#Claves de la semana

¿Qué tiene más valor, 4 nuevos parques eólicos o a Rapa das Bestas?

Galiciapress charla con los organizadores de la milenaria ceremonia que está de actualidad después de la alusión del director Rodrigo Sorogoyen en la entrega de los premios Goya. Paulo Vicente Monteagudo, presidente del colectivo, relata la lucha de la organizadora de la fiesta de Interés Turístico Internacional, que pretenden declarar como BIC. Se queja que que poseen unos caballos "que no están protegidos": "Tienen la misma consideración que una vaca", denuncia.

 


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Los aloitadores, además de tumbar a los caballos, tienen ahora que tumbar molinos. Cuatro parques eólicos en la zona de Terra de Montes están proyectados en la zona de campeo de unos 400 caballos que protagonizan la Rapa.  

 

Los trámites avanzan para la consecución de estos parques mientras desde la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo ponen el acento en el daño ecológico, turístico, cultural y patrimonial que puede significar para el territorio.

 

Paulo Vicente Monteagudo, presidente del colectivo, explica para Galiciapress la lucha de la organizadora de la fiesta de Interés Turístico Internacional, que pretenden declarar como BIC, pero que tiene unos caballos "que no están protegidos": "Tienen la misma consideración que una vaca", denuncian. 

 

Rapa das bestas
A Rapa das Bestas | Foto: Tuirsmo.gal

 

Nadie sabe con exactitud cuántos años llevan “enfrentados” -si es que podemos usar con libertad ese término- las bestas y los aloitadores. Algunos estudiosos llevan esta tradición de la Rapa hasta la época prerrománica, cuando los caballos y el monte eran mucho más importantes que ahora. También su bienestar era más importante, si bien un pequeño grupo de irreductibles, como los de la aldea de Astérix y Obélix, luchan contra la marea y el viento por mantener viva esta tradición. Y contra mucho viento luchan hoy en A Estrada, donde cada año se celebra la Rapa das Bestas de Sabucedo, hoy tal vez en el momento más frágil de su historia.
 

La culpa de que esta fiesta con siglos de vida a sus espaldas se vea amenazada es lo que algunos entienden como el progreso. Los proyectos para la construcción de cuatro parques eólicos en la zona de Terra de Montes ha puesto contra las cuerdas a esta festividad, ya que los animales que la protagonizan viven en el territorio sobre el que se van a levantar esos gigantes de hierro. Los aerogeneradores de Campo das RosasTouriñán, proyectados en las zonas de campeo de los equinos, pueden suponer un golpe definitivo para el turismo, la cultura y la economía de la zona.
 

Paulo Vicente Monteagudo, presidente de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo, todavía recuerda cómo era el monte hace años, cuando sus abuelos recurrían a él para recoger todos los fentos y toxos que podían acarrear para sus animales. Este cuidado del monte era beneficioso para ellos y para las manadas, que podían entrar y salir de las zonas silvestres con libertad.

 

“Pero cambiaron las prácticas del monte. La zona se convirtió en una masa forestal muy poco productiva”, lamenta Monteagudo, que en ese tiempo no solo vio como cambiaba la zona, sino como de despoblaba el rural y como tenían que batallar con las administraciones para que realizasen desbroces para poder tener a los animales en libertad. A esa guerra, se suman otras, de muy largo recorrido. 

 

“El problema son los parques cuando estén en funcionamiento pero también durante su construcción. Van a abrir pistas enormes, rotondas en zonas de campeo importantes… Esto abre la puerta a que los cuatreros lleguen de forma más cómoda a la cima de los montes y nos roben todavía más animales”, advierten desde la asociación. 

 

El impacto, además de sobre los animales, será evidente en el entorno y sobre el resto de la biodiversidad. “Van a reventar fuentes y manantiales que abrevan a las bestas, fastidiarán ecosistemas como las brañeiras, básicos para la biodiversidad de la zona, los animales durante las obras van a ser empujados a bajar a las aldeas y las zonas de cultivo, otro problema que ya sufrimos por la falta de pastos y nos provoca un gran trastorno con los vecinos…”, enumera Monteagudo.

 

UNOS 400 ANIMALES AMENAZADOS

Con esta larga lista de repercusiones, para el colectivo la luz verde a la Declaración de Impacto Ambiental de tres de los cuatro parques planteados supuso toda una sorpresa, si bien llevan años “haciendo alegaciones y alegaciones a todos estos parques”. “Lo que ocurre es que el caballo gallego de monte no está reconocido legalmente como una especie a proteger”, recuerda Monteagudo, “por lo que tienen la misma consideración que otra res, como puede ser una vaca”. 

