​En Marea registra su grupo sabiendo que se lo tumbarán

La coalición política gallega En Marea ha registrado este lunes en el Congreso la petición para tener grupo propio al margen de Unidos Podemos y ha advertido de que, si la Mesa de la Cámara rechaza su solicitud, barajarán la opción de "llegar hasta la última consecuencia" y recurrir en amparo ante el Tribunal Constitucional.

La portavoz de la confluencia gallega, Alexandra Fernández, ha asegurado que su formación tiene cinco diputados y más del 15% de apoyo en las cuatro provincias gallegas, por lo que entiende que cuentan con "el aval" de la ciudadanía para formar su propio grupo parlamentario en la Cámara Baja.

No obstante, admite que la Mesa del Congreso, a la vista de la posición anunciada por PP, PSOE y Ciudadanos, vetará la petición. A su juicio, "hay fuerzas políticas que quieren bloquear este cambio democrático y cerrarse para continuar un modelo" donde se reparten "todo entre el bipartidismo de siempre".

Eso sí, Fernández ha querido subrayar el perfil propio de la coalición que formaron los nacionalistas de Anova, Podemos y EU-IU: "Desde En Marea tenemos claro que somos un sujeto político diferenciado que vamos a seguir teniendo esa autonomía política, y las d

ecisiones políticas se van a seguir tomando en Galicia", ha resaltado.

SI SE LO DAN A CDC, LA LEGALIDAD QUEDARÍA EN ENTREDICHO

Es más, ha contrastado su cumplimiento de los requisitos parlamentarios con la situación de Convergencia (CDC), que no llega al 15% en dos de las cuatro provincias en que se presentó. En su opinión, "está claro" que ellos no cumplen con los requisitos y En Marea sí los cumple, y si ellos se quedan sin grupo y en cambio se le da a los independentistas catalanes como "cambio" a las votaciones de la Mesa, se vería que "la legalidad de la Cámara queda absolutamente en entredicho".

CON LOS "BRAZOS ABIERTOS"

Unidos Podemos y En Comú Podem han registrado este martes en el Congreso su grupo parlamentario confederal, en el que dicen esperar con los "brazos abiertos" a En Marea si su demanda es rechazada y con el compromiso de darles la visibilidad y voz propia, como en la pasada legislatura.

Así lo ha asegurado en rueda de prensa en el Congreso el que será portavoz parlamentario titular del grupo confederal, Íñigo Errejón, que repite en su puesto y que tendrá esta vez como número dos en las labores de Portavocía al líder de la confluencia catalana, Xavier Domènech, en lugar de a su compañera de partido, Irene Montero.

No obstante, Montero seguirá siendo portavoz adjunta, con derecho a asistir a la Junta de Portavoces, un puesto que también ostentará el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, quien tras concurrir junto con Podemos en la coalición Unidos Podemos acordó con sus compañeros de IU permanecer en el grupo parlamentario con la formación morada y no pedir uno propio.

EN MAREA Y 'A LA VALENCIANA' SOCIOS "DE PLENO DERECHO" SI VUELVEN

A las confluencias de En Marea y de 'A la Valenciana', el grupo confederal mantiene sus puertas abiertas en el caso de que esa petición sea rechazada, para que se integren "como socios de pleno derecho". Esto significa, según Errejón, que podrán contar con sus propias Portavocías adjuntas, con visibilidad en los debates y plenos y en las diferentes comisiones, y que además su marca figurará en el nombre del grupo, como ahora lo hace la de En Comú Podem.

"Si vienen, se cambiará el nombre y parte de la estructura", ha confirmado Errejón, tras señalar que el plazo de 48 horas fijado por la Mesa para apelaciones o rectificaciones en el caso de que las peticiones de grupo sean rechazadas permite que se puedan hacer ese tipo de modificaciones. Eso sí, Compromís ya ha anunciado que, en caso de quedarse sin grupo propio, sus cuatro diputados prefieren integrarse en el Mixto, donde serán primera fuerza.

A pesar de todo, Errejón ha lamentado el hecho de que, al igual que ya ocurriera la pasada legislatura, el resto de fuerzas siguen negándose a reconocer por razones "arbitrarias y políticas" el principio de "plurinacionalidad" que defienden Podemos y sus socios y que, ante este rechazo, reflejarán en su organización interna una vez más.

CDC NO PERDERÁ SU GRUPO

CDC corría el riesgo de que, por primera vez en la reciente historia democrática, no contara con voz propia en Madrid, pero tanto el PP como el PSOE se han mostrado abiertos a que sus representantes en la Mesa del Congreso hagan una interpretación laxa del Reglamento y les faciliten tener grupo, lo que en su caso supone recibir más de 42.000 euros al mes. Ciudadanos, por su parte, rechazará esta opción.

En todo caso, pese a la predisposición de 'populares' y socialistas, los independentistas catalanes apelan a precedentes de anteriores legislaturas y recuerdan que el Tribunal Constitucional ya dictaminó que la Mesa del Congreso, como órgano rector de la Cámara, tiene margen para interpretar el Reglamento en lo relativo a la organización de la Cámara Baja.