¿Qué ocurre con los clientes del Grupo Yáñez y Volkswagen? "Pueden reclamar todos los perjuicios de no ser atendidos"
Xoan Antón Pérez-Lema, de Avogados e Consultores S.L., explica a Galiciapress la situación en la que se quedan los clientes de los concesionarios y talleres del Grupo Yáñez, hoy en preconcurso e incapaz de atender a los coches que tienen que pasar las revisiones obligatorias o que necesitan de una reparación. "Que se personen en el lugar y si no los pueden atender que llamen a la Policía Local", dice el abogado.
"Vuelva usted mañana". Esta es la frase que más están escuchando estos días los clientes de los concesionarios del Grupo Yáñez en Santiago de Compostela, A Coruña y Ferrol. La deriva en la que ha entrado esta firma está dejando a muchos propietarios de Volkswagen sin atender porque las deudas que acarrean -sus números rojos superan los 7 millones de euros, según aseguran desde la CIG- les impiden poder disponer de suministros para sus talleres. Así, coches averiados o que tienen que pasar la revisión obligatoria en concesionarios oficiales se tienen que dar media vuelta al llegar al taller. El problema es que ni la hubo ayer, ni la habrá hoy, ni seguramente mañana encuentren una solución para esta firma en preconcurso de acreedores incapaz de abonar los últimos salarios a una plantilla con más de un centenar de trabajadores, que temen que un ERE arrase la nómina de empleados en los centros de trabajo.
GARANTÍA Y REVISIONES
En este contexto, además de la incertidumbre en la que viven los vendedores y mecánicos del Grupo Yáñez, los propieratios de vehículos Volkswagen también se encuentran en una situación complicada. ¿Qué pasa si su vehículo necesita de una reparación? ¿Cómo quedan las revisiones obligatorias de la marca para mantener la garantía? "No pueden atender prácticamente a nadie en el taller porque la marca no les da piezas. Con los impagos dejaron de enviar suministros", comunicaron a este diario desde la CIG.
Los coches Volkswagen vendidos en España cuentan con una garantía legal que protege a los compradores frente a defectos de fabricación. Esta garantía, que se rige por la normativa europea y española, tiene una duración de tres años desde la fecha de matriculación del vehículo, según lo estipulado por la legislación de consumo desde enero de 2022. Durante este periodo, el fabricante, Volkswagen, está obligado a reparar de forma gratuita cualquier fallo derivado de un defecto de fábrica.
La garantía cubre los defectos de fabricación en componentes mecánicos y eléctricos instalados de fábrica, siempre que el vehículo no supere los 60.000 kilómetros en el tercer año, según las condiciones generales de la marca. Si surge un problema, las reparaciones deben realizarse en un taller de la red autorizada de Volkswagen en España o en cualquier otro país de la Unión Europea, garantizando que se utilicen piezas originales y que las intervenciones las realicen técnicos especializados. Sin embargo, no se cubren los daños por desgaste normal, como el de pastillas de freno o embrague, ni los provocados por un uso indebido o una falta de mantenimiento adecuado.
Un aspecto fundamental para mantener activa la garantía es cumplir con las revisiones obligatorias recomendadas por Volkswagen. Estas revisiones deben realizarse en talleres autorizados y seguir el programa de mantenimiento especificado por el fabricante, que incluye cambios de aceite, inspecciones de frenos, batería y otros sistemas. Si no se realizan estas revisiones, o si se llevan a cabo en talleres no autorizados, Volkswagen puede negarse a cubrir las reparaciones bajo garantía, ya que considera que un mantenimiento inadecuado puede ser la causa del problema. Es crucial conservar los registros de servicio, ya sea mediante el libro de mantenimiento sellado o facturas detalladas que incluyan fecha, kilometraje y trabajos realizados.
Además de la garantía legal, Volkswagen ofrece una garantía comercial que puede incluir servicios adicionales como asistencia en carretera o un vehículo de sustitución, aunque estas condiciones varían según el contrato y pueden estar sujetas a límites de kilometraje. Para quienes deseen extender la cobertura más allá de los tres años iniciales, existe la posibilidad de adquirir una garantía extendida, que puede prolongar la protección hasta un año más, siempre que el vehículo no haya superado los 100.000 kilómetros y cumpla con los requisitos de la marca.
