Ocupan los locales de la vieja plaza de abastos de Ourense y los placeros denuncian "inseguridad" en la zona
Los placeros aseguran que los ocupantes realizan "enganches ilegales, material inflamable y condiciones de insalubridad"
Un grupo de personas han ocupado los antiguos negocios de la plaza de abastos de Ourense, vacíos desde hace 16 meses cuando los placeros completaron su traslado al edificio provisional ubicado en la Alameda de la Cidade das Burgas.
Los viejos locales muestran ahora persianas y puertas forzadas, mientras que los placeros reconocen su preocupación "preocupados" por la "inseguridad de la zona" y "temen que se pueda producir un incendio" que ponga en peligro la reforma del edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Este miércoles, hasta el lugar se han desplazado efectivos de la Policía Nacional para dar "un primer aviso" a las personas que han entrado en los locales con el fin de que abandonen el lugar. Durante la actuación policial, que se ha llevado a cabo "sin ningún incidente", se han intervenido "un par de machetes", según han explicado a Europa Press fuentes del Cuerpo.
Entre los problemas que surgen como consecuencia de la ocupación, la Asociación de Comerciantes de la Plaza ha aludido a los "enganches ilegales y las condiciones de insalubridad de la zona".
Como ejemplos concretos de la "inseguridad" que se vive en los antiguos locales situados bajo el puente Murallón, los placeros han hecho referencia a la pelea entre grupos "armados con bates y navajas" que se produjo el pasado jueves 3 de octubre y que se saldó con la intervención policial.
Asimismo, el pasado 15 de septiembre también se hizo necesaria la intervención de los Bomberos y la Policía después de que "una posible trifulca entre bandas" terminase en un fuego declarado en uno de los locales ocupados. Concretamente, esta situación se agrava por la "acumulación de material inflamable como colchones o mantas".
Los placeros también aseguran que en la zona se produce "menudeo de drogas", lo que "incrementa" los problemas que deriva en una "amenaza para la convivencia" que se extiende hasta la Alameda en la que está situada, de manera provisional, la plaza de abastos.
A este respecto, señalan que estos problemas vienen derivados de "la demora en el inicio de las obras de remodelación de la antigua plaza de abastos", previstas una vez terminado el traslado.
Como medidas de prevención hasta que se inicien las obras, los comerciantes han hecho referencia a "un vallado perimetral del edificio, un incremento de la presencia policial y la expulsión de los ocupas".
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