Sanidade exige que se cumpla el concierto con Povisa para mantener el empleo y la calidad asistencial

La oposición acusa a la Xunta de favorecer que la atención sanitaria de Vigo acabe en manos de una multinacional

El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, ha considerado que la adquisición de Povisa por parte del grupo Ribera Salud no debe afectar al concierto que el Sergas tiene con el hospital y ha subrayado que la Xunta seguirá exigiendo su cumplimiento en los "términos acordados y pactados" para el mantenimiento del empleo y de la calidad asistencial.

La venta de este hospital ha centrado el cierre del pleno de la Cámara gallega, sesión en la que el conselleiro ha dado respuesta a una interpelación formulada por la diputada del BNG, Motse Prado, así como a tres preguntas realizadas por el Grupo Común da Esquerda, el PSdeG y el Partido Popular.

El Sergas, según ha afirmado Almuiña, cumplió "en todo momento, escrupulosamente, las condiciones del concierto". Así, ha señalado que en enero de 2019 se firmó una modificación de algunas condiciones del concierto para "permitir mantener el nivel de empleo en Povisa, apostando por un empleo estable y de calidad, garantizando para eso los niveles de actividad necesaria que únicamente el mantenimiento del concierto puede asegurar".

Asimismo, en conselleiro ha insistido en que la principal preocupación del Gobierno gallego respecto a Povisa siempre fue el mantenimiento de la calidad asistencial y de los puestos de trabajo, independientemente de quien fuera el propietario del hospital.

Además, ha asegurado que, con la venta de Povisa, se está hablando de una "decisión empresarial con una multinacional que gestiona servicios sanitarios" en distintos países y ha puesto en valor el hecho de que no se trata de un fondo financiero o inversor.

POVISA "NO EXISTIRÍA"
En su intervención, el conselleiro también ha subrayado que si el Servizo Galego de Saúde no evaluase la situación y modificase el concierto cuando se presentó el concurso de acreedores "probablemente Poivsa no existiría" y "tampoco los 1.500 puestos de trabajo que supone".

En esta línea, ha incidido en que el contrato con este centro hospitalario de Vigo, que atiende a los 135.000 personas, "existe desde el año 1976", fue renovado en el 2000, prorrogado en el 2008. Todo ello antes de que el actual fuese formalizado en 2014, con un plazo de ejecución de ocho años".

El conselleiro, además, ha subrayado que los ciudadanos tienen ahora derecho de elección de centro, un derecho que pueden ejercer anualmente tal y como se recoge en el concierto de 2014, y en el que se establece un techo de población de 139.000 personas.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
La diputada del BNG Montse Prado ha sido la encargada de interpelar sobre este asunto al conselleiro de Sanidade, al que ha afeado que no acudiese a petición propia a dar explicaciones sobre "un tema de enrome relevancia" a la Cámara. "Y no solo no lo hizo sino que casi no se ha pronunciado", le ha afeado.

La nacionalista ha criticado que la Xunta actúe ante esta venta como si se tratase de una "simple transacción entre particulares". "No es una venta cualquiera, se trata del mayor hospital privado del Estado con concierto", ha subrayado.

"Lejos de garantizar un uso correcto de los recursos públicos, el Partido Popular lo que ha hecho es que todas las decisiones fueran tomadas para que Povisa fuera impresdindible", ha asegurado Montse Prado, que ha denunciado el cierre de camas en los centros públicos del área de Vigo.

Además, tras acusar a los populares de ser "los grandes introductores de las multinacionales en la sanidad privada" gallega, ha censurado que la Xunta no adquiriese este hospital por los "24 millones" en los que se cifra su venta. COMO SI LOS TRABAJADORES "FUERAN NÚMEROS"

Por su parte, en una pregunta posterior, la diputada del Grupo Común da Esquerda Eva Solla ha acusado al conselleiro de tratar a los trabajadores de Povisa, que han acudido a presenciar el debate, "como si fuesen números".

"Una vez más acaban de vender a los trabajadores, en una operación absolutamente orquestada desde la Consellería de Sanidade", ha argumentado Eva Solla, que ha lamentado que los habitantes del área sanitaria de Vigo tengan que tener "su sanidad dependiente de los grandes fondos de inversión gracias a un PP que también es responsable de la crisis industrial" en la comarca.

"FRAGUARON LA OPERACIÓN"
En su intervención, el diputado del PSdeG Julio Torrado ha reclamado "atención pública" y "un centro público con personal público" para resolver la situación de Povisa. Además, ha exigido a Sanidade una auditoría sobre la situación y conocer el convenio del concierto entre el Sergas y los propietarios del hospital.

Asimismo, después de que el conselleiro cuestionase el posicionamiento del PSOE sobre la venta de este centro, Torrado ha recordado que su grupo votó a favor en el debate de política general de una resolución que pedía "estudiar la fórmula administrativa más adecuada y favorable que permita al Sergas asumir la atención sanitaria del centro, garantizando los puestos de trabajo y las prestaciones".

"Se ve contentísimo con la venta, si va a cobrar un bono tiene que avisar al Parlamento", ha bromeado el parlamentario socialista, unas palabras por las que fue reprendido por el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, que le exigió retirar la afirmación.

Por su parte, el popular Aurelio Núñez Centeno ha defendido la actuación de la Xunta en relación con la sanidad del área de Vigo y ha cargado contra la oposición al recordar que acusaban al Gobierno gallego de favorecer la sanidad privada pero que el propio concierto con este hospital vigués provocó una situación "a punto estuvo de llevar a la quiebra" a la empresa pero que fue "reconducida".