La plantilla del Grupo Yáñez sigue sin cobrar el mes de abril, no cobrará mayo y está pendiente del ERE prometido

Aquello de “vuelva usted otro día” se ha convertido en la frase más escuchada por todos los que se pasan por alguno de los centros que el Grupo Yáñez tiene repartidos por la provincia de A Coruña. Ya sea en concesionarios o talleres, una profunda crisis económica atraviesa la entidad de punta a punta, paralizando por completo su actividad y dejándola al borde de la quiebra, rodeada de movilizaciones por parte de sus empleados -que desconocen la verdadera profundidad de la herida en las cuentas del grupo- y un presunto plan de viabilidad por mandato judicial del que todavía no se conocen los detalles, más allá de que el mismo traerá despidos. Más de un centenar, para ser concretos.

“NO COBRARÁN”

Casi dos meses después del inicio de las protestas, la situación en el Grupo Yáñez no ha hecho más que empeorar para el personal. “No han cobrado el mes de abril y tampoco van a cobrar mayo”, se queja con amargura Vicente Vidal, responsable de CIG-Industria en la comarca de Ferrol, que, si bien no puede certificar que los cobros no se realicen antes de entrar en junio, es pesimista ante el escenario actual.

La decisión del juzgado de lo Mercantil de nombrar a un abogado para tratar de trazar un plan de viabilidad en la compañía, que arrastra una deuda por encima de los 7 millones de euros y cuyo gerente permanece en paradero desconocido, ha logrado frenar la sangría en la firma, donde al menos ahora los sindicatos tienen a alguien al que dirigirse para conocer la última hora de una situación que, no obstante, no parece ir a mejor.  

“La semana pasada el abogado nos comentó que ha hablado ya con las entidades financieras y que ha logrado desbloquear algunos asuntos, incluso con el diálogo con Volkswagen para las piezas y el crédito”, indica Vidal. 

CLIENTES AFECTADOS

Sin embargo, los concesionarios y talleres siguen hoy “secos” de trabajo, pues prácticamente solo pueden asumir aquellos encargos donde el cliente asuma adelantar por su cuenta el dinero para la compra de las piezas y la reparación, porque la casa automovilística sigue cerrada a permitir que crezca la deuda del Grupo Yáñez pese al diálogo establecido con el abogado fijado por el juez.

Esto abre una vía para los clientes, que también se quedan en una situación comprometida. Como explicaba hace unas semanas a este diario el abogado Xoan Antón Pérez-Lema, de Avogados e Consultores S.L., la recomendación para aquellos clientes de Volkswagen que tengan que pasar una revisión obligatoria o necesiten de una reparación es "que se personen en el lugar y si no los pueden atender que llamen a la Policía Local”. 

“Un consumidor si no puede ser atendido debe llamar a la Policía para que se documente esa negativa. A partir de ahí buscar la solución en otro lado, guardar las facturas y reclamar, aunque sí Yáñez entra en concurso será muy difícil que pueda responder ante sus clientes”, detalló. 

"A esta gente se le está negando un servicio. No puede hacerlo en su concesionario habitual y tienen que desplazarse a Lugo, a Ourense... Entiendo que los consumidores pueden reclamar todos los perjuicios que les pueda causar: los viajes, la gasolina, los posibles excesos de facturas, otros trastornos sufridos...", argumentaba Pérez-Lema.

A renglón seguido, los concesionarios siguen si stock y, reconoce Vidal, “nadie quiere comprar un coche viendo la situación de incertidumbre en la que está el grupo, porque no hay garantías de que te lo puedan servir”. Mientras, los trabajadores siguen acudiendo a sus puestos de trabajo, aunque trabajo haya poco. “Algunos han sondeado pedir la resolución del contrato”, comentan desde la CIG.

¿VENTA A PÉREZ RUMBAO Y ERE?

Los rumores ponen a la compañía Pérez Rumbao detrás de la pista para hacerse con estos establecimientos. El plan de viabilidad dio una bola extra al Grupo Yáñez, porque amplió un poco la prórroga del preconcurso en el que lleva sumido desde diciembre de 2024. De no resolverse el escenario a finales de junio sería el de volver al Mercantil “y ya podría entrar en concurso, de convenio o de liquidación, que es lo más seguro". 

Las empresas interesadas están aguardando por la resolución y ver el precio más bajo por el que hacerse con los establecimientos y talleres. “Pero eso puede llevar meses. Meses que esta plantilla puede seguir sin cobrar”, censura Vidal, que entiende que algunos trabajadores, incluso “pueden pedir la baja por depresión” al verse “atados de pies y manos” y “haciendo tiempos muertos en su puesto de trabajo casi todo el tiempo”.

Ahora todo pasa por el ERE que quedó pendiente de presentarse la semana pasada. El Expediente de Regulación de Empleo es un elemento clave en el presunto plan de viabilidad que podría reflotar la empresa, aunque supondría arrasar con cerca de la mitad de los empleos en los centros de trabajo de A Coruña, Santiago y Ferrol, siendo en este último “unos 21 trabajadores los afectados”. En el total, serían aproximadamente 114 los empleos amenazados por el planteamiento de un ERE que se retrasó “por unos problemas administrativos”. 

“A día de hoy no sabemos nada más”, critica Vidal, que adelanta para este jueves 29 de mayo una nueva jornada de protestas por parte de la plantilla con movilizaciones ante los centros de trabajo como medida de presión para que se descubran más detalles sobre el plan de viabilidad. “Será un paro simbólico de media hora para presionar y que se nos clarifiquen las cosas. Los trabajadores no pueden seguir sin cobrar y queremos que nos digan las cosas con claridad. Si nos dicen que van a presentar el ERE y no lo hacen, queremos saber qué va a pasar”, zanjan.