La organización herculina, acusación particular en el juicio por el asesinato de Samuel Luiz, se muestra satisfecha con el fallo. Tres de los condenados recurrirán al Tribunal Supremo.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha emitido el fallo contra el joven, condenado por cómplice en la muerte de Luiz. Diego M.M., Alejandro F.G. y Kaio A.S.C. han visto ratificadas sus penas de más de dos décadas de cárcel cada uno.
La obra, que tampoco está claro que sea en memoria del hispano-brasileño, fue retirada del lugar por seguridad y su autor o autora es todavía una incógnita.
Las defensas han formalizado sus recursos sin plantear la nulidad de la sentencia o del juicio y, por tanto, sin que planteen su repetición.
Entre los cuatro encausados suman casi 75 años de pena de prisión, además de una indemnización que supera los 300.000 euros.
Ana García, presidenta de la organización herculina, cree que el juicio "va a marcar un antes y un después" para el colectivo LGTBIQ+.
"No hagas nada, es todo culpa de Diego", le dijo la exnovia de Diego Montaña a uno de los procesados cuando se inició la paliza.
Niega, en el día de la constitución del jurado, que la condición sexual de la víctima fuese la motivación
El proceso arranca este mes de octubre tres años después de que el joven brasileño muriese en la calle durante la brutal paliza que le propinaron sus agresores, de los cuales cinco serán juzgados y para los que piden hasta 27 años de prisión. La plataforma ALAS A Coruña se presenta como acusación popular en este juicio que despertará un gran interés mediático y que pone de manifiesto las agresiones que todavía sufre el colectivo LGTBIQ.
La Asociación LGTBI+ ALAS A Coruña anuncia la celebración de una vigilia este 3 de julio, a las 20 horas, en la Avenida de Buenos Aires.
El juzgado de instrucción aprecia el agravante de discriminación por condición sexual en dos de los acusados
Niega que tuviesen un "contrato abusivo", como sostuvo la central, y pide una rectificación
Soflamas de odio que atacan comportamientos y gustos que no casan con la cultura nacional católica: por caso, ¿no podemos comprobar que con motivo de la aprobación por parte del gobierno español de la Ley trans, que busca frenar el acoso y la discriminación que sufre el colectivo LGTB, las agresiones y los ataques homófobos están creciendo ("en España hemos pasado de dar palizas a los homosexuales a que ahora estos colectivos impongan su ley").
Difícil es definir cuáles son esas medidas, puesto que en países como Alemania o Suecia tienen un problema similar al nuestro, o, si cabe, mayor, en cuanto a “feminicidios”, pero mientras que no cambiemos nuestro planteamiento, mientras no fomentemos la igualdad, y el libre pensamiento en libertad y la igualdad de oportunidades, poco tenemos que hacer.