El joven acusado de apuñalar a un amigo por una deuda de cinco euros confiesa que "sólo quería intimidarlo"

La madre del encausado, presente durante la agresión, se enfrenta a ocho meses de multa por un delito de omisión del deber de socorro

El joven D.S.P., para el que el Ministerio Público solicita cinco años de prisión por intentar matar a otro de una cuchillada en el abdomen en el rellano de un piso de Ourense, reconoce que "bajó con un cuchillo" al encuentro del agredido, pero sostiene que "sólo quiso intimidarlo".

En el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense también se ha sentado este jueves la madre del procesado, M.C.P.R., presente durante la agresión y que está acusada de un delito de omisión de socorro por el que la Fiscalía solicita ocho meses de multa a razón de ocho euros al día.

Los hechos se remontan al 20 de octubre de 2018 cuando, según relata el Ministerio Público, el acusado D.S.P., afectado por una "discapacidad intelectual leve", quedó con el agredido junto al IES Blanco Amor para "beber y consumir estupefacientes".

En este punto, el acusado asegura que la víctima "bajó una botella de coñac e intentó emborracharlo" para, posteriormente, dirigirse al barrio de Covadonga para adquirir cinco euros de cocaína. A continuación, el procesado ha manifestado haber vendido su móvil "por cinco euros" para comprar otra dosis.

Sin embargo, el agredido fue sólo a adquirirla y, como no le vendieron la sustancia por esa cantidad, compró heroína que se fumó el sólo. A continuación, según el relato del acusado, llegaron a un acuerdo mediante el cual el posteriormente agredido le entregaba su teléfono, a modo de fianza, a cambio de 50 euros para continuar comprando droga.

Con esta intención se diriegon al domicilio de D.S.P., para que el acusado cogiese los 50 euros y se los diese a la víctima. En el relato de los hechos ocurridos en el rellano del piso, la versión del acusado y del agredido se contradicen.

VERSIONES CONTRADICTORIAS
Por una parte, el acusado ha sostenido este jueves que "le dió los 50 euros" y se metió en casa. No obstante, ante la insistencia del agredido --que "no paraba de timbrar"--, el procesado salió de casa "con un cuchillo" y con "el móvil".

"Sólo lo hice para forzarle a que se fuera y dejase a mi madre dormir", ha mantenido el acusado. Así, asegura subió detrás del imputado "gritando" y en este momento se produce la agresión, con la madre ya fuera de la vivienda alertada por "las amenazas".

El imputado echa la culpa a la víctima de agredirle y producirle una herida en el mentón que "sangraba abundantemente", además de indicar que intentó "pegar" a su madre. En este momento, le "clavó el cuchillo, 2 centímetros, sólo para intimidarlo" pero, el acusado sostiene que "no llegó a apuñalarlo", porque "no quería hacerle nada", sino que buscaba únicamente que "se fuese" del lugar.

El acusado también ha apuntado a la existencia de "mucha sangre en el rellano", pero ha dicho que era toda suya, porque el agredido "se levantó la camiseta para enseñarle la herida y no sangraba". Por este motivo, ha dicho que tanto él como su madre se metieron en el interior de la vivienda.

VERSIÓN DEL AGREDIDO
Por su parte, el agredido pasó 28 días ingresado porque el cuchillo "atravesó el hígado y le seccionó la vesícula biliar", según han señalado los médicos forenses, ha relatado los hechos de un modo diferente.

Sostiene que comenzó a timbrar insistentemente en la puerta para que el acusado le "devolviese su móvil". "En ese momento, D.S.P. baja y me amenaza por primera vez con un cuchillo", ha sostenido la víctima.

A continuación, ha explicado que mientras la acusada, M.C.P.R. le "empujaba para que se fuese", el acusado "le apuñaló" y que después de recibir la puñalada la madre le dijo que "no hiciera el paripé". Sin embargo, al levantar su ropa y ver la punzada, lejos de demandar ayuda, lo dejó bajar las escaleras y cerró la puerta del domicilio con ella y D.S.P. juntos.

Fue el propio agredido el que logró bajar "arrastrándose" hasta el portal, donde llamó al 112 y solicitó ayuda.

"EL AMIGO SÓLO TENÍA UN RASGUÑO"
Por su parte, la acusada ha basado su defensa en que "actuó como una madre" porque su hijo "sangraba a chorros" y se dedicó a asistirlo, mientras que el amigo "sólo tenía un rasguño" y "ni siquiera tenía sangre".

La mujer ha explicado que posteriormente llegó la Policía pero ella consideraba que "sólo había sido una pelea normal" y, por este motivo, no les permitió entrar al domicilio hasta "el día siguiente".

Por su parte, los agentes policiales que se desplazaron hasta el lugar de los hechos y que este jueves han intervenido en calidad de testigos, han explicado que la procesada se "dedicó a lavar la ropa manchada de sangre de su hijo y a limpiar todos los restos que pudiese haber en el suelo", pese a sus advertencias.

La Policía ha señalado que "hicieron guardia en el rellano del piso" y que a las "3:00 a.m. la acusada intentó salir con una fregona a limpiar los restos de la pelea".

PRUEBAS PERICIALES
También han declarado en la sesión oral de este jueves los médicos forenses. Éstos han explicado la gravedad de la lesión del agredido, que "perfora el hígado, órgano vital, y que de no ser intervenido de urgencia hubiera tenido elevadas posibilidades de ocasionarle la muerte".

Asimismo, los médicos también han manifestado que examinaron al acusado y detectaron una "discapacidad intelectual leve", además de la "capacidad volitiva parcialmente afectada" por el "abuso de cocaína y alcohol en los últimos meses".

La psicóloga del centro penitenciario de Pereiro de Aguiar (Ourense) en el que permanece interno el acusado ha coincidido en señalar "una problemática con el consumo de drogas y de discapacidad intelecutal".

LA POSTURA DE LAS DEFENSAS
El letrado del acusado ha considerado los hechos como "una agresión imprudente"o, como mucho, ha señalado que "se podría tratar de un delito de lesiones pero en ningún caso de un homicidio en grado de tentativa".

Además, como eximente o "atenuantes muy graves" ha pedido que se apliquen la "existencia de una discapacidad intelectual" y el hecho de que su cliente "llevaba consumiendo este tipo de sustancias desde los 13 años".

En cuanto a la defensa de la madre ha estimado que "actuó correctamente al socorrer a su hijo" puesto que al no tener conocimientos sanitarios "no pudo entender la gravedad de las lesiones internas de la víctima que, además se marchó voluntariamente".