De Alfonso Villares a José Tomé: Marcha Mundial das Mulleres protesta contra los políticos parapetados en las instituciones
El próximo lunes 29 de diciembre la plataforma Marcha Mundias das Mulleres de Galicia ha convocado una movilización ante el Concello de Monforte de Lemos a las 19:30 horas para exigir la dimisión de José Tomé como alcalde del municipio lucense. Ximena González, miembro de la organización, explica a Galiciapress los motivos de esta protesta tras el último escándalo machista en la política gallega, donde el archivo de la denuncia interpuesta por Paloma Lago contra el conselleiro Alfonso Villares vuelve a poner de manifiesto los grises en los protocolos existentes para denunciar esta clase de casos: "Villares se marchó entre aplausos y abarazos".
La cita: lunes 29 de diciembre a las 19:30 horas. El lugar: la Praza Campo de San Antonio, ante el Concello de Monforte de Lemos. El motivo: la continuidad del alcalde, José Tomé, al frente de la corporación municipal. La no renuncia de Tomé ha motivado al colectivo feminista Marcha Mundial das Mulleres de Galicia ha convocar una gran protesta en el municipio lucense para reclamar la renuncia de Tomé al frente del consistorio, donde creen que, después de las graves acusaciones que han salpicado al ya expresidente de la Deputación lucense en las últimas semanas, no puede continuar ni un minuto más.
TOMÉ DEBE DIMITIR O DIMITIR
Desde Marcha Mundial das Mulleres han decidido poner pie en pared con esta protesta y Ximena González, una de las activistas de la plataforma, celebra la buena acogida que está teniendo la movilización, con respuesta por parte no solo de mujeres de Terra de Lemos, sino también de otros puntos de la comunidad gallega. Además, hace especial énfasis en el esfuerzo del feminismo gallego, teniendo en cuenta que "son fechas complicadas" para esta clase de movilizaciones que "tal vez en otro momento podrían ser más numerosas, pero pensamos que ante este pleno resultaría una fecha significativa para tener una presencia crítica".
Tras el escándalo, José Tomé dimitió como presidente de la Deputación de Lugo -hoy en funciones en el ente provincial- y fue suspendido cautelarmente de militancia, pasando tanto él como los miembros de su equipo de Gobierno en el Concello monfortino a ser no adscritos. No obstante, Tomé no abandonó su acta en la Deputación ni renunció al bastón de mando, manteniendo intacta la corporación municipal.
Para Marcha Mundial das Mulleres, ni Tomé, ni nadie "bajo este tipo de acusaciones" puede permanecer en la primera línea política. "Lo que tiene que hacer es dejar todos sus cargos institucionales, independientemente de en qué partido o cuáles sean esos cargos que ostente, y defenderse por las vías que considere, pero fuera de la institución", reclama González, insistiendo en que las instituciones públicas "deben ser espacios libres de cualquier tipo de sospecha en relación con la violencia".
"Con esto se lanza un mensaje bastante duro para las víctimas de violencia. No para estas víctimas en particular, sino para todas, sobre la impunidad que tiene a día de hoy, todavía, la violencia machista", lamenta González, interprentando que "los cargos públicos tienen que dar una imagen de ejemplaridadad; lo mínimo es retirarse de los cargos institucionales", en referencia ya no solo a Tomé, sino también con el ejemplo del edil dle BNG en Moraña, Rubén Fernández Monteagudo, suspendido por una denuncia de violencia machista.
Aunque el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, reconoció en su comparecencia pública que era conocedor ya en octubre de las actitudes de Tomé a travéz de una tercera persona, concretamente la madre de una de las víctimas, desde la plataforma rechazan señalar a nadie en este caso concreto. "Detro de las organizaciones cada uno sabrá lo que hace, no es una cuestión en la que nos tengamos que meter", incide González, al tiempo que apostilla que, en política, "hay cierta tendencia a creer que alguna gente es imprescindible en las instituciones, cuando deberían ser proyectos colectivos donde, cuando alguien no puede estar, otra persona pueda ocupar su lugar".
Con todo, sí manifiestan la importancia de que existan protocolos internos en las organizaciones políticas para dar respuesta a esta clase de situaciones y que esta sea "ágil". "Protocolos que contemplen la denuncia directa de la víctima, pero que también contemplen la denuncia de compañeras y compañeros que presencian o conocen estas violencias. No solo la persona agredida, sino todo aquel entorno que conoce la existencia de una violencia tiene que tener una vía para expresar esto en las organizaciones y que se tomen las medidas adecuadas en relación con esto", razona González.
