Defiende que el debate de fondo es "dónde va a estar el partido dentro de unos años".
El escrito de acusación señala que el expresidente de la Generalitat desobedeció intencionadamente el mandato del Tribunal Constitucional al seguir adelante con la consulta del 9N.
Parece claro que la Fiscalía no pedirá penas de prisión al considerar que los gastos de la consulta fueron pactados antes de la supresión del TC y debían pagarse.
Dice un refrán popular que “quien a hierro mata a hierro muere”. Eso es lo que les puede suceder a los independentistas catalanes con respecto al TC, al que se han tomado como una chirigota de Cádiz y eso que no estamos en carnavales.
Ao Partit Demòcrata Catalá (PDC) non lle deixan nin nacer. O nome crea controversias, as candidaturas iniciais sarpullidos e o lanzamento móvese entre o ruído mediático de quen non cabe no proxecto porque se lles pasou o arroz ou o daqueles que se van porque non entenden que o espazo electoral que se pretende ocupar é exactamente o mesmo que o de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
A nadie se les escapa que CDC no se encuentra en sus mejores tiempos, en ningún sentido; político, económico, de credibilidad, y modelo de nada. ¿Todos los miembros del partido están en entredicho. No, hay gente muy honesta, válida y que está en política porque se lo cree.
El juez cierra la investigación y estima que el expresidente de la Generalitat y otros dos altos cargos eran plenamente conscientes "de la desobediencia" al seguir adelante con el referéndum suspendido por el Constitucional.
El fin de semana ha sido fructífero en noticias políticas. La ANC, como ya viene siendo habitual, ha realizado su cónclave sabiendo quién iba a ganar: Jordi Sánchez, la persona de Carmen Forcadell, que cuenta también con las simpatías de una buena parte de CDC. Fuera del núcleo duro queda Liz Castro, del sector crítico, que siempre gana, pero los 77 ilustres la han devuelto a la vida terrenal. Pero, eso sí, todo muy democrático y con urnas.
Esa é a palabra máxica que acaba de regalarnos o expresidente da Generalitat Artur Mas para cualificar o feito inapelable de que as bases da CUP decidisen pedirlles aos seus representantes parlamentarios que rompan o pacto que asinaron in articulo mortis co propio Mas e ERC para salvar o famoso "proces".