Gallegos se manifiestan para pedir el cese de la violencia israelí y reclamar acceso a ayuda humanitaria en Gaza
Este domingo, a partir de las 12:00 horas, la ciudad de Santiago de Compostela será testigo de una manifestación sen apoyo a Palestina, convocada por varios colectivos. En concreto, colaboran la Asociación Árabe Gallega Jenín, BDS Galicia, Mar de Lumes y Galicia por Palestina.
La intermediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar, encargada de anunciar la luz verde a la prórroga, ha sidro crucial para poder prolongar el acuerdo para el alto el fuego, que expiraba en unas horas. Los dos días a mayores del parón de las hostilidades no significan necesariamente la paz en un conflicto sobre el que Netanyahu ya anunció que tenía solución inmediata.
La Cruz Roja facilitó la salida segura de los rehenes
Los jóvenes advierten al nuevo presidente del Gobierno que no llega con la neutralidad. Hubo concentraciones en, por lo menos, Vigo, Ourense, Santiago, Ferrol y A Coruña.
La guerra se recrudece en un territorio donde los recursos son cada vez más escasos y la ayuda humanitaria llega a cuentagotas mientras el Gobierno de Netanyahu asegura que ya controla el norte de Gaza. En este contexto, decenas de palestinos con nacionalidad española y familiares de españoles abandonan el territorio por el paso de Rafá.
La ofensiva terrestre de los militares de Israel ha logrado tomar posiciones en la región norte de la Franja, llegando a controlar, aseguran, la capital gazatí en un momento en el que los milicianos de Hamás han perdido el dominio de algunos puntos de la zona, en gran parte por las bajas sufridas, entre ellas algunos de los altos mandos de la organización terrorista.
El Gobierno de Netanyahu sostiene que ha abatido a unos de los responsables del ataque y de otras operaciones celebradas después del 7 de octubre, día en el que comenzó el conflicto y que, en un mes, se ha cobrado la vida de más de 10.000 palestinos, muchos de ellos niños. Sin recursos y con la ayuda humanitaria entrando a cuentagotas, la situación en la Franja es cada día más dramática.
Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, viaja por tercera vez a Oriente Próximo en menos de un mes para mantener reuniones con la administración israelí en pleno avance del ejército en territorio gazatí, mientras miles de ciudadanos buscan en el sur una oportunidad para abandonar la Franja, entre ellos cientos de personas con doble nacionalidad.
Según UNICEF, la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, más de 420 niños mueren en Gaza o resultan heridos cada día desde que comenzó la guerra. Por su parte, la organización Save de Children señala que "cada 10 minutos" muere un niño en medio del conflicto.
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, ha clarificado que el ejecutivo liderado por Joe Biden no tiene intención de enviar tropas a combatir en Israel o la Franja de Gaza. El Gobierno de Biden, que bloqueó en la ONU el cese de las hostilidades en el territorio gazatí, sí dice presionar a Netanyahu para que permita la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.
“Los horribles ataques perpetrados por Hamás no surgieron de la nada, ya que el pueblo palestino lleva sometido a 56 años de asfixiante ocupación” (Antonio Guterres, Secretario general de la ONU)
Este movimiento tiene lugar tres semansa después del inicio del conflicto que desencadenó un ataque del grupo Hamás
Distintos colectivos promueven movilizaciones esta semana en Galicia en solidaridad con el pueblo palestino.
En el coloquio intervendrán el patrono de la Fundación Araguaney-Puente de Culturas y codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, Jesús Núñez, además de la periodista y directora adjunta del diario Público, Esther Rebollo
La situación continúa evolucionando, y se teme que esta escalada pueda tener graves consecuencias humanitarias
Uno de los asistentes, palestino que reside en España, lamentó que "no les queda más remedio" que salir a la calle para "denunciar un genocidio" que se ejecuta contra Gaza
La liberación tiene como objetivo desafiar las acusaciones vertidas por Biden y su Administración, mientras se mantiene la incertidumbre sobre el número exacto de rehenes estadounidenses en manos de grupos islamistas en Gaza