Huelga en Amazon, trabajadores de O Porriño frente a la globalización

La planta de Amazon en O Porriño, un punto neurálgico para la distribución en el sur de Galicia, se ha convertido en el escenario de una nueva pugna entre dirección y trabajadores. Por un lado, el comité de empresa ha convocado un paro total para denunciar una situación laboral que califican de insostenible. En el otro extremo, el gigante del comercio electrónico defiende con firmeza la modernidad de sus instalaciones y su modelo de competitividad y contratación.

 

Brais Casal (CIG), presidente del comité de empresa, describe que el ambiente laboral está tenso debido a la carga de trabajo que se ha estado acumulando durante estas fechas. Los trabajadores declaran que la convocatoria de huelga no es solo por una cuestión salarial, sino una posición contraria a la "sobrecarga" y a la falta de avances en las negociaciones con la dirección. Mientras tanto, Amazon mantiene que los derechos de sus empleados están garantizados y fomenta una "cultura de diálogo abierto". Sin embargo, desde el comité aseguran que, en la práctica, ese diálogo suele terminar en un "no" sistemático a cualquier mejora sobre el convenio provincial.

CHOQUE DE POSTURAS 
El conflicto dentro de la planta de Amazon en O Porriño se ha venido gestando desde hace tiempo y con varios puntos de fricción. Por una parte, la plantilla de trabajadores denuncia ritmos de trabajo “excesivos” los cuales están afectando a la salud física (dolencias músculoesqueléticas) y mental de las personas (sobrecarga por estrés). Por su parte, la compañía afirma que sus equipos trabajan en un entorno "moderno y seguro" y recuerda que una serie de inspecciones de trabajo recientes (una en 2024 y otra en septiembre de este año) concluyeron que el centro cumple escrupulosamente con la legislación vigente en materias de seguridad e higiene laboral.
 

Así mismo, Amazon destaca que los salarios en su planta de O Porriño, de entrada, son superiores a los 1.500 euros brutos mensuales, por encima del convenio de transportes por carretera de Pontevedra. Pero el comité de empresa apunta que esa cifra no afecta a la totalidad del cuadro de personal. De esta forma, Casal recuerda que hay una elevada prevalencia de jornadas parciales de 24 o 32 horas semanales y esto se refleja en sueldos menores.

Los trabajadores critican que los contratos de lunes a domingo no distinguen la penosidad de trabajar en fin de semana. Al final, se vienen realizando jornadas en domingo sin remuneración adicional diferenciada. La empresa, por su parte, asegura que se ciñe estrictamente a lo marcado por el convenio, alegando que también se ofrecen beneficios adicionales como seguros médicos privados y planes de pensiones.

Sobre la cuestión de seguridad y salud laboral, el comité denuncia que muchas dolencias musculoesqueléticas derivadas de la repetitividad del trabajo, son tramitadas como "bajas comunes" en lugar de laborales por las mutuas aseguradoras. Amazon responde a esto con que invierte más de 3.000 euros por persona al año en beneficios adicionales, incluyendo un seguro médico privado para todos los empleados.
 

El modelo de contratación es uno de los puntos más controvertidos en el conflicto de Amazo. La CIG acusa a Amazon de "abusar" de la contratación parcial y de la figura del fijo discontinuo para cubrir los picos de demanda. Según el comité, la empresa utiliza una "trampa legal" para evitar que los trabajadores temporales pasen a ser fijos de plantilla. Casal denuncia que, en ocasiones, se contrata a personal a través de Empresas de Trabajo Temporal (ETT), mientras hay trabajadores fijos discontinuos de la propia empresa "en casa" sin ser llamados. Para la CIG, esta estrategia busca una flexibilidad laboral para maximizar beneficios a costa de la precariedad.

EFECTOS DE LA HUELGA
La huelga del 23 de diciembre permitirá ver al centro de Amazon en O Porriño como una estación de "última milla", esencial para que la compañía entregue los pedidos en los plazos prometidos. Un parón en este centro podría provocar un "efecto dominó" en toda la logística de las Rías Baixas justo antes de Nochebuena.

Aunque Amazon ha enviado un mensaje de tranquilidad asegurando que cuenta con planes para mantener la actividad de negocio y cumplir con las entregas, el comité confía en un apoyo masivo de la plantilla fija. Por el momento, se calcula que algunos paquetes podrían salir a la carretera si parte del personal o de las ETT acude a trabajar, aun así, la capacidad de distribución se verá seriamente comprometida en una de las fechas de mayor volumen de pedidos del año.