El acusado del clan de los Morones de un tiroteo en una pedida de mano de los Zamoranos en O Porriño se declara inocente
La jueza expulsa de la sala a los hermanos Juan Paulo y Sinaí Giménez por sus faltas de orden
El juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra ha celebrado este viernes el juicio contra Juan Paulo Giménez, miembro destacado del clan de los Morones, por entrar a tiros en una pedida de mano de los Zamoranos celebrada en el municipio de O Porriño (Pontevedra) en 2019.
Durante la vista, el acusado se ha declarado inocente, mientras la Fiscalía ha retirado la acusación para el otro encausado. El juicio se ha celebrado con fuerte presencia policial en el edificio de los juzgados de A Parda.
Además, se han impuesto estrictas medidas de seguridad y limitaciones de público para evitar posibles incidentes entre los numerosos miembros del clan de Los Morones --que acudieron con su líder, Sinaí Giménez, al frente-- y el grupo familiar conocido como los Zamoranos, al que pertenecen las víctimas y con quienes tienen desavenencias.
La Fiscalía ha pedido para el primogénito del clan de etnia gitana de los Morones y hermano de Sinaí una condena de nueve años de prisión --tres y medio por cada uno de los delitos de lesiones y dos más por tenencia ilícita de armas-- al considerar "absolutamente probada" su autoría.
NIEGA LOS HECHOS
Juan Paulo Giménez ha negado ser el autor de los disparos. "Yo no he hecho ningún tiroteo ese día", respondió a preguntas de la fiscal.
"Doña Ana Rosa, de Tele 5, me está acusando de estar en un tiroteo", sostiene Giménez, que niega haber huido. "A mi nadie me ha dado ninguna citación en mi casa y yo no he estado desaparecido" durante un año y seis meses, afirma.
Juan Paulo declara que estaba en Sevilla por un problema familiar con su exmujer y su hija, aunque ninguna de ellas ha acudido al juicio para corroborar esta versión.
El acusado también que no fue al juzgado de Porriño: "Para que no me metieran preso, para qué vamos a andar con mariconadas". Además, ha negado tener mala relación con el grupo de Los Zamoranos. "Mi señora y madre de mis hijos es zamorana y es hija de uno de los patriarcas de los Zamoranos".
EXPULSIÓN DEL JUICIO
Después de varias horas de sesión, la jueza ha expulsado de la sala a Juan Paulo Giménez por sus reiteradas faltas de orden. "Se va a calabozo, esto no es un mercadillo", le ha dicho la magistrada. "No puede alterar el orden. No puede ser esto una feria", ha agregado.
Por el mismo motivo también ha sido expulsado Sinaí Giménez al comparecer como testigo. Su propio abogado le exigió silencio, pero Sinaí no hizo caso, por lo que fue advertido con la imposición de una multa si seguía faltando al orden. Al mantener su actitud, jueza lo ha expulsado. "No le permito que haga un circo", ha afirmado la magistrada.
ACUSACIÓN
Los hechos que se juzgan sucedieron durante la madrugada del 19 de mayo de 2019. Según relata la fiscal en su escrito de acusación, el acusado entró en el centro multiusos del polígono de Torneiros en el que se estaba celebrando una fiesta de pedida de mano en la que participaban varias familias de Los Zamoranos.
Irrumpió en la fiesta empuñando una pistola de 9 milímetros, se situó en el pasillo de entrada del local y apuntó de forma oblicua hacia el techo y hacia delante, realizando varios disparos.
Dos de las balas rebotaron e impactaron en uno de los jóvenes que participaba en la fiesta, provocándole lesiones en el hombro izquierdo y también alcanzaron a una menor de edad, que sufrió heridas de gravedad en la cara por las que tuvo que ser operada y que le dejaron varias cicatrices.
TESTIGOS IDENTIFICAN AL AUTOR
El adulto herido en aquel tiroteo identificó a Juan Paulo como el pistolero que entró en la fiesta de pedida de mano, describiendo con detalle la ropa que vestía.
También declaró que aquel día el acusado efectuó "entre 10 y 15 disparos". "Por lo que yo vi, quedó sin munición y echó a correr", declaró.
Preguntado por el abogado de la defensa por si llevaban armas los asistentes a esa fiesta este testigo ha respondido: "Nosotros no somos de eso. Nunca he visto nada de esas cosas", ha declarado.
La otra persona herida, que era menor de edad en el momento del suceso, ha declarado ante la jueza que no vio al pistolero. Oyó "como siete o ocho disparos", uno de los cuales le alcanzó en la caja, justo debajo del ojo y perdió la consciencia después del impacto.
También aclara esta testigo que en el recinto se veía bien porque "estaban las luces dadas", mientras ha afirmado que sus familiares y amigos "no suelen llevar armas de fuego".
A continuación, comparecieron diferentes testigos del suceso que identificaron Juan Paulo con claridad. Algunos incluso dijeron haber visto como subía a un coche y gritaba al conductor: "Arranca, arranca, tira, vamos".
Todos coincidieron en que las luces del local estaban todas encendidas en el momento de los disparos.
El camarero que trabajaba en aquella fiesta tuvo que ser advertido por la jueza de que podía incurrir en un delito de falso testimonio debido a que este viernes ha testificado de manera contradictoria respecto a su declaración anterior. En esta ocasión no ha reconocido al acusado como autor de los disparos, como sí hizo, "por los nervios", en un primer momento.
Este camarero reconoce que fueron difundidos estos días por las redes sociales algunos mensajes relacionados con este caso que le identifican y dan sus datos personales. También expone que, recientemente, en el local en el que trabaja ha recibido visitas de personas muy allegadas a Juan Paulo que dejaron documentación judicial referida a esta causa.
PROTESTAS DE LA DEFENSA
Muchos de los testigos citados no han acudido "por estar de vacaciones", por lo que el letrado de la defensa ha formulado protesta y ha pedido la "suspensión" de la vista oral por no poder celebrarse el juicio "con todas las garantías". La petición del letrado no ha sido admitida.
La línea argumental de la defensa se basa en que aquel día se produjo "un tiroteo por dos bandos" y que "se realizaron disparos por parte de la otra banda de los Zamoranos", según ha explicado su abogado. "Hubo pluralidad de armas", ha asegurado.
El abogado de Juan Paulo también ha pedido la nulidad de todas las actuaciones por "indefensión" al no haber tenido acceso a los datos asociados a la intervención de su teléfono móvil, ya que alega que su cliente se encontraba en Sevilla, algo que, según su criterio podría comprobarse con los datos de geolocalización de su teléfono así como con unas facturas que presentó este viernes como prueba.
Este letrado ha pedido protección para dos nuevos testigos que intentó presentar este viernes y que, según ha avanzado, están dispuestos a declarar que con carácter previo a los disparos se apagaron las luces y que hubo respuesta por parte de los invitados.
El abogado presentó un acta notarial con sus manifestaciones que no ha sido admitida. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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