Reino Unido, Francia y Alemania han presentado una propuesta alternativa al borrador negociado entre Estados Unidos y Rusia, elevando el músculo militar que podría mantener Ucrania, dejando abierta su puerta a la OTAN y manteniendo congelados los activos rusos hasta que Moscú pague por la guerra. El nuevo plan marca un giro en la diplomacia europea y busca blindar la seguridad y la reconstrucción del país.