Expedientes a la residencia Concepción Arenal: "Hay personal sin titulación; con tener dos manos ya basta"
La residencia de A Coruña, de titularidad pública pero cuya gestión recae en CK Senior, ha sido expedientada por la Xunta de Galicia, que ha confirmado la sanción pero no ha detallado los motivos. Fuentes sindicales indican a Galiciapress que la falta de personal y contar con personal sin titulación puede haber motivado las sanciones en un centro en el que, aseguran, el verano va a ser especialmente complicado.
La residencia pública, pero de gestión privada, Concepción Arenal de A Coruña atraviesa un momento delicado, pero nadie sabe bien cuál. El geriátrico, que ha pasado por hasta cuatro manos diferentes en cuestión de poco más de dos años, ha sido expedientada por la Xunta de Galicia con distintas sanciones que van desde leve hasta grave, tal y como dio a conocer el Gobierno de Galicia en respuesta a las cuestiones planteadas por la diputada del BNG Mercedes Queixas. Sin embargo, la Xunta no detalló los motivos de estas sanciones, que también se le escapan a los sindicatos y que pone en tela de juicio la calidad de los cuidados que allí están ofreciendo a 150 residentes.
CUATRO EMPRESAS EN DOS AÑOS
Hasta ahora, desde CK Senior, empresa concesionaria de la gestión del centro, no han respondido a las cuestiones de Galiciapress para conocer la profundidad de estos expedientes, que también resultan un misterio para los sindicatos. Fuentes sindicales precisan que se ha denunciado en reiteradas ocasiones las condiciones del centro ante Inspección de Trabajo y que “sospechan” que los expedientes responden a la falta de personal y la contratación de “trabajadores sin la titulación necesaria”. “Hubo sanciones, pero, ¿de qué vale que multen con 3.000 euros a una empresa que gana millones? Y si encima desde Inspección pasan de nosotros…”, recalcan.
“Desde la CIG llevamos tiempo pidiendo una reunión con Política Social, pero hasta ahora, y desde hace años, no han respondido a ninguna de nuestras solicitudes”, lamentan, ante el evidente deterioro de una residencia que con un centenar y medio de residentes pasó de contar en sus turnos de noche con cinco auxiliares y una enfermera, además de una persona en el control de seguridad, a sacar el turno ahora con solo tres personas “y ninguna tiene el título”.
“Vamos tirando con gerocultores. La titulación ya no se tiene en cuenta porque consideran que con tener dos manos ya basta para trabajar en una residencia”, censuran fuentes del sector en un contexto en el que esta y otras residencias, como ocurre en la Volta do Castro de Santiago, se está experimentando un “proceso de psiquiatrización” de los geriátricos. “Aquí vienen personas que no tienen otro techo, con adicciones como alcoholismo o drogodependencia, con problemas psiquiátricos, violentos…conviven con ancianos y nosotros no tenemos los mecanismos ni la formación para poder atenderlos como corresponden”, explican.
Las condiciones en la residencia han ido a peor con el paso de los años, desde la etapa de DomusVi hasta la más reciente de CK Senior, pasando por la gestión del Grupo Clece, en manos de Florentino Pérez. Con esta última precisamente, se vivió uno de los episodios más virales, cuando trascendió que servían a los residentes sardinas en lata en su menú, un hecho sobre el que, sin embargo, quitan hierro dentro del geriátrico y puntualizan que se trató de un hecho totalmente extraordinario por la ausencia del personal de cocina y se recurrió a un “menú de emergencia”. “¿Quién no las ha comido nunca? Se han comido siempre con patatas cocidas y aquí estamos”, refieren.
“Eso trascendió a los medios, pero cuando se fue la luz nadie se preocupó de qué pasaba en las residencias. Política Social dijo que todo fue bien, pero aquí se quedaron camas articuladas en mala posición, hubo que trasladar a residentes…hay muchos detalles y cosas que no tienen el mismo impacto”, agregan.
