En vísperas de su entrada en funcionamiento, reprochan "la imprevisión y falta de coordinación que ya viene siendo habitual".
Jueces de A Coruña critican que no haya "medidas de refuerzo" frente a la avalancha de demandas prevista. Abogados coruñeses ofrecen su asesoramiento gratuito a los afectados.
El corporativismo es un mal endémico que padecemos la mayoría de los profesionales españoles, y los jueces no son una excepción.
Hace ya algún tiempo que los médicos, los maestros y los jueces gozaban de buena opinión, incluso, diría yo, admiración por parte de la ciudadanía. Con el paso del tiempo, las cosas han cambiado de tal manera, que ahora los maestros son pegados por alumnos y padres, los médicos son pegados por los enfermos y a los jueces nadie les pega porque mandan a las fuerzas de seguridad a que detengan a aquellos que lo intenten. Pero, sin embargo, han perdido todo el respeto y la admiración de los que gozaban.
Jueces para la Democracia (JpD), asociación de carácter progresista, ha criticado con dureza la actuación de la Fiscalía en el caso de los titiriteros detenidos por supuesto enaltecimiento del terrorismo durante una obra teatral.
Los jueces y fiscales tienen un reto difícil ante ellos: revisar las alrededor de 650.000 causas abiertas en España en seis meses. Este hecho viene dado por la puesta en marcha de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, impulsada por Rafael Catalá, y que limita las instrucciones a seis meses para las sencillas y 18 para las complejas. Así pues, tienen hasta el 5 de junio de 2016 para revisar cientos de miles de causas bajo la amenaza de tener que archivarlas o a abrir juicios sin pruebas suficientes y todo ellos con los mismos recursos humanos y materiales.