La huelga en el transporte de viajeros por carretera en Galicia es "dificilmente evitable", sostiene Galibus

La Asociación Empresarial de Transportes de Viajeros por Carretera de Galicia (Galibus) responde a Galiciapress sobre la posibilidad de una huelga inminente en el sector y las protestas de los trabajadores en una comunidad donde existe una "concentración en manos de un grupo del 80% de los servicios de transporte de viajeros de Galicia, escolar y regular".

Repetir una protesta como la celebrada el año pasado en San Caetano en protesta del matrimonio entre la Xunta y Monbus es otra realidad que desde el colectivo no descartan de momento. 

El pasado 23 de febrero centenares de trabajadores del sector del transporte de viajeros por carretera se echaron a las calles, alentador por los sindicatos CIG, UGT y CC.OO., para demandar las mejoras salariales y laborales que precisan tanto para el desempeño de su labor como para no perder poder adquisitivo en un momento de gran incertidumbre económica. Con un convenio colectivo paralizado, los conductores de autobús se ven ahogados y sin respuesta de la patronal, por lo que la huelga es una alternativa cada vez más firme. 

La reacción al conflicto, más allá de en los sindicatos, la encontramos en la Asociación Empresarial de Transportes de Viajeros por Carretera de Galicia (Galibus), que entienden las protestas como una respuesta a la “inoperatividad de las actuales interlocutoras con los agentes sociales para alcanzar acuerdos relativos a la revisión del convenio colectivo que lleva esperando desde enero de 2022”. 

En este clima, desde la asociación ven “difícilmente evitable” la huelga en el sector, ya que a día de hoy la parte empresarial está prácticamente monopolizada por una sola firma. “Está representada por cuatro Federaciones que están totalmente controladas por un mismo grupo empresarial”, subrayan, por lo que sortear la huelga será imposible si siguen enrocados en su postura. 

Lo cierto es que si bien es en A Coruña donde estalló el conflicto, el mismo podría extenderse próximamente al resto de provincias, ya que la situación no difiere mucho de lo que ocurre en la coruñesa. “La situación es la misma, dada la concentración en manos de un grupo del 80% de los servicios de transporte de viajeros de Galicia, escolar y regular”, manifiestan desde Galibus.

LAS OFERTAS QUE PERDIERON "ERAN LAS REALISTAS"

No obstante, y si bien el monopolio de Monbus es evidente, los  sindicatos consideran que esta crisis se debe, en gran medida, a la mala gestión de la Xunta y la ley de contratos del sector público que no permite que se actualice el precio que le paga a las empresas por la prestación del contrato de acuerdo al IPC. 

En este apartado, desde Galibus matizan una serie de aspectos, ya que, “si bien es cierto que el culpable final es la Xunta”, que en su momento licitó una serie de proyectos “del todo deficitarios” y a pesar de los recursos presentados con el fin de que se modificasen los pliegos, algo a que el Gobierno gallego “no solo rechazó, sino que justificaron los precios de los expedientes”, la realidad es que en su momento las ofertas realizadas “se hicieron con unas bajas de precios enormes, temerarias y que tuvieron que ser justificadas por las licitadoras y admitidas por la Xunta”.

“Querer ahora que se les arregle por la puerta de atrás lo que se ofreció para ganar los concursos es muy grave”, reprenden. Así las cosas, recuerdan que otras empresas “no realizaron dichas bajadas y no resultaron ganadoras por la menor puntuación que las ofertas habían realizado obtuvieron”, algo que, a la vista de los hechos, resulta obvio que estas eran “las que realmente estaban ajustadas y resultaban económicamente sostenibles”. 

¿NUEVAS PROTESTAS ANTE SAN CAETANO?

La subida de precios y la falta de mano de obra son los principales problemas que acosan al sector en estos momentos, a juicio de Galibus, que ya el año pasado algunos de sus miembros formaron parte de una sonada manifestación ante la sede de la Xunta de Galicia en San Caetano denunciando el “monopolio” de Monbus en la comunidad, siempre con el aval del Gobierno de Galicia.

Este dominio casi total de Monbus, muy criticada por los usuarios del transporte público, condiciona a todo el sector. “Dado el modus operandi de este grupo, pues como es habitual en él, imponiendo como un rodillo sus condiciones, desatendiendo a la demanda, incumpliendo las ofertas realizadas y ahogando a las pequeñas y medianas empresas que le rodean”, censuran, lo que supone, en definitiva, “la ·destrucción de la movilidad y el sector del transporte en Galicia”. 

Luego de la protesta, el pasado octubre el TSXG obligó a la Xunta a facilitar información sobre la concesión de contratos de bus. Sin embargo, desde Galibus apostillan que la Xunta no acató la sentencia y todavía están hoy, a mediados de marzo, “esperando a recibir la documentación solicitada”. 

Con todo, consideran esto un mero trámite, pues un simple ejercicio de observación despeja sus dudas. “No es necesario esperar a la documentación, simplemente se obtienen observando las matrículas de los vehículos que se utilizan, los horarios que no atiende y las protestas que se originan”, dicen. 

Por todo esto, desde Galibus dicen tener todas las puertas abiertas, sin desechar posibilidades como encabezar movilizaciones como las celebradas en marzo de 2022 alrededor de la Xunta. No obstante, buscan agotar todas las vías antes de llegar a ese extremo. “Continuamos denunciado los incumplimientos y se están solicitando reuniones con Presidencia de la Xunta de Galicia para poder dar a conocer nuestros planteamientos, aunque hasta la fecha no hemos tenido una buena acogida a nuestras solicitudes de reunión ni a nuestras denuncias”, zanjan.