Una red de albaneses y gallegos acusada de tráfico de heroína niega toda relación con la droga

Los acusados de pertenecer a una red de albaneses y gallegos implicados en el tráfico de heroína han negado este martes toda relación con la droga.

La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha arrancado este martes el juicio contra esta supuesta red con el testimonio de uno de los acusados, vecino de Mos, que ha negado la acusación que contra él formula el fiscal antidroga, que le señala como el máximo responsable en la provincia de una organización que se dedicaba a la introducción de droga en Galicia procedente del este Europa.

En el banquillo de los acusados se sentaron dos albaneses y cuatro gallegos, además de C.M.G.G., supuesto cabecilla y con antecedentes por narcotráfico; su esposa y "mano derecha" M.C.C.D.; y dos hombres a los que se acusa de ocupar "el último eslabón" del grupo.

Sin embargo, de la red todavía falta un procesado, Nikolin J.A., considerado jefe de la trama albanesa, que se encuentra declarado rebelde. Según la Fiscalía, todos ellos, junto a otras personas que no han resultado identificadas por la investigación, formaban parte de una organización criminal que tenía como finalidad "última y exclusiva" la introducción en España y posterior venta entre los consumidores, de sustancias estupefacientes, concretamente heroína.

Durante la sesión de este martes, Castor Manuel ha alegado que nunca se dedicó al tráfico de drogas y que amasó importantes ingresos procedentes de un desguace y de una actividad de compraventa de coches que heredó de su padre y a la que se dedica desde el año 1982. Otros cuatro acusados apelaron a esa fuente de ingresos, reconociendo que sí se conocían, pero negando que formasen parte de una organización criminal.

Por su parte, M.C.C.D., esposa y mano derecha del supuesto cabecilla, ha justificado su patrimonio con su trabajo de funcionaria en la Xunta de Galicia, por los ingresos de los bajos que alquilaba y por las herencias y aportaciones económicas que les hacen sus padres, con los que pudo comprar un Mercedes Clase A tras vender un Citroën C3, tener 50.000 euros en el banco y permitirse junto con su marido poseer un Jaguar y una casa valorada en 340.000 euros.

RED DE NARCOTRÁFICO
El fiscal sostiene que todos los acusados contaban con diversos medios especialmente complejos y específicos para el tráfico de droga, así como con una estructuración jerarquizada y con un preciso reparto de funciones o cometidos, todo ello encaminado al fin último de su actividad "estable y continuada" de narcotráfico.

La investigación en su contra culminó con el decomiso en 2016 de un Porsche Cayenne cargado con 53 kilos de heroína que en el mercado ilícito habría alcanzado un valor de 2,5 millones de euros.

El supuesto cabecilla también está siendo juzgado por blanqueo de capitales, ya que la Fiscalía considera que invirtió dinero de la droga en la casa que tiene junto a su mujer y en comprar vehículos. Este acusado se enfrenta a una pena de 17 años y para su mujer se piden 15 años de cárcel.

Para el supuesto transportista de la droga, el fiscal solicita que se le imponga una pena de 18 años de prisión por narcotráfico y falsedad, ya que se le incautó documentación con identidades falsas. La Fiscalía reclama una condena de 11 años para cada uno de los otros tres acusados.

Con respecto a las multas, la que demanda para la mayoría de procesados es de 7,5 millones de euros, elevando la cantidad en el caso de la pareja a 9,5 millones.