En caso de necesitar una reparación bajo garantía, el propietario debe acudir a un taller autorizado con la documentación del vehículo. Si el coche está en reparación durante el periodo de garantía, este se extiende por el tiempo que el vehículo haya estado inmovilizado. Para más detalles, los usuarios pueden consultar las condiciones específicas en la web oficial de Volkswagen o en su concesionario más cercano.
"LOS CLIENTES TIENEN DERECHO A SER ATENDIDOS"
Sabiendo esto, desde la Asociación de Consumidores e Usuarios de Galicia (ACOUGA) nos remiten al despacho de Xoan Antón Pérez-Lema. En Avogados e Consultores S.L. están al corriente de la problemática en el Grupo Yáñez y asumen que, en estos momentos, los esfuerzos de la firma pasan por "negociar con los acreedores, entre ellos Volkswagen".
"La cuestión es que los clientes tienen derecho a ser atendidos y a los que se les recomienda ir a estos centros para reparaciones", reafirma Pérez-Lema. "A esta gente se le está negando un servicio. No puede hacerlo en su concesionario habitual y tienen que desplazarse a Lugo, a Ourense... Entiendo que los consumidores pueden reclamar todos los perjuicios que les pueda causar: los viajes, la gasolina, los posibles excesos de facturas, otros trastornos sufridos...", explica el abogado, considerando que el usuario "debe acreditar que se presenta en el lugar y que no le pueden atender, para luego ir a otro concesionario y hacer la revisión o reparación en su caso".
Con todo, en el caso de los vehículos que necesiten de una reparación "el asunto puede ser mucho más grave". "Imaginemos un coche averiado y que no puede ser atendido. Lo más probable es que tenga que ser retirado con una grúa. El cliente estará en disposición de reclamarle todo eso a la empresa", ejemplifica Pérez-Lema.
Mención aparte merecen aquellos clientes que todavía están esperando su coche. "Hay compradores que adquirieron su vehículo, que depositaron la señal y que ven que ahora la marca no los sirve por las deudas", indica Pérez-Lema, en la línea de la denuncia de los representantes de la CIG que criticaron que ya no cuenten casi con vehículos de exposición en estos momentos.
"Los concesionarios juegan con un sistema de financiación que se conoce como póliza de crédito stock. Lo que hacen es mandar los coches, los vendes y los cobras, atendiendo el negocio pero cumpliendo con el compromiso de la marca. Pero si excedes ese crédito la marca ya no sirve más para evitar una deuda mayor, aunque seas un grupo como Yáñez que ha sido una referencia para Volkswagen", estiman desde el despacho.
"VOLKSWAGEN DEBE RESPONDER"
Sin embargo, en el escenario actual, Pérez-Lema reconoce que al encontrarse la firma en preconcurso -el plazo termina el próximo 8 de junio- la solución para los usuarios es muy complicado "pese a que están obligados a hacer esas revisiones y reparaciones", de las que en muchos casos dependen sus garantías. Lo que hay que contemplar en este punto es la responsabilidad de la propia Volkswagen con los usuarios de sus vehículos.
"Aparte de requerir a Yáñez los afectados deben requerirle a Volkswagen. Volkswagen tiene que buscar una solución y compensar ampliamente a los afectados, ya que no es solo una cuestión de kilómetros, sino también de tiempo perdido. Si saben que los usuarios de las áreas atendidas por estos concesionarios están si servicios deben proveer ese servicio de marca, ya sea autorizando a un taller, estableciendo uno propio o creando una línea de garantías en los propios centros de Yáñez donde se cumplan con esas obligaciones que son de la propia marca", interpreta el abogado.
"Hasta ahora fueron tirando, acabando con las reservas de materiales. En adelante la situación empeorará porque es muy grave. Deberían tomar medidas desde el Instituto Galego do Consumo e da Competencia", sostiene Pérez-Lema, que recomienda a los afectados que "envíen correos electrónicos a Yáñez y al servicio de atención al cliente de Volkswagen sobre sus necesidades, que lo dejen todo bien plasmado en negro sobre blanco, y hacer una recopilación de las noticias que salgan en prensa al respecto de este caso".
"Que se personen en el lugar y si no los pueden atender que llamen a la Policía Local. Un consumidor si no puede ser atendido debe llamar a la Policía para que se documente esa negativa. A partir de ahí buscar la solución en otro lado, guardar las facturas y reclamar, aunque sí Yáñez entra en concurso será muy difícil que pueda responder ante sus clientes", zanja Pérez-Lema.
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