Algunas particularidades de las próximas elecciones autonómicas

Ya sabemos cuando se celebrarán las próximas elecciones autonómicas gallegas: el 18 de febrero del 2024. Una fecha que se adelanta en seis meses y que coincide con los Carnavales. Así podrían hacerse un par de preguntas como, ¿por qué el señor Rueda adelanta la convocatoria?, ¿por qué las hace coincidir con unas fiestas populares que tienen un fuerte carácter festivo en, por caso, Ourense?
 

A riesgo de equivocarme voy a adelantar algunas hipótesis: la primera que esta fecha está pensada tanto en clave de política española como gallega pues bien parece una decisión política que quiere atender tanto a los intereses inmediatos del señor Nuñez Feijóo, como jefe de la oposición y líder del PP en España, como al futuro del señor Rueda, como jefe de gobierno de la Xunta de Galicia. Algo que podremos comprobar en la campaña electoral donde es muy probable tanto una presencia relevante del señor Feijóo -que iría en detrimento del señor Rueda- como unos discursos por parte del PPdeG que irán centrados en ataques al Gobierno español -intentando así desviar la atención ciudadana sobre la pobre gestión al frente del gobierno gallego- y al señor Sánchez -buscando levantar una imagen, la del señor Feijóo que, luego de las sucesivas derrotas políticas, está la baja-. 

La segunda, en clave gallega, tiene que ver con la situación política en la provincia de Ourense y el anuncio de que Democracia Ourensana va a presentarse a las elecciones autonómicas. Los resultados tanto de Ourense, como de Lugo son claves para el resultado final en Galicia como pudimos comprobar en prácticamente todas las elecciones autonómicas (con mayorías absolutísimas del PPdG: 9 y 8, respectivamente, de 14 en las últimas elecciones). Si el Partido Popular saca un mal resultado y pierde diputados en alguna de estas provincias, su hegemonía en Galicia corre un gran peligro lo que, además, debilitaría enormemente el liderazgo del señor Núñez Feijoo. Una pérdida de diputados que la presencia de Democracia Ourensana (18.450 votos en las últimas municipales) pone en riesgo cierto por lo que se trataría, por tanto, de crearle las máximas dificultades para montar una candidatura. 
 

Serán también unas elecciones que se van a celebrar en un contexto social muy diferente al de las elecciones del 2020. Recordemos que aquellas elecciones tuvieron lugar en plena pandemia de la COVID-19, que había obligado a retrasarlas debido al estado de alarma, celebrándose bajo estrictas medidas de seguridad (uso obligatorio de mascarilla, distancia de seguridad....). Un hecho excepcional que, sin género de dudas, repercutió tanto en la participación (49%: bastante gente no pudo ir a votar o no fue por temor al contagio) como en los propios resultados (PPdeG: 42 diputados, 4 más que la mayoría absoluta) No cabe descartar que ahora, en un contexto de normalidad, la participación sea mayor y el resultado más incierto. 

La coyuntura económica también es bastante diferente como se puede comprobar en el empleo y, por tanto, en la situación de las familias (durante la pandemia hubo casi 150.000 despedidos y cerca de 200.000 trabajadores afectados por un ERTE). De no producirse cambios muy significativos cuando se celebren las próximas elecciones autonómicas la situación sociolaboral en Galicia (empleos, salarios, protección social...) será mucho más favorable para las clases trabajadoras que en las anteriores de julio del 2020. Lo que no está claro es qué partido(s) se beneficiará más de esta coyuntura aunque se puede avanzar que deberían ser las izquierdas las más favorecidas.

Como se puede ver, las próximas elecciones autonómicas del 2024 presentan una serie de particularidades en relación con las anteriores del 2020 que despiertan algunos interrogantes sobre su posible resultado final.