Profesores, madres, padres y alumnos protestan en Santiago contra los recortes en Educación
La capital gallega volvió a ser este sábado el epicentro de la movilización socal en defensa de la educación pública. Profesores, madres, padres y alumnos marcharon por Santiago de Compostela para exigir menos recortes, condiciones dignas para el profesorado y atención prioritaria a la diversidad en las aulas. Convocada por la CIG-Ensino, la marcha se enmarca en un calendario de protestas que culminará con una huelga general en el sector educativo el próximo 25 de septiembre. La consellería denuncia una estrategia de "confrontación" por parte del sindicato nacionalista.
Desde la Alameda compostelana, punto de inicio de la manifestación al mediodía, los asistentes recorrieron las calles hasta llegar a Praterías mostrando consignas contra los ajustes aplicados por la Xunta de Galicia en el sistema educativo. La secretaria nacional de la CIG-Ensino, Laura Arroxo, incidió en que el sindicato plantea tres grandes ejes de reivindicación: la rectificación de las políticas de recortes, la recuperación de las condiciones laborales previas de hace quince años y el reconocimiento efectivo del papel de docentes y familias en el sistema educativo.
La dirigente sindical subrayó que este inicio de curso concentra múltiples problemas, especialmente en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. En los centros de Secundaria, la amortización de jubilaciones y el escaso número de vacantes adjudicadas habrían complicado el arranque de las clases el pasado 8 de septiembre. En la Formación Profesional, la situación se describió como un "caos" derivado de los cambios normativos que hacen inviable una planificación adecuada, con horarios entregados de forma tardía, problemas técnicos en aplicaciones informáticas y ciclos no ofertados por falta de matrícula.
Además, el sindicato denunció que varias obras pendientes en centros escolares están interfiriendo en el funcionamiento habitual de la actividad lectiva, inutilizando espacios e incrementando la preocupación entre la comunidad educativa, que reclama mayor seguridad y celeridad por parte de la administración autonómica.
La atención a la diversidad, en el centro del debate
Uno de los puntos con mayor fuerza en la protesta fue la atención a la diversidad. Padres y madres se sumaron con mensajes específicos para reivindicar más personal de pedagogía terapéutica y especialistas en audición y lenguaje. Entre los ejemplos estaba el cartel del ANPA Santa Uxía del CEIP Plurilingüe de Ribeira, en el que se reclamaba mayor refuerzo docente, o la pancarta del CEIP Ana María Diéguez, centrada en la falta de especialistas. El propio manifiesto final de la CIG-Ensino subrayó que esta era una prioridad irrenunciable.
Las consignas en la calle reflejaron esta carencia: "Onde están? Non se ven os PT, AL e Orientación", coreaban los manifestantes, dejando claro que la falta de profesorado especializado representa un obstáculo para garantizar la integración educativa. Según el sindicato, la precariedad en la cobertura de plazas y la burocratización de las tareas docentes están impidiendo dar una respuesta adecuada a las necesidades del alumnado.
En palabras de los convocantes, reconocer la labor del profesorado significa no imponer limitaciones excesivas ni una burocracia asfixiante que aleja a los docentes de su verdadera vocación: enseñar. La falta de cobertura de aproximadamente 800 vacantes en los primeros días de clase ha sido uno de los ejemplos más citados de esta carencia estructural.
La política educativa de la Xunta, en el punto de mira
La protesta, encabezada por la CIG-Ensino pero secundada también por asociaciones de padres y colectivos políticos como el BNG, dirigió buena parte de sus críticas hacia el Gobierno autonómico. Los cánticos apuntaban explícitamente al Ejecutivo gallego y al conselleiro de Educación, Román Rodríguez, con frases como "Hai que recortar ao Partido Popular" o "Román, atende, o ensino non se vende".
Desde la organización sindical se defendió que la movilización no debe limitarse al ámbito docente, sino involucrar también a familias y alumnado, con el objetivo de reforzar una presión colectiva capaz de obligar a la Xunta a replantear su modelo educativo. Según el sindicato, los conflictos que están surgiendo en los centros de forma atomizada deben visibilizarse de manera unitaria para conseguir cambios reales.
La Consellería de Educación ha salido inmediatamente a responder. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, a propósito de la protesta convocada este sábado en Santiago de Compostela, ha afeado a la CIG-Ensino --convocante de la misma-- un "fomento de la confrontación". "Estamos trabajando para mejorar el sistema educativo", ha defendido.
En días previos, la Xunta defendió la normalidad en el inicio del curso, destacando el incremento en inversiones y personal, aunque sin entrar a valorar las denuncias específicas en torno a obras, burocracia o plazas sin cubrir. El conselleiro ha negado que haya menos profesores.
Camino hacia la huelga del 25 de septiembre
La marcha en Santiago se presenta como el primer paso de una agenda de movilizaciones que tendrán su punto álgido en la huelga educativa convocada para el 25 de septiembre, en la que se espera una participación más amplia de toda la comunidad educativa gallega. La CIG-Ensino sostiene que solo con una presión sostenida se podrá revertir el modelo de gestión que, a su juicio, está deteriorando la calidad de la enseñanza pública en Galicia.
Varios sindicatos dicen que hay más profesores pero que no se cumpren las ratios
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