La pandemia... del "doctor" Feijóo

“Los enfermos morían separados de sus familiares y estaban prohibidos los rituales velatorios; los que morían por la tarde, pasaban la noche solos y los que morían por la mañana, eran enterrados sin pérdida de tiempo”.                                  

Albert Camus: La Peste: 1949.

Pasó lo peor. O no… La pandemia de la enfermedad COVID-19 por afectación del Coronavirus SARS- CoV-2, fue tremenda. El número de muertos en el estado español, a 31/05/2020, era de 27.121 personas. En Galicia, era de 616;  los muertos en las Residencias de Mayores en el estado, son 16.321 y en Galicia 299 (casi el 50% de los que murieron lo hicieron en las Residencias de Mayores). Los datos, no son definitivos... esperemos que en otoño no rebrote este episodio de pesadilla colectiva.

En Galicia la pandemia tuvo “menos incidencia” de contagios y mortalidad que en el resto del estado. Influyeron diversos factores: la dispersión de la población, la menor utilización del transporte público, el bajo nivel de contaminación, la menor llegada de personas procedentes de otros lugares, el calor, etc. Las propias condiciones del país, fueron las que frenaron la diseminación del virus. La nefasta gestión de la Xunta tuvo mucho que ver con la afectación tan severa y la elevada mortalidad en dos ámbitos muy determinados: las Residencias de Mayores y los Servicios Sanitarios.

En las Residencias de Mayores, se explica por la privatización y la cesión, por parte de Núñez Feijóo y el PP, a multinacionales, a fondos de inversión y a grupos de la iglesia. La precariedad de la atención, la acumulación de los residentes y la carencia de personal, es la tónica. DomusVi, principal grupo en Galicia, y la Fundación San Rosendo, tienen mucha responsabilidad: en esta última, el cura Benigno Moure, en 2008 presidente e impulsor del grupo, fue condeado a 5 años de cárcel por apropiación indebida a una anciana con Alzheimer (Fraga le concedió la Medalla Castelao... y aun no se le retiró). Pero las residencias privadas están también en manos de Florentino Pérez, Demetrio Carceller, SANITAS, EULEN, SANTA LUCIA, CASER, ACS, SACYR, etc... es decir: constructoras, aseguradoras...y la Iglesia.

En los Servicios Sanitarios, a los profesionales no se nos hizo la prueba del coronavirus, ¡hasta el 25 de mayo!  Sí, al Sr. Feijóo no le importa saber cómo están sus trabajadores y trabajadoras, pero sí le importa hacer “el mayor estudio epidemiológico de la historia de Galicia” para ensalzamiento del “amado líder”. Sabemos que con 1.000 entrevistas (más o menos) es representativo de cómo está la situación... pues bien, el Sr. Feijóo va a hacer 100.000. Con dinero público claro, y que sobrecarga para los profesionales: ¡a él eso no le importa! A día 1 de junio, tenemos hechas 51.000 pruebas y sigue el despropósito (en contra de las organizaciones de AP) con la realización de otras 50.000 pruebas más. Resultado: el 1,3% dieron POSITIVO. ¿Hace falta hacer 100.000 test? ¿Gastar dinero público cuando con 1.000 entrevistas tendríamos el mismo resultado? ¿Por qué se sobrecarga al personal de enfermería, de los Centros de Salud, para algo que ya todos conocemos? ¿Es el Sr. Feijóo un irresponsable al someter a los sanitarios a un trabajo inútil? ¿Sabe el “Doctor” Feijóo lo que hace? La afectación de profesionales de la salud en el estado, es de 51.482; en Galicia: 1.403. Lo peor: 63 muertes.

Otra faceta del “Doctor” Feijóo es “adelantarse” a Sánchez, en las medidas de la desescalada. Un lince... claro, ¡después de escuchar a los presidentes de las CCAA y al propio Sánchez, para hacer que hace y no hacer más que enredar y confundir a las gallegas y gallegos!

La enfermedad nos encontró muy mal preparados, debido a los recortes del “Doctor” Feijóo: en personal, infraestructuras y en el propio conocimiento de este tipo de coronavirus. No invertir en Sanidad y  sí hacerlo, con presupuestos multimillonarios, en gastos militares, por ejemplo, lleva a que la sociedad esté poco y mal atendida. De nosotros depende cambiar esta dinámica. Que los gastos en Sanidad, en Servicios Sociales, en Residencias de Mayores y de Discapacitados, sea prioritario. En las próximas elecciones, tenemos la oportunidad de cambiar esta dinámica. ¡El futuro de nuestros hijos e hijas está en juego!