EL 'CASO VILLARES'
Un ejemplo lo encuentra en la reuncia de Alfonso Villares, exconselleiro do Mar denunciado por violencia machista. Ayer mismo un juzgado de Ferrol decidió archivar la denuncia, que será elevada a la Audiencia de A Coruña, donde se pronunciarán al respecto. "Villares se marchó entre aplausos y abarazos por parte del Partido Popular. Entonces también lo señalamos y nos movilizamos", recuerdan desde Marcha Mundial das Mulleres, donde censuran estos "comportamientos inaceptables a nivel social".
El goteo de casos en los últimos años es constante y se ha disparado en los últimos meses, con ejemplos que no se limitan a Galicia, sino que podemos encontrar en prácticamente toda la geografía nacional. "No es una cuestión de la política en concreto", razona González, "porque la violencia machista es algo que impregna toda la sociedad, es una cuestión estructural que nos afecta a todas, que está allí donde hay una mujer y donde hay alguien ejerciendo el poder, vía cargos, vía responsabilidades o por la vía que sea. Se da en todas las organizaciones, en todos los espacios".
"La clave es cómo respondemos a esa violencia", enfatiza la activista, consideran que son el qué, el cómo y el cuándo de los protocolos de cada partido los que deberían someterse a análisis riguroso. "En el caso de Villares era especialmente sangrante porque, aun sabiendo todo, en el mismo día que abandona su cargo, la Xunta y el Partido Popular hacen un despliegue de alabanzas hacia esta persona que está acusada de algo muy grave, como una agresión sexual", reitera, a la vez que agrega que en los populares "hay un problema, porque no están funcionando los protocolos que tienen en marcha y tendrán que revisarlos".
Otro elemento a tener en cuenta es que, mientras que el caso de Villares estalló tras presentar la denunciante, Paloma Lago, la querella en un juzgado. Tomé, en cambio, fue señalado a través del canal interno del Partido Socialista y con una denuncia anónima, un sistema que ha despertado algunos recelos con voces que dudan de la eficacia de este mecanismo.
Para González este es un ejemplo de que, en materia de violencia machista, todavía vamos en pañales en muchos sentidos, sin contar con una infraestructura firme porque "estamos empezando a narrar las violencias". "Las mujeres estamos empezando a tener una respuesta social frente a la violencia. Antes decías que habías sido agredida y nadie reparaba, ni hacía caso, ni tomaba cuenta, ni nada de nada. Por tanto, estamos elaborando los procesos que necesitamos para estas denuncias. Unos protocolos funcionan mejor, otros funcionan peor, algunos canales funcionarán de manera más adecuada, otros menos adecuada, habrá organizaciones más lentas, otras más rápidas. Lo importante es que, colectivamente, encontremos la vía para poder tratar estos casos y para poder hacer frente a la violencia cuando nos encontremos con ella y cuando conozcamos que existen situaciones de violencia", sostiene González.
"DENUNCIAR TE COLOCA EN UN LUGAR DE RECIBIR MUCHÍSIMA MÁS VIOLENCIA"
En esta "fase de construcción de la respuesta", como la define, cree que hay diversidad de caminos y que la vía judicial "no es imprescindible para denunciar una violencia machista", pues hoy contamos con protocolos que ya lo contemplan. "Lo ideal es que haya protocolos que permitan iniciar respuesta ante la violencia incluso antes de que la denuncia sea por la vía judicial", valora, sin desatender una cuestión como es la de la falta de recursos en muchas ocasiones, pues todavía a las puertas de 2026 "denunciar violencia machista te coloca en un lugar de recibir muchísima más violencia que la violencia judicial".
"Esto es un problema. No podemos pedirle a las mujeres que denuncien judicialmente si no tenemos una justicia preparada para dar respuesta a estas denuncias. Si no hay un acompañamiento psicológico, si no hay profesionales que conocen los procesos de violencia machista, porque no son lo mismo que otro tipo de procesos, si no hay acompañamiento para los niños, si no entendemos que los agresores no pueden tener las custodias, tener las visitas con sus hijos, etcétera, etcétera. Hoy en día es realmente complicado denunciar, te somete a muchísimas otras violencias. Es una vía, pero no es la única vía, no puede ser la única vía", subrayan desde la organización.
Lo voluntad de Tomé no parece la de dar un paso a un lado y el próximo 29 de diciembre tendrá que accecer al pleno de Monforte, seguramente, entre pitos y abucheos de decenas de manifestantes. Desde la plataforma dicen estar "haciendo nuestra parte" a la espera de que intervengan actores políticos que "tendrán que darle una salida a esto". "Nosotros creemos que es imprescindible que abandone la alcaldía", insiste González, que no cierra la puerta a que la del día 29 sea la última protesta en este sentido, pues no se cierran a convocar más movilizaciones para arrancar el nuevo año.
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