Pedro Sánchez con una sonrisa en la boca ha anunciado dos medidas estrellas: bonificación de los abonos del tren y nuevos impuestos para recaudar fondos de las entidades bancarias y las empresas energéticas. Al final el dinero saldrá del mismo bolsillo de todos los ciudadanos pagados en base a comisiones y facturas.
La compañía coloca la deuda en un grupo reducido de compradores, aprovechando el apetito inversor de los mercados para optimizar su coste.
Para recuperar el dinero, los clientes tendrán que venderlos a otros inversores. "¿Quien puede querer comprar unos bonos que rindan el 1%?", preguntan.