 

“Los parques afectan a toda la cabaña. Son unas 400 cabezas que se verán condicionadas por estas construcciones en su zona de campeo”, apostilla el presidente de la asociación de una manada que se reduce año a año. Resulta todavía más irónica esta situación cuando la Xunta viene de sacar músculo en Fitur presumiendo de un evento multitudinario como A Rapa de Sabucedo y de Interés Turístico Internacional. “A veces parece que promocionan las cosas mientras destruyen por la espalda la zona de campeo de una fiesta que representa a Galicia en todo el mundo”, critica la organización. 

 

 

Al tiempo, recuerdan que otros parques eólicos del entorno fueron tumbados justo en pro de preservar los animales de la zona. “No entendemos que parques próximos a Sabucedo se echaron abajo porque estaban en una zona de anidación de unas aves que también están presentes en el mismo terreno en el que ahora aprueban la DIA de estos otros parques. Así lo recogemos en las alegaciones, pero nos dicen que no”, reprocha Monteagudo.
 

LA JUSTICIA EN EL HORIZONTE 

Hasta la fecha, el diálogo entre la asociación con las administraciones públicas es prácticamente nulo. “Alegan que son unos procesos económicos, energéticos, que se siguen unos cauces que hay que cumplir… Lo que decimos es que tenemos un bien que cuidar, y deben ser ellos los que decidan si les interesa guardarlos o no. Pueden decirles a las empresas que aquí no puede ser, porque es un patrimonio gallego, una tradición y una forma de uso y trabajo con los animales intrínseca de Galicia”.
 

Monteagudo implora que los animales gocen de una mayor protección para evitar que “las empresas puedan hacer lo que quieran”, pero también considera que movimientos como los del Concello da Estrada, buscando que se declare como Bien de Interés Cultural (BIC) a la Rapa de Sabucedo, llegan “muy tarde”. “Están iniciando el expediente. Llevamos como cinco años pidiendo este trámite”, rememora. 
 

“Esto en dos años está construido. No tenemos tiempo”, alerta Monteagudo de la urgencia de tomar cartas en el asunto cuanto antes. El recurso último, y el más probable en vistas a la situación actual, es la vía penal. “Si la Xunta concede luz verde a los parques, nosotros tendremos que hacer un recurso al Estado y, si no, por la vía judicial si no tienen consideración a nuestras reclamaciones”, avanza.

 

La Asociación no es la única que está mirando por el bien de la zona, sino que hay muchos vecinos y vecinas preocupados, también otros habitantes de la Terra de Montes “porque lo que se va a hacer en la comarca es muy grave”. “Toda la Terra de Montes va a quedar sembrada de eólicos”, vaticina el presidente. 

 

De un tiempo a esta parte se han sucedido las manifestaciones de grupos en defensa del medioambiente y contra el boom eólico de Galicia, en las que también ha participado la asociación integrada en ‘Alarma Terra de Montes’, donde están perfilando la celebración del festival ‘A burla verde’ para el 29 de abril en donde aspiran “juntar a toda Galicia en este proceso de destrucción ambiental que supone esta pseudo transición energética en la que no hay transición de nada”.

 

 

 

“MÁS MULTITUDINARIA NO PUEDE SER”

Ya de cara a la próxima edición, que se celebrará entre el 7 y el 10 de julio, Monteagudo incide en que hoy se enfrentan a muchos problemas, como el robo de animales o las agresiones que sufren las bestas, con episodios recientes de caballos tiroteados. En Sabucedo son conscientes de que el evento “más multitudinario no puede ser”, porque supera con creces la capacidad de la zona para absorber a todos los interesados en la fiesta.  

 

Lo que nos gustaría es contar con un turismo con personas que valoren la naturaleza, que aprecien el contacto con los animales, que quieran saber qué es el caballo gallego de monte… Tal vez nos sobran un poco esos turistas de fiesta y verbena, pero no tenemos cabida para más en una aldea en la que durante el año viven 30 personas y que en una semana reciben a 15.000 personas”, manifiesta.
 

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Personas presenciando A Rapa | Foto: Turismo.gal

 

La de 2023, con los éxitos del audiovisual nacional, como la serie ‘Rapa’ o la película ‘As Bestas’, es la edición que está en boca de todos y tal vez la más esperada. La confianza de los organizadores es que la fiesta “vaya siempre a más”. “Intentamos mejorar y corregir los errores. Pero para nosotros la fiesta es la culminación de un año de trabajo. Puede verse de muchas maneras y vivirla de forma diferente, pero el objetivo es que los animales puedan vivir los 365 días del año en libertad, en nuestros montes, y que nosotros podamos hacer este proceso de saneamiento y controlar a nuestras bestas de la mejor forma posible y con los mayores parámetros de respeto animal”. 


 

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