A mes y medio del IX Congreso de la Confederación Intersindical Galega (CIG) que se celebrará el 24 de mayo, el secretario general de la organización, Paulo Carril, parece afrontar la fecha con calma aunque esto no le hace olvidar los desafíos que para él está afrontando la clase trabajadora gallega. Denuncia una "demolición" industrial en Galicia, una desertización que no trae nuevas alternativas de trabajo. Así mismo, valora las políticas energéticas e industriales de la Xunta como una materialización de los deseos del gran capital. En ese sentido, Altri es una prueba de ello así como el deseo de reabrir la mina de Touro y una política energética depredadora apoyada por el ejecutivo gallego. En cuanto a salarios, las distintas subidas del SMI han significado un relativo aumento para los y las trabajadoras gallegas, sin embargo, queda mucho para llegar a unas condiciones salariales dignas.