Rosario Porto confía en ser absuelta

El abogado José Luis Gutiérrez Aranguren, ha manifestado que su defendida, Rosario Porto, tiene "confianza" en que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) falle a su favor y revoque los 18 años de prisión a los que fue condenada, junto a su exmarido, Alfonso Basterra, por el asesinato de su hija Asunta.

Sobre los argumentos de la Fiscalía, que ha pedido que se mantenga la condena, ha dicho que el fiscal, José Ramón Piñol, "no va a desautorizar a su predecesor", en alusión a Jorge Fernández de Aránguiz, que fue el que defendió en el juicio los argumentos del Ministerio Público.

Además, ha vuelto a reiterar, sobre los hechos recogidos en la sentencia, que habrá "que ver si eso es una prueba o es una sospecha" y ha incidido en que hubo "por parte de alguien, no sé quién, una puesta en escena" para incriminar a su defendida.

Mientras, Aranguren ha dicho que mantiene "íntegra" su esperanza en el recurso, al igual que su clienta. De ella, ha indicado que tiene también "confianza" en la decisión del TSXG. Sobre su estado, ha manifestado que se encuentra "a tratamiento" y que, en estos momentos, está "estabilizada".

Su estado emocional fue una de las cuestiones en las que, durante la exposición de su recurso, ha incidido el letrado. En concreto, ha recordado que, antes de la muerte de su hija, Rosario Porto tuvo "cinco episodios de depresión severa" y que, por ello, estuvo a tratamiento con fármacos.

Mientras, ha rechazado un "concierto de voluntades" entre Rosario Porto y Alfonso Basterra para asesinar a su hija. De éste último, ha calificado de "situación esperpéntica" que el jurado considerase probado que viajaba en el coche junto a Rosario Porto y su hija Asunta en dirección a Teo, donde se encontró el cadáver de la menor.

"Es una aberración jurídica", ha llegado a decir en la vista de apelación. En ella, ha manifestado no "entender" como el tribunal asumió el argumento de que "no se descartaba" la presencia de Basterra en la parte posterior del coche, "si no se podían ver los asientos traseros del vehículo" en las grabaciones de las cámaras ubicadas en la calle.