consecuencias de una de las sentencias más importantes en la historia reciente de Galicia. Un centenar de parques podrían haber acabado en papel mojado de no haber el Supremo rectificado a sus subordinados gallegos, aunque esto no quiere decir que ahora se hayan convertido en invulnerables, ni mucho menos.
El sector eólico lleva meses advirtiendo que su viabilidad está en juego por la sentencias del Triibunal Superior de Xustiza de Galicia que han tumbado cautelarmente media docena de parques eólicos con unos criterios que amenazan las autorizaciones de otro centenar. Sin embargo, hoy el atribunal Supremo acaba de anular la decisión de su subordinado gallego en lo referente a un parque eólico en O Roncudo, Corme, en Ponteceso, comarca de A Costa da Morte en A Coruña. Victoria para la promotora EDP renovables y para la Xunta que autorizó la repotenciación de este parque y para los que tildaron de políticas las decisiones de un TSXG que creen pudo estar contaminado por la preencia del ex-líder de la oposición Luís Villares.
La industria eólica del país, la Xunta, vecinos y ecologistas contienen la respiración ante la reunión del tribunal mañana, que deberá decidir sobre el futuro del Parque Éolico de O Roncudo. No solo está en juego ese parque, están en juego docenas de proyectos aprobados estos años y que pueden acabar convirtiéndose en papel mojado de ratificar el Supremo el punto de vista del TSXG.
Fuentes de Ecoloxistas en Acción en Galicia indican que es falso que este colectivo haya abandonado la Confederación Ecologistas en Acción, de ámbito estatal. Desmienten así lo indicado por otras fuentes del colectivo Ecoloxistas en Acción Galiza en un comunicado ayer. Ambos grupos aseguran que son los representantes oficiales de una de las marcas más activas e importantes del ambientalismo en el país y en España.
A diferencia de las explotaciones hidroeléctricas, los parques eólicos no son concesiones que en teoría deben volver a la administración pasados unos años. Los nacionalistas proponen un cambio radical de modelo que va mucho más allá del giro aplicado por Alfonso Rueda a la política del PP con la creación de una empresa mixta para aprovechar energías renovables en cooperación con compañías privadas.