Una perito concluye que el preso que acusa a funcionarios de agresión sufrió "una rotura del bazo traumática"
Rechaza que tuviese un "politraumatismo severo" en la última sesión del juicio, en el que Fiscalía mantuvo su petición de condena
Una médico del Imelga que vio, en 2012, al hombre que acusa a seis funcionarios de prisiones de una supuesta agresión --cuando él se encontraba interno en la cárcel de Teixeiro (A Coruña)-- ha manifestado que el interno sufrió "una rotura del bazo traumática", por la que tuvo que ser intervenido días después de los presuntos hechos.
De ella, ha dicho que es "compatible" con el "evento traumático" que el interno le relató, en diciembre de 2012, cuando lo vio, en relación a unos hechos ocurridos, según su testimonio, el 26 de mayo de ese año tras un incidente en el comedor de la cárcel. No obstante, la perito ha descartado que sufriese un "politraumatismo severo".
En la última sesión del juicio, celebrado en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, esta perito ha restado importancia al hecho de que desde el 26 de mayo hasta el 9 de junio, cuando el interno fue trasladado al hospital por una bajada de la tensión, el hombre no presentase más síntomas, más allá de los dolores que, según los médicos de la cárcel, les refirió en el costal izquierdo.
"El bazo puede romperse en el momento o puede romperse a posteriori", ha explicado. "Lo más frecuente es asociado a una rotura de costillas", ha dicho sobre una lesión que se recogió en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), una vez que el preso fue trasladado, el 9 de junio, a este centro hospitalario para ser intervenido, según expuso uno de los cirujanos que intervino en la operación.
"Hay una naturaleza traumática en esa rotura", ha coincidido este médico con la perito. Y, aunque ésta última, a preguntas de uno de los letrados de la defensa, ha admitido que un trastorno en la coagulación podría facilitar la aparición de hematomas en el bazo, ha recalcado que no estaba "acreditado" que el preso lo tuviese por las enfermedades que presenta. "El estudio de coagulación era normal", han dicho los cirujanos que han declarado.
No obstante, todos los médicos han coincidido, a preguntas de las defensas de los funcionarios, en que no podía concretar el tiempo transcurrido desde que el preso sufrió el "traumatismo" hasta que se rompió el bazo. De hecho, la perito del Imelga ha reconocido que sus conclusiones se basan en la documentación recibida porque el preso se encontraba bien cuando lo vio, según expuso.
CONCLUSIONES, A DEFINITIVAS
En la última sesión del juicio, el Ministerio Público ha elevado a definitivas sus conclusiones. En su escrito de calificación de los hechos, sostiene que tres funcionarios condujeron al preso, tras un incidente en el comedor, al despacho del educador, en donde supuestamente le propinaron una paliza con "puñetazos y patadas en el abdomen". Por estos hechos, Fiscalía pide para cada uno de ellos una pena de cuatro años y tres meses de cárcel por delitos de lesiones.
Asimismo, la petición de prisión para el recluso es de tres años por un delito de atentado y lesiones con la agravante de reincidencia en relación a las lesiones causadas en una mano a uno de los funcionarios por las patadas que, presuntamente, le propinó.
El abogado del interno eleva las peticiones de pena de Fiscalía ya que plantea también un delito de torturas, con la solicitud de una condena de cuatro años de prisión. No obstante, en la última sesión, ha reclamado, alternativamente, tres años de prisión por un delito de trato degradante.
Las defensas piden la absolución de sus clientes, mientras que el abogado del funcionario lesionado en la mano solicita la condena del interno, cuyo letrado, a su vez, ha reclamado dilaciones indebidas en el proceso en relación a la acusación que se ejerce contra su cliente.
Escribe tu comentario