"CUALQUIERA QUE QUIERA TRABJAR AQUÍ ES BIENVENIDO"
Entre tantos cambios, aseguran, “lo que vemos es que cada vez vamos a menos y que a la Xunta no le importa”. “Lo vimos cuando suprimieron el servicio presencial de enfermería 24 horas en las grandes residencias de mayores. Aquí solo tenemos dos enfermeras tituladas, el resto son personas con el título sin homologar, algo que tampoco parece importa al Colegio de Enfermería, al que acudimos y donde tampoco han movido ficha”, indican.
Sin enfermeras ni médico en el turno de noche, a lo que tienen que recurrir es a la hospitalización a domicilio o el 061, pese a que la licitación contempla otras condiciones. “No hay personal porque no quieren trabajar en estas condiciones miserables. Tenemos sueldos por debajo del Salario Mínimo Interprofesional. Si tienes una titulación vas a otros sectores donde cobre más y no te exprimen”, aducen, con el ejemplo de los “turnos interminables”, “las cargas físicas y psicológicas” o el “desgaste” al que están habituados.
“Llega un momento en el que cualquiera que quiera trabajar aquí es bienvenido. No hay gente formada y hay una rotación constante en la plantilla”, esgrimen, justo en un momento en el que la negociación por un nuevo convenio para los trabajadores de las residencias gallega está totalmente bloqueada con protestas constantes del colectivo. En la residencia Concepción Arenal lo viven con tristeza y con distancia, “porque nuestros servicios mínimos los marca la Consellería y son del 100%”, por lo que las movilizaciones se quedan en “una huelga mediática” pero no efectiva.
"CADA VERANO QUE PASE SERÁ PEOR"
Ahora, con la llegada del verano, la situación se complica todavía más por varios factores. Uno son las temperaturas y los medios para hacer frente al calor. En la DomusVi de Santiago denunciaron esta semana que trabajadores y usuarios tenían que soportar temperaturas por encima de los 30 ºC, un sofoco del que no escapan en la Concepción Arenal.
“Los residentes pasan la mayor parte del tiempo en las zonas comunes y en las plantas de arriba hay poca ventilación y hace un calor infernal. Ocurre lo mismo en la lavandería. Los residentes lo pasan mal, pero para los trabajadores, que nos movemos todo el rato, resulta insoportable”, reprueban. Habrá que redoblar esfuerzos, o así lo asumen, pues parte del personal cogerá vacaciones en los próximos meses y, al parecer, no contemplan reforzar las plantillas.
“Creemos que no estamos bien preparados para el verano. Los turnos se cubren, sí, pero en general creemos que el verano va a ser duro. Y cada verano que pase será peor, porque la gente preparada se marcha”, apostillan, dejando entrever que el personal indefinido “se cuenta con los dedos de una mano” tras la desbandada de los últimos años.
En estas circunstancias, a la pregunta de si ingresarían a un ser querido en la Concepción Arenal, los trabajadores consultados son rotundos en su respuesta: “No. Ahora mismo no. Hace 20 años sí. Es algo que comentamos mucho. Antes pensábamos en las residencias como si fuesen hoteles, no era una mala forma de pensar en el futuro. Viendo lo que vemos ahora…Parece más importante que las cortinas sean bonitas antes que la atención que reciben los residentes”.
Después de las protestas celebradas en mayo, el personal valora continuar con las movilizaciones para demandar unas condiciones laborales dignas. “Tenemos que protestar de alguna manera, pero ya no sabemos qué más hacer. Tenemos que hacernos ver. Lo que tiene que pasar es que las administraciones públicas tomen decisiones, porque las residencias son suyas”, interpelan, al tiempo que subrayan que si hoy no hay causas abiertas es solo porque “CK Senior acaba de llegar” y porque “la Justicia va muy lenta”, por lo que podemos esperar más noticias en torno a la residencia Concepción Arenal.
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