Es verdad que el periodismo a veces puede ser good y otras shit.
Israel anuncia la movilización de cerca de 60.000 reservistas como antesala a la ofensiva terrestre con la que pretende ocupar la totalidad de Gaza. El plan de Netanyahu es intervenir en el enclave palestino y desoir las voces que reclaman un cese de las hostilidades, pese a la voluntad de Hamás de firmar una tregua.
El estado sionista rompe el alto fuego pactado en una operación en la Franja que ha causado cerca de medio millar de muertos, entre ellos el de más de un centenar de menores de edad. Se trata, según UNICEF, de la mayor mascacre sobre niños y niñas en un solo día en lo que va de guerra desde octubre de 2023.
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos puede ser clave para evitar que el Gobierno de Benajmín Netanyahu retome la ofensiva en territorio palestino, donde las fuerzas de Hamás están muy mermadas en un conflicto con más de 47.000 muertos en territorio gazatí, a donde ha comenzado a llegar la ayuda humanitaria.
El Gobierno de Benjamín Netanyahu, horas después de anunciar un principio de acuerdo para el alto el fuego en el territorio palestino -se aplicaría a partir del domingo-, bombardeó la Franja de Gaza en una nueva noche de horror para la población civil, donde el número de víctimas supera, según las primeras estimaciones, el medio centenar.
Crisis en el Gobierno de Israel, donde cada vez son más y más las críticas contra Benjamin Netanyahu, ya no solo incapaz de poner fin al conflicto armado en la Franja de Gaza, sino que con sus políticas ha puesto al Estado sionista al borde de una guerra abierta contra Líbano, tras las incursiones terrestres sobre el país vecino, o Irán, con quien ya ha "intercambiado" misiles.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha lanzado un dardo a su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, al afirmar que "hay motivos" para creer que el ataque sobre Gaza responde hoy a una estrategia en clave política más que a la autodefensa del Estado sionista contra el grupo terrorista Hamás. Desde el inicio de la guerra en octubre el número de civiles palestinos asesinados supera los 36.000.
En medio de este cruce de amenazas, un petardo voló por los aires parte del campamento de Rafah donde hoy se hacinan cientos de miles de palestinos refugiados en el sur, a donde los empujaron las autoridades desde el inicio de la guerra en octubre.
Se le olvida a Abascal decirle que él tampoco habla en nombre del pueblo español, por mucho que aspire a eso. Pero es que el líder musculito, como también se le conoce a Abascal, en esa apariencia bravucona que suele expresarse, le ha manifestado a Netanyahu que cuando sea presidente del Gobierno España revertirá “la creación de Estado de Palestina”, Lo ha dicho y como está en tierra Santa, está convencido que esa mentirijilla de nada le será perdonada.
Curtido en el mundo del baloncesto, tal vez fue el parquet el que enseñó al pelirrojo a buscar siempre el segundo preciso, esa milésima exacta en la que el defensor da un paso en falso y tú puedes fintarlo o lanzar a canasta con la parábola justa para que las yemas de sus dedos no rocen la pelotita.
Los ataques a los tres coches no tienen nada de inocente: son un aviso serio a los cooperantes que aún siguen prestando ayuda
La guerra se recrudece en un territorio donde los recursos son cada vez más escasos y la ayuda humanitaria llega a cuentagotas mientras el Gobierno de Netanyahu asegura que ya controla el norte de Gaza. En este contexto, decenas de palestinos con nacionalidad española y familiares de españoles abandonan el territorio por el paso de Rafá.
El Gobierno de Netanyahu sostiene que ha abatido a unos de los responsables del ataque y de otras operaciones celebradas después del 7 de octubre, día en el que comenzó el conflicto y que, en un mes, se ha cobrado la vida de más de 10.000 palestinos, muchos de ellos niños. Sin recursos y con la ayuda humanitaria entrando a cuentagotas, la situación en la Franja es cada día más dramática.
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, ha clarificado que el ejecutivo liderado por Joe Biden no tiene intención de enviar tropas a combatir en Israel o la Franja de Gaza. El Gobierno de Biden, que bloqueó en la ONU el cese de las hostilidades en el territorio gazatí, sí dice presionar a Netanyahu para que permita la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.
En las últimas horas los bombardeos en territorio palestinos se han intesificado y la población civil, a través de sus teléfonos móviles, se ha hecho eco de las consecuencias de los ataques desde territorio israelí. El Gobierno de Netanyahu avanzó que la guerra será "larga" y "difícil", lo que hace vislumbrar un alto coste de vidas humanas en los dos bandos.