Los acusados de integrar una banda de contrabando de tabaco niegan los hechos y dicen que no presenciaron el registro

Los hombres acusados de integrar en 2012 una banda de contrabando de tabaco con destino Galicia han negado este lunes su implicación en los hechos y han asegurado que no presenciaron el primer registro en la nave madrileña que dio origen a la operación.

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha acogido este lunes la primera sesión del juicio contra 18 acusados de pertenecer a una banda organizada de contrabando de tabaco, para los que el Ministerio Fiscal solicita penas que oscilan entre los 6 y los 14 años de prisión.

En esta primera sesión han declarado la mitad de los procesados, que han coincidido en negar su implicación en los hechos y han asegurado desconocer si en el interior de los contenedores inspeccionados había tabaco de contrabando.

Los acusados, entre los que hay transportistas, dueños de empresas de logística o transitarios de Aduanas, han negado en todos los casos que estuviesen implicados en los hechos y han alegado que el contacto entre ellos era exclusivamente puntual y derivado de que todos se encargaban de distintos aspectos del mundo de la logística.

Aunque algunos de los procesados que han declarado este lunes han respondido a las preguntas de todas las partes, la mayor parte de ellos solo han respondido a sus propios abogados o se han acogido a su derecho a no declarar.

Además, en sala se han escuchado más de la mitad de las 61 grabaciones telefónicas propuestas por la Fiscalía, en las que se reflejan conversaciones entre ellos concertando citas, "entregas", ventas y acuerdos de distribución de distintos productos en lo que, según el Ministerio Público, es lenguaje ficticio para referirse al tabaco de contrabando.

GRUPO CRIMINAL Y CONTRABANDO
La Fiscalía considera que todos los acusados son autores de delitos de integración en grupo criminal y de contrabando, y dos de ellos, coautores de delito de falsedad.

Los hechos juzgados se remontan al año 2012, cuando, como fruto de una investigación que se había iniciado el año anterior, se interceptó a uno de los acusados un contenedor en una nave del polígono industrial La Estación en Griñón (Madrid), cargado con 461.370 cajetillas de tabaco extracomunitario de la marca Yesmoke.

El contenedor había entrado en España por el puerto de Málaga, en un navío procedente de Dubai y tenía como destino Galicia. El recuento y valoración del contenido resultó ser de 121.450 cajetillas de Yesmoke Negro y 339.920 de Yesmoke Rojo, con un precio total de 1.788.419 euros. El total de impuestos que le correspondía era de 1,4 millones.

Según recoge el escrito de la Fiscalía, en el curso de esta investigación se detectó que uno de los acusados estaba organizando otra operación de importación de otra carga de tabaco de contrabando.

Como resultado, el 20 de enero de 2012, se interceptó en una nave en Alicante un contenedor con 6 palets cargados con 192 cajas de tabaco extracomunitario, procedente de las Islas Canarias, de varias marcas.

En concreto, se trataba de cajetillas de Fortuna Red Line, American Legend, Ducados Rubio y Chesterfield, con un precio total de 341.346 euros. La cantidad de impuestos que le correspondía ascendía a 280.030 euros.

NO PRESENCIARON EL HALLAZGO
Entre los acusados que han declarado este lunes están dos hombres, transportistas, que se encontraban en la nave de Griñón cuando se produjo la entrada de los agentes.

Ambos han dicho ante el juez que, tras la llegada de los efectivos de Aduanas fueron esposados y llevados al interior y que, una vez dentro de nuevo, vieron que había "cartones de tabaco".

Los dos procesados han asegurado que desconocían si en esos contenedores había tabaco y han argumentado que no les fueron leídos sus derechos tras ser detenidos.

Tras varias horas en el exterior de la nave "como perros", fueron conducidos de nuevo al interior, momento en el que observaron que allí había "cartones de tabaco" y que los camiones "habían sido desplazados".

Estos dos acusados han admitido, además, que fueron durante el mes de diciembre de ese año primero a Sofía (Bulgaria) y luego a Atenas (Grecia), en un viaje pagado por otro de los procesados, a quien conocieron en un club de alterne. El propósito de este viaje, según le dijo su conocido, era llevar un sobre de facturas a una tercera persona, algo que hicieron, pero sin mirar nunca "lo que contenía" el sobre realmente.