"Goma 2 para dar la bienvenida a los peregrinos"
El Sindicato Labrego Galego (SLG) acaba de hacer un llamamiento a la sociedad gallega para que se movilice contra el proyecto minero ante la amenaza que supone par una de las principales fuente de riqueza cultural y económica: el turismo y el Camino de Santiago.
A los demoledores informes de la Xunta de Galicia difundidos por la asociación ecologista Adega acerca de los efectos medioambientales de la mina de Touro-O Pino hay que sumarle los daños culturales y económicos que traerían a la comunidad. El Sindicato Labrego Galego (SLG) acaba de hacer un llamamiento a la sociedad gallega para que se movilice contra el proyecto minero ante la amenaza que supone par una de las principales fuente de riqueza cultural y económica: el turismo y el Camino de Santiago.
La organización ha recordado en un comunicado que la mina de Touro "ya forma parte del paisaje que actualmente contemplan los peregrinos y peregrinas a partir de Salceda". Esto implicaría para las y los caminantes, "casi 200.000 personas que recorren cada año estas etapas finales del Camino Francés", encontrarse con una "circulación permanente" de maquinaria pesada muy cerca del camino, "con los residuos, contaminación y polvo en suspensión" que generan.
Imagen: Sindicato Labrego Galego
Asimismo, el SLG advierte de las "constantes" explosiones con fuertes detonantes, como Arfo y Goma 2. "El proyecto de la empresa estima que se realizarán 2.074 explosiones en las que se utilizarán alrededor de 20.000 toneladas de explosivos que generarán temblores, nubes de polvo e incluso amenazarán con lanzar escombros que pondrán en peligro la vida de las personas en las inmediaciones", explica en el comunicado.
De otra banda, el proyecto no sólo afectaría a este itinerario del Camino, sino que, según explica el SLG, la concesión de la mina limita directamente con el aeropuerto y las pistas de Lavacolla. "¿Es que nadie ve el peligro de realizar voladuras con explosivos al lado del principal aeropuerto de Galicia?", se preguntan en el sindicato. La terminal compostelana tuvo más de 21.500 vuelos y más de dos millones y medio de pasajeros y pasajeras en 2017.
El sindicato tacha duramente la actuación de la Administración en este proyecto: "cualquier gobernante con un mínimo de sentido de país prohibiría fulminantemente una explotación minera de estas proporciones y tan lesiva para el medio ambiente, la economía y la vida de miles de gallegos y gallegas", y anima a la población a "hacerse escuchar" en la manifestación del domingo 10 en Compostela.
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