La construcción de la planta de compostaje de Vilanova de Arousa supondrá una inversión de 18 millones

La construcción de la planta de tratamiento de biorresiduos que se asentará en el municipio pontevedrés de Vilanova de Arousa supondrá una inversión de casi 18 millones de euros.

El Consello de la Xunta de este jueves ha autorizado la licitación para llevar a cabo la construcción de esta planta, con la que el Gobierno gallego pretende alcanzar el objetivo de que "todos" los municipios gallegos dispongan de un punto de compostaje a menos de 50 kilómetros.

La de Vilanova será una de las cuatro plantas que acogerá cada una de las provincias gallegas. Por el momento, la única operativa es la que funciona en el complejo de Sogama, en Cerceda (A Coruña).

La actuación supondrá un desembolso de 18 millones de euros para transformar una superficie de 20.000 metros cuadrados en el polígono industrial de Baión que acogerán un centro de tratamiento dotado con sistemas de depuración de aguas, control de ruidos y olores. Todo ello alimentado "con energía renovable a través de paneles solares".

La planta acogerá "todas" las fases del proceso de compostaje, desde la recepción a la transformación, fermenatción y almacenamiento. Tendrá capacidad para tratar 15.000 toneladas de residuos anuales doméstico y otras 7.000 toneladas de material estructurante.

Según la Xunta, el centro estará listo a finales de 2022 y será capaz de producir 6.000 toneladas de compost "de alta calidad" que podrá ser empleado como fertilizante natural en la agricultura y jardinería.

De este modo, prestará servicio a 25 municipios de la zona en los que se desplegará el nuevo contenedor, de color marrón, y que deberá estar en funcionamiento antes de que termine el año